Bodas de Sangre

Bodas de Sangre
Una vez superados los obstáculos ayudado en su mayor parte por Dylan, Kendall logró finalmente contraer matrimonio con Sophie. Después de la boda, Dylan emprenderá un nuevo, inesperado e insólito camino a través de un mundo del que no tenía ni idea de su existencia, mientras que la nueva pareja parte rumbo a Inglaterra para dar comienzo a un matrimonio que todos se preguntan cómo va a terminar siendo que dio inicio con unas Bodas de Sangre

domingo, 15 de junio de 2014

Cap. 05 La “otra” familia…



Después de abandonar Austria regresaron a Rusia pero en esta ocasión no fueron a Yoroslavl sino que se dirigieron a Kiev.  Si el Dvorets de Yaroslavl le había parecido a Dylan en extremo lujoso, el Khoromy [1]  de Kiev no le iba muy lejos. Era obviamente más pequeño pero igualmente exhibía el mismo lujo recargado. Sin embargo, después de cuatro años y mucho entrenamiento, ya Dylan se había acostumbrado a la explosión de colores aunque seguía sin gustarle.

A pesar de que Luciano no tenía amigos como tales,  al día siguiente de haber llegado ya tenía una invitación a la que asistieron. Como de costumbre Dylan estaba mortalmente aburrido cuando de pronto experimentó una sensación extraña, se giró y se topó con los ojos de una mujer muy atractiva que estaba en el extremo más alejado del salón. Él estaba acostumbrado a atraer las miradas de las féminas, pero usualmente eran bastante más recatadas y éstas siempre eran veladas, pero en este caso la mujer en cuestión no mostraba nada del mencionado recato y aparte de eso…

-         Mala elección  --  escuchó a su lado y giró la cabeza
-         ¿Qué?
-         En mi opinión hay mujeres mucho más hermosas en este salón
-         Asumiendo que sabes a quién estoy mirando, ya que eres un entrometido  --  dijo en forma irónica  --  ¿Puedo saber por qué la consideras una mala elección?
-         Deberías prestar más atención a tu instinto  --  dijo Luciano mientras se llevaba su copa a los labios
-         Luciano…
-         Su nombre es Borishka Fehéry, y es una Devrig  --  Dylan abrió mucho los ojos mientras Luciano sonreía  --  Insisto, debes prestar más atención a tu instinto  --  repitió

De modo que eso era lo que había sentido, pensó Dylan, por eso había experimentado esa sensación extraña.

-         Es bueno que te acostumbres a ella, te avisara de la presencia de alguno y teniendo en cuenta que no todos serán amigos, es mejor que estés preparado.
-         Entendí que había una tregua
-         Misma que es irrespetada por una cantidad indecente de éstos infelices  --  aclaró Luciano y luego agregó  --  Evita las explicaciones de orden personal y bloquea tus pensamientos
-         ¿Qué?  --  preguntó Dylan que aún pensaba en lo que le había dicho Luciano, pero al minuto siguiente experimentó la misma sensación de antes
-         Loran  --  dijo Luciano sin volverse
-         Buenas noches Lucien, tanto tiempo  --  saludó un hombre que estaba detrás de Luciano
-         Mil quinientos diecisiete si no me traiciona la memoria y te agradecería recordar que es Luciano  --  dijo en tono peligroso
-         Tan necio como de costumbre con ese asunto  --  dijo el tal Loran, y a continuación giró su mirada hacia Dylan  --  ¡Vaya, vaya! ¿Quién lo hubiera dicho? ¿Cambiando de hábitos Lucien?

Dylan pensó que aquel sujeto era muy arriesgado o muy estúpido, porque él en su lugar habría prestado atención a la peligrosa mirada de Luciano. Aunque luego se reprendió a sí mismo diciéndose que en sus especiales circunstancias, no cabía temer mucho, porque si ambos eran Devrigs estaban en igualdad de condiciones. Sin embargo, detuvo sus pensamientos en cuanto vio a Luciano mirar a Loran y a este retroceder.

-         Lo que yo haga o deje de hacer, no es ni será nunca de tu incumbencia Loran, y te sugiero recordar lo que acabo de decirte.
-         No quise ofenderte Luciano  --  dijo en tono respetuoso y Dylan casi suelta la carcajada.

De modo que aquel infeliz por alguna razón le temía a Luciano, pensó con diversión. Pero su júbilo debió ser muy evidente, porque Luciano lo miró y él enseguida intentó proteger mejor sus pensamientos.

-         ¿Y no vas a presentarme a tu… amigo?  --  preguntó Loran
-         No veo razón para ello, pero atendiendo a la elemental cortesía, te presento a Lord Danworth  --  pero antes de extender su mano, Dylan vio que el individuo abría mucho los ojos
-         ¿Danworth? ¿Ese Lord Danworth?
-         Pues no hay ninguno más hasta donde sé  --  dijo Luciano con monotonía
-         Un placer mi Lord. Loran  Hársady
-         Señor Hársady  --  dijo Dylan pero evitó cualquier otra fórmula de cortesía
-         ¡Pero que agradable sorpresa!  --  escuchó Dylan a su derecha  --  Mi querido Lucie… Luciano  --  se corrigió con premura la mujer
-         Buenas noches Borishka  --  la saludó él 
-         ¿Cuándo llegaste?
-         Ayer
-         ¿Y piensas quedarte mucho en Kiev?
-         No
-         No has cambiado nada desde la última vez, sigues contestando a todo con monosílabos  --  dijo ella con un deje de reproche en la voz
-         No veo razón para malgastar las palabras
-         Ser amable no es malgastar las palabras cariño, y hablando de amabilidad  --  dijo mirando a Dylan
-         Lord Danworth, Borishka Fehéry  --  y ella extendió su mano en forma por demás coqueta
-         Mi lady  --  dijo él inclinándose y rozando sus dedos con los labios
-         Vaya, un caballero inglés  --  dijo a nadie en particular  --  ¿Es su primera visita a nuestro país?
-         No mi lady, ya estuve aquí hace unos años
-         ¿Y le agradó?
-         La verdad no tuve oportunidad de conocerlo bien. En mi anterior visita solo estuve de paso.
-         Pues tenemos que corregir esa falla  --  dijo ella y se volvió a Luciano  --  Tienen que venir a visitarnos  --  le dijo y a Dylan le divirtió la decisión de ella
-         No lo creo, como dije no nos quedaremos mucho tiempo
-         Vamos Luciano es solo…  --  pero calló al verlo a los ojos
-         Supongo que Zsiga y Zsa Zsa estarán aquí también  --  dijo Luciano
-         Si no están muy ocupados no deben tardar en llegar  --  informó Loran
-         Lo imagino
-         Vamos Borishka, debemos saludar a Jency. Lord Danworth espero disfrute su estancia  --  dijo Loran mientras asía a Borishka por el brazo
-         Gracias  --  Dylan inclinó la cabeza y ellos se alejaron
-         Podría llegar a pensar que no te son simpáticos  --  le dijo a Luciano
-         Créeme que me traen sin cuidado
-         De lo que sí estoy seguro es de que a ese individuo no le simpatizas
-         Algo que es asunto exclusivamente suyo y no mío
-         ¿Pertenecen a otra familia?  --  probó Dylan en otro sentido
-         No, pertenecemos a la misma pero como ya te dije, dentro de las familias hay desacuerdos, antipatías o rencillas.
-         ¿Y qué sucede entre Loran y tú?
-         A mí nada, a él no sé  --  Dylan se cansó de tan poca información
-         Pues sin duda debe ser gracias a tu simpatía  --  dijo en tono irónico y Luciano sonrió
-         Es una posibilidad. En cualquier caso  --  dijo poniéndose serio de nuevo  --  mantente alejado de Borishka
-         ¿Ahora vas a controlar también mis relaciones?

La mirada de Luciano sin duda era de clara advertencia, pero bien fuera por su natural resistencia a recibir órdenes y que se veía aumentada ahora, o porque seguía viendo a Luciano como lo había hecho siempre, que a Dylan ciertamente no le causó ninguna impresión.

-         Si hay una cosa que no perdonamos  los Devrigs es la traición, y esa mujer es la pareja de Loran, aunque sea una zorra sin remedio y él lo sepa. De modo que si no quieres morir estúpidamente, yo en tu lugar trataría de atender a razones.
-         ¡Diablos!
-         Bastante cerca. Loran es uno de los sujetos más sanguinarios de nuestra familia, y creo haberte dejado claro que la cuestión de la antigüedad obra a favor de quien tenga más años, y sin duda él tiene muchos más que tú.


Muy alejados de ellos, Loran y Borishka mantenían una agria conversación.

-         ¿Cuándo dejarás de comportarte como una cortesana barata en presencia de Lucien?
-         Déjame en paz Loran, ni lo miré
-         No hacía falta, toda esa exhibición de interés por el juguete de Lucien fue patética
-         ¿Me pregunto qué está haciendo?
-         No es asunto tuyo
-         Y me dirás que no sientes curiosidad ¿verdad?
-         Aunque así fuera y no hay nada que me importe menos, no voy a buscarme un problema que no necesito.
-         Vamos Loran, piensa un poco ¿desde cuándo Lucien va por ahí transformando  a nadie? Nos ha hecho la vida miserable por ello, de modo…
-         De modo que no es nuestro problema, y te sugiero no acercarte al caballerito inglés o podrías terminar muy mal.
-         ¿Celoso?
-         No soy estúpido Borishka, no es a mí a quien quieres dar celos, pero te recuerdo que Lucien no se dignaría a mirarte así fueras la última mujer sobre la tierra.
-         ¡Imbécil!  --  dijo con ira y su rostro se convirtió en una máscara de odio
-         ¿Lucien?  --  preguntó la voz de otra mujer
-         ¿Acaso tenemos reunión familiar?  --  preguntó el hombre que venía con ella
-         ¡Ja! Suponiendo que la hubiese, sabemos que ese infeliz las evita tanto como puede  --  dijo Loran
-         Pero si está aquí te sugeriría bajar la voz o podrías encontrarte con una daga en tu cuello  --  dijo el hombre
-         Zsiga tiene razón Loran, deberías dejar tu manía con Lucien
-         No recuerdo haber pedido tu opinión Zsa Zsa  --  dijo Loran y dándoles la espalda se alejó
-         Por esa actitud, asumo que efectivamente Lucien está aquí
-         Sí, y vino acompañado  --  dijo Borishka y Zsiga rió
-         ¿De veras? Eso sí es una novedad más que su visita, porque Lucien no acostumbra exhibir a sus mujeres
-         No es una, y no te imaginas cuan novedoso es el asunto
-         ¿Por qué?  --  preguntó Zsa Zsa
-         Es un Nya [2]  --  y ambos la miraron con los ojos muy abiertos
-         ¿Suyo?  --  preguntó  Zsa Zsa en tono asombrado
-         Supongo, de otra manera no estaría con él ¿no?
-         ¡No puede ser!  -- dijo Zsiga con incredulidad
-         ¡Vaya!  --  exclamó la chica al mismo tiempo
-         ¿Qué otras sorpresas nos traerá?  --  preguntó Zsiga
-         Dijo que no se quedaría mucho, de modo que no creo que te lo diga

Zsa Zsa se giró y comenzó a caminar hacia el interior del salón pero Zsiga la detuvo.

-         ¡Eh, eh!  Un momento señorita  --  dijo sujetándola por un brazo  --  Cuidado Zsa Zsa, es Lucien  --  le advirtió, pero ella solo sonrió y soltándose siguió su camino
-         Será mejor que vayas con ella, ya sabes como se pone con los Nya

Zsiga lo pensó un momento y luego fue tras ella. La alcanzó antes de que llegase hasta donde estaba Luciano porque se había detenido a conversar con alguien. Y mientras tanto más allá, Luciano advertía la nueva presencia.

-         ¿Ya los viste?  --  le preguntó a Dylan
-         Sí, otra pareja
-         Pero estos son hermanos, Zsiga y Zsa Zsa Varhidi
-         ¿Tan simpáticos como los anteriores?
-         Son más jóvenes y menos peligrosos. Él es un payaso y a ella la naturaleza olvidó proveerle un cerebro, pero suplió esa carencia con simpatía al menos

Unos minutos después los hermanos Varhidi se aproximaron a ellos.

-         ¡Luciano!  --  exclamó Zsa Zsa colgándose al cuello del susodicho  --  No lo podía creer cuando Borishka nos dijo que estabas aquí
-         Hola Zsa Zsa
-         Buenas noches Luciano  --  saludó Zsiga
-         Zsiga

Dylan pensó que al menos éstos sabían que por la razón que fuere, algo que Dylan aun no tenía muy claro, que no debían molestar a Luciano.

-         Lord Danworth, ellos son Zsiga y Zsa Zsa Varhidi
-         Mi Lord  --  saludó  Zsiga y del mismo modo lo hizo su hermana

Dylan le dio la mano a Zsiga y se inclinó ante Zsa Zsa. A pesar de que ella también era hermosa, no poseía la belleza exuberante de Borishka, porque mientras la otra era una rubia de ojos verdes, Zsa Zsa tenía el cabello negro y los ojos oscuros, pero poseía cierto aire de infantil inocencia que aunque Dylan dudaba que fuese tal, imaginaba que era lo que le confería atractivo. Su hermano tenía igualmente el cabello y los ojos oscuros y el mismo aire infantil, era de elevada estatura y complexión atlética, y en opinión de Dylan, la naturaleza no lo había dotado del mismo atractivo que a su hermana a pesar de que sin duda las mujeres lo encontrarían de su agrado; pero lo que más llamó la atención de Dylan, fue que aparte del mencionado aire infantil, tenía una mirada decididamente cruel.

-         ¿Vendrás a casa Luciano?  --  estaba preguntando Zsa Zsa
-         No lo creo, solo estamos de paso
-         Por favor  --  insistió ella con cara de inocencia  --  Teníamos años sin verte
-         Zsa Zsa  --  advirtió Zsiga
-         En otra ocasión Zsa Zsa  --  le dijo Luciano

Un momento después los Varhidi se despidieron y se marcharon. Dylan miró a Luciano y él tenía expresión ausente

-         Bueno, al menos estos no parecen odiarte  --  dijo
-         Me gusta pensar que no  --  dijo en forma enigmática

Se retiraron relativamente temprano y antes de entrar a la casa tanto Dylan como Luciano se detuvieron.

-         Tenemos visita  --  dijo Luciano
-         Ya lo noté, pero no pareces muy sorprendido
-         No lo estoy  --  dijo él

Entraron y en lugar de dirigirse hacia sus habitaciones lo hicieron hacia el salón, pero antes de entrar al mismo Dylan lo detuvo.

-         ¿Esperabas a esta persona?  --  le preguntó
-         Así es, y no, no tienes que irte porque tú eres la razón de que él esté aquí  --  y aunque Dylan se sorprendió, no hubo tiempo para hacer más preguntas  --  Iyul  --  dijo Luciano
-         Zdravi [3] Lucien
-         ¡Maldición!  --  exclamó Luciano y Dylan escuchó reír a quien aun no podía ver  al tiempo qué se preguntaba qué le había dicho, porque su ruso definitivamente no era muy bueno --  Quizá te guste que te llame Giulio  --  dijo Luciano de mal humor
-         No, no me gusta pero no voy a ponerme a gritar por ello  --  dijo el visitante

Cuando el sujeto se colocó en la línea visual de Dylan, éste no pudo ocultar su asombro porque el hombre al que estaba viendo era casi una copia de Luciano y aunque en realidad era ligeramente mayor, esto sería algo de lo que Dylan no sería consciente hasta mucho después, porque  de momento no veía diferencias.

-         Como ya habrás podido deducir, éste es mi hermano Iyul  --  le dijo Luciano, algo completamente innecesario porque era más que obvio  --  Él es Dylan Danworth
-         Dobro pozhalovat [4]  Lord Danworth
-         Spasivo [5]  --  dijo Dylan extendiendo su mano
-         ¡Ah! Habla  ruso  --  dijo Iyul
-         En realidad no gran cosa  --  aclaró él aunque seguía mirándolo con asombro

Dylan había conocido a Emiliana y ciertamente no guardaba aquel parecido con Luciano, pero recordó la razón, mientras que Iyul era casi su reflejo. Tenía el mismo cabello negro, los mismos ojos verdes,  la misma sonrisa burlona y al escucharlo mejor, hasta la misma voz y por supuesto la misma elevada estatura.

-         Supongo que no sabiendo ni siquiera que Lucien tuviese un hermano, debe estar muy sorprendido
-         Pues…  --  pero no continuó porque él sonrió
-         Descuide, ya estamos acostumbrados a que Lucien nos ignore
-         Evidentemente no te ignoro o no estarías aquí  --  dijo Luciano
-         Lo que me recuerda que querías decirme algo aunque ya imagino lo que era  --  dijo mirando a Dylan  --  Y sin ánimo de ser grosero, me gustaría saber la razón  --  agregó mirando de nuevo a su hermano
-         No es obra mía
-         ¿Y entonces?  --  preguntó con extrañeza
-         Emiliana, y por esa razón ahora está muerta  --  dijo de una sola vez y la expresión de Iyul cambió en forma visible

Dylan pensó que aunque ya sabía que definitivamente la sutileza no era una de las características de Luciano, decir aquello de esa forma era además cruel. Sin embargo, Iyul se rehízo de inmediato.

-         Entiendo  --  dijo y luego agregó  --  Supongo que no quieres hacerte cargo  --  dijo mirando a Dylan  --  ¿Cuánto tiempo lleva?
-         No se trata de eso, lleva cuatro años y ya me hice cargo  --  y de nuevo Iyul mostró su sorpresa
-         ¿Puedo preguntar por qué?
-         Porque es mi amigo

Fue obvio para Dylan que Iyul estaba muy sorprendido, pero en lugar de decir algo, se dedicó a mirarlo con atención. Después de lo que le pareció un tiempo enormemente largo y durante el cual había mantenido sujetos sus pensamientos, Iyul volvió a hablar.

-         Bien, has hecho un buen trabajo Gelayka [6] pero sabes que aún le falta mucho por aprender
-         Lo sé
-         ¿Y no te pareció arriesgado salir?
-         No pero ya Loran, Borishka y los Varhidi lo vieron
-         Entiendo

Y Dylan se preguntó qué era lo que entendía, porque él ciertamente nada. Sin embargo, guardó prudente silencio.

-         ¿Se puede, no?  --  preguntó Luciano
-         ¿Confías en él?
-         Obviamente Iyul  --  dijo Luciano con fastidio
-         De acuerdo, pero tendrán que venir a casa conmigo
-         ¿Ahora?
-         Ahora  --  dijo en tono terminante

A Dylan le quedó claro que aquello no entusiasmaba especialmente a Luciano, pero también que no podía desobedecer a su hermano, de manera que marcharon con él. No dijeron nada durante el camino y aquel pesado silencio comenzaba a incomodar a Dylan acostumbrado como estaba a la incesante charla de Luciano. Pero finalmente Iyul rompió el silencio.

-         ¿Piensas ir a verlo?
-         No
-         Lucien…
-         No
-         A él le gustaría verte
-         Eso no es asunto mío
-         Lucien han pasado más de…
-         ¿Y eso qué?  --  lo interrumpió él  -- ¿Me vas a decir que está viejo y enfermo?  --  preguntó en tono sarcástico
-         No pero…
-         Entonces sigue siendo el mismo cretino miserable de siempre y por tanto no me interesa.

Después de aquella extraña charla no dijeron nada más, y todo lo que pudo extraer Dylan de la misma fue que posiblemente estuviesen hablando del padre de ambos, y recordando lo que Luciano le había contado acerca de su madre, Dylan podía entender que no le tuviese especial aprecio y se preguntaba por qué Iyul sí. Pero como no tenía posibilidad de saberlo si ellos no se lo decían, dejó el asunto así.

Llegaron al Khoromy de Iyul y si Dylan consideraba el de Luciano lujoso y recargado, este lo era diez veces más. Fueron conducidos a sus habitaciones y Dylan no recibió ninguna explicación para lo que estaba sucediendo, de modo que procuró dormir aunque su necesidad de sueño se había reducido mucho.

A la mañana siguiente, Dylan se encontró con la sorpresa de que sus ropas y demás objetos personales habían sido dejados en la habitación que ocupaba. No pudo explicarse aquello como no podía explicarse los sucesos de la noche anterior, así que se aseó y después de estar correctamente vestido, bajó. Ya Iyul y Luciano estaban en el comedor.

-         Buenos días  --  saludó
-         Buongiorno
-         Dobroye Utro

A Dylan le hizo gracia el empeño que ponían ambos en establecer las diferencias, pero no hizo ningún comentario y se sentó. Con el habitual fastidio se dispuso a comer e Iyul lo miró con diversión.

-         Ya te acostumbrarás  --  le dijo
-         Llevo cuatro años escuchando la misma canción pero aun no me la aprendo  --  y ambos hermanos rieron
-         Dylan  --  dijo Luciano después de un momento  --  pasaremos un tiempo aquí

Dylan pensó que aquello explicaba el hecho de que sus cosas estuviesen allí, pero no explicaba el por qué.  Pero sabía que si Luciano no juzgaba necesario decírselo, de nada le valía preguntar.

-         Sigues siendo un desgraciado autócrata  --  dijo Iyul con diversión mirando a su hermano  --  ¿Y tienes la desvergüenza de llamar a nuestro padre tirano?
-         Te equivocas, porque yo no soy un déspota arbitrario como él. Simplemente digo lo que considero conveniente decir
-         Claro  --  dijo Iyul en tono irónico y luego miró a Dylan  --  Intentaremos avanzar  más en tu educación Dylan.
-         De acuerdo  --  asintió él sabiendo que no tenía alternativa
-         Y es hora de que te alimentes como es debido  --  agregó Iyul

A Dylan no le gustó como sonó aquello y miró a Iyul con desconfianza.

-         Descuida, quizá no seamos los hermanos más unidos del mundo pero tenemos la misma filosofía, de modo que no vamos a matar a nadie  --  le aseguró
-         Bien  --  se limitó a decir Dylan, pero visiblemente aliviado

Finalmente resultó que el tiempo que pasarían allí, se extendió a casi diez meses. Durante ese tiempo y entre otras muchas cosas, Dylan sumó a sus conocimientos el poder de detectar cuando alguien estaba muriendo y sin posibilidad de salvación, algo para lo que resultó bastante hábil aunque tuvieron que luchar con su natural aversión a ver morir a la gente sin hacer nada. Después de superado eso, adquirió no solo destreza sino obviamente fortaleza.

Aunque Dylan ya tenía bastante dominado el asunto del clima, Iyul fue mucho más duro que Luciano. Ya Dylan lograba soportar el sol aunque procuraba exponerse lo menos posible a él, pero tenía casi el mismo problema con el frío. De modo que Iyul lo sometió una y otra vez tanto al frío como al calor. Aquello resultaba una tortura de la peor especie y hubo momentos en los que Dylan deseó morir con todas sus fuerzas. Su piel se enrojecía durante el día y se tornaba azulada durante la noche, y él pensó que en cualquier momento iba a comenzar a caérsele a pedazos. Pero finalmente todo aquel martirio  rindió sus frutos y Dylan fue capaz de permanecer varias horas desnudo bajo el sol sin experimentar ningún malestar, y lo mismo aplicaba al frío.

Otro avance sorprendente aun para Iyul, fue el de la percepción. Lo que Iyul no sabía porque no lo conocía tan bien como Luciano a quien no sorprendió el asunto, era que Dylan ya desde antes era no solo observador sino que tenía un instinto muy desarrollado, y todo ello ayudó en mucho a avanzar tanto con su percepción. Lo mismo aplicaba al bloqueo mental, ya no les resultaba tan sencillo captar lo que él estaba pensando en cualquier momento y sus ojos habían adquirido el mismo vacío que el de los hermanos, con lo que ambos se sintieron muy satisfechos, ya que le resultaría muy difícil a cualquier Devrig saber lo que Dylan estaba pensando.

En conjunto, el tiempo que habían pasado allí había sido de duro e incansable trabajo, pero sin duda Dylan había adquirido conocimientos, destreza, fortaleza y habilidad, pero estaba seguro que una parte de él había muerto en el proceso.

Una noche, cercano a cumplirse el décimo mes de su estancia allí, después de la cena Iyul los llamó al estudio y una vez reunidos abrió un cofre que estaba sobre el escritorio.

-         Asumo que aunque no hemos hablado de ello  --  dijo extrayendo una daga del cofre  --  sabes la razón por la que necesitarás esto  --  le dijo entregándole la daga
-         Sí, pero ya tengo una  --  dijo él que siempre llevaba en el interior de su chaqueta la que le había regalado su padre, pero Iyul miró a Luciano con desaprobación
-         ¿Qué has estado contándole a este chico?  --  le preguntó a Luciano

Pero Dylan fue consciente de dos cosas. La primera que sin duda todavía había mucho que no sabía, y la segunda, del intercambio de miradas entre los hermanos y se preguntó qué significaba.

-         Creo que necesitarás una lección de historia  --  dijo Iyul

Y aunque Dylan pensaba que una no sería suficiente, se dispuso a escuchar.



[1] Khoromy: Es un palacete, es decir, una casa construida decorada como un palacio pero más pequeño

[2] Nya: Devrig recién transformado (es considerado Nya durante lo primeros 50 años)
[3] Zdravi: Hola (deviriùrik)
[4] Dobro poshalovat: Bienvenido (ruso)
[5] Spasivo: Gracias (ruso)
[6] Gelayka: Felicitaciones

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