El Lago Baikal era un manto blanco y
unos finos copos de nieve caían en aquel momento en el que Iziaslav miraba
abstraído por la ventana.
-
Sarì --
escuchó a sus espaldas
Istvan llevaba ya un rato allí parado
pero no había querido interrumpir los pensamientos de su señor. Sin embargo, el
tiempo apremiaba y debía darle una información de suma importancia. Iziaslav se
volvió finalmente y lo miró.
-
¿De
qué se trata ahora Istvan? -- preguntó con cansancio
-
Tenemos
noticias de Itlar
Al escucharlo los ojos de Iziaslav
parecieron cobrar vida en forma repentina, porque esas eran noticias de Lucien.
-
¿Está
bien?
-
Ak
sarì, pero anoche tuvo un desagradable encuentro con Biaggio Menotti
-
¿Cambió
de táctica? -- preguntó con desprecio -- ¿Ya
no se dedica solo a seguirlo sino a molestarlo también?
-
Su
intención no era molestar a Lucien, según la información de Itlar quería
acercarse a su Djali
La mirada de Iziaslav se endureció aun más si es que eso era posible. Él sabía
que Dylan estaría en peligro pero no supuso que el primer ataque proviniese de
los Savaresce. No obstante, no dijo nada y escuchó el relato que hizo Istvan de
lo referido por Itlar. Ignoró lo dicho por el Devrig y se sintió complacido por
la respuesta de su hijo, al igual que por la reacción de Dylan.
-
En
principio coincido contigo, podemos confiar en él pero el chico podría estar en
peligro sarì
-
Mientras
esté con Lucien no corre ninguno.
-
Bien,
pasemos al otro asunto entonces -- dijo Istvan
-- Me dijiste que existía la
posibilidad de convertirlo en un Lovet y como yo no he tenido la oportunidad de
un trato más directo con él, solicito tu permiso para hablarle.
-
¿Por
qué el repentino interés? -- preguntó Iziaslav con sospecha
No era que tuviese ningún motivo para
desconfiar de Istvan, si había alguien de quien no desconfiaría jamás sería de
él, pero en la anterior oportunidad cuando le hizo el comentario acerca de
Dylan, él se había mostrado escéptico y poco interesado. Esto había molestado a
Iziaslav pero ese era un terreno que toda su autocracia no podía invadir,
Istvan era quien decidía quién podía
o no ingresar al Laki, de modo que en
aquel aspecto la palabra del Levjaner era ley. Sin embargo, Istvan seguía
manteniendo las formas y cuando pensaba que alguien era digno de hacerlo,
primero se lo participaba a Iziaslav y si él daba su consentimiento entonces
Istvan procedía de acuerdo a lo que estimase necesario, pero Iziaslav jamás
imponía que alguien fuese aceptado.
-
Por
algo que ocurrió, pero necesito que me escuches con atención y te pido por
favor que me permitas actuar antes de tomar una decisión --
dijo el Levjaner
-
Bien,
te escucho
-
Itlar
me dio una información que en este momento está siendo verificada, pero va a
tomar un tiempo. Según lo que dijo, Biaggio podría estar obteniendo información
desde dentro y…
-
¡Eso
no es posible! -- tronó Iziaslav --
¡Ningún Yaroslávich por mucho que me odie traicionaría a su propia
familia!
-
Y
es cierto sarì, pero solo aplicaría a los Devrigs que ya han sido aceptados
como miembros de ella.
-
¿Estás
pensando en los nyas? -- preguntó
-
Aún
no lo hemos confirmado, porque como te dije eso va a llevar algún tiempo
-
¿Y
por qué Itlar piensa eso?
-
Esa
es la razón por la quiero hablar con el Djali de Lucien, porque antes de dejar
a Biaggio, le dijo que él nunca traicionaría a un Yaroslávich y en ese momento Itlar
captó un pensamiento muy inquietante de Biaggio que fue lo que lo llevó a
concluir esto. De lo que es fácil deducir que el Rybik vio esto en los pensamientos de Biaggio.
Iziaslav se quedó pensativo unos
momentos. Si bien era cierto que ya él había notado que Dylan poseía muchas de
las cualidades para convertirse en un Lovet, no era menos cierto que eso habría
sido algo a largo plazo, porque era demasiado joven aun y en ningún caso habría
esperado que pudiese ingresar a los pensamientos de alguien con tanta
experiencia y años como Biaggio. De modo que esto cambiaba mucho las cosas en
muchos aspectos.
-
Es
posible que él se haya descuidado por estar muy molesto, pero creo que merece
la pena que hable con el Rybik
-
Tienes
mi permiso -- le dijo Iziaslav
-
Hay
otro asunto pendiente sarì -- dijo Istvan y él asintió para que
continuase -- No es mi intención cuestionarte pero entiendo
que aun no lo has hecho firmar los documentos de cesión
-
No
hay prisa y ciertamente él no sabe nada
-
Pero
podría enterarse o peor aun, alguien podría decidir sacarlo de en medio, porque
sabes que a todos los efectos es tu hijo y mientras no firme…
-
Istvan -- lo interrumpió él --
ustedes firmaron los malditos papeles y eso no ha evitado que los
persigan lo mismo, así que no veo que eso sirva de nada
-
Ak
sarì --
dijo Istvan en forma respetuosa y pidió autorización para retirarse
En cuanto Istvan se marchó, Iziaslav se
volvió hacia la ventana pero miraba sin ver, sus pensamientos corrían en
diversas direcciones y se preguntaba una y otra vez por qué se resistía a
apartar a Dylan de sus vidas, pero la respuesta a eso tardaría todavía algún
tiempo en ser conocida.
Istvan por su parte iba pensando más o
menos el mismo asunto, porque si bien era cierto que en el poco tiempo que
había estado en contacto con el ya muy famoso Rybik no había percibido ningún peligro, era su deber preocuparse
por los asuntos relativos a la familia real y uno de esos asuntos era la
insólita decisión de Lucien de tener un djali cuando sabía en primer lugar que
eso colocaba al susodicho directamente en la línea de sucesión y al mismo nivel
que él e Iyul, y segundo, que Lucien siempre se había negado a hacer
transformaciones. De modo que por todo lo anterior Istvan estaba
justificadamente preocupado y preguntándose qué planes tenía Maikata Priroda
con relación al Rybik pero al igual
que le sucedía a Iziaslav, aquel sería un misterio que aun demoraría algo en
aclarar.
A muchos kilómetros de Illir, se encontraban
reunidos cuatro hombres y por sus expresiones se diría que acababa de morir
alguien. El denso silencio casi podía palparse y al parecer ninguno de los
presentes tenía muchos deseos de romperlo. A pesar de que todos parecían
sumidos en sus negros pensamientos, repentinamente y a la vez levantaron las
cabezas y unos segundos después…
-
Dejavrys [1] -- saludó Istvan haciendo acto de presencia --
¿Misha? -- preguntó mirando a uno de los presentes
-
¿Itlar?
-
¿Yvaylo?
-
Podtverzhdennyy
-
¿Edin?
Istvan cerró brevemente los ojos pero al
abrirlos estos brillaban en forma peligrosa.
-
¿Han
podido determinar qué tanto se extiende el daño?
-
Como
sugeriste y hasta donde pude averiguar, solo nyas -- dijo Edin
-
En
la zona que me asignaste, igual -- agregó Misha
-
Mismo
caso --
dijo Itlar
-
También --
confirmó Yvaylo -- pero hay algunos Lothian involucrados con nyas
Yaroslávich
-
¿Qué? -- preguntó
Istvan con incredulidad
-
Están
siguiéndolos ahora mismo, son pocos pero en el caso de los Lothian no son nyas,
por lo que deduzco que podría haber una especie de alianza entre Lothian y
Savaresce
Estratégicamente hablando aquello habría
sido plausible, pero Istvan conocía lo suficiente a Avitzedek Savaresce como
para saber que bajo ningún concepto y por mucho que odiase a Iziaslav, se
aliaría con Lothian, de modo que aquel ataque debía estar siendo planificado
por alguien más, la pregunta era ¿por quién?
-
¿Los
detenemos? -- preguntó Edin
-
Creo
que deberíamos esperar -- dijo Itlar
-
Coincido
con Itlar, creo que debemos seguirlos y vigilarlos antes de detenerlos --
apuntó Yvaylo
-
Istvan --
dijo Misha llamando su atención
-- no me gusta más que a ti
pensar en esto pero siempre es posible que haya algún Itsliev [5]
implicado
-
Espero
que por el bien de todos no sea así, porque si es, ya sabemos lo que le espera
al desdichado.
-
En
cualquier caso ya ordené doblar la vigilancia sobre Hársady, Hossa y Massarik
para evitar sorpresas -- dijo Yvaylo
-
Bien,
pero necesitamos acabar con esto lo antes posible --
dijo Istvan -- la Evesbriel
[6]
es en unos días y como dijo Yvaylo no queremos sorpresas --
luego dirigió la mirada a Itlar y a Misha --
Ustedes ya saben lo que tienen que hacer, ahora más que nunca.
Dicho esto se despidieron y se
retiraron. Istvan iba pensando que hacía muchos años no se presentaba una
crisis así, pero esperaba resolverlo lo antes posible. Estaba seguro que el
atentado a Lucien era solo la punta del iceberg, todos sabían que él era el sizvitel
más vigilado, de modo que aquello solo había sido una maniobra de distracción
para que concentraran su atención en Lucien y descuidasen a Iyul, pero se
llevarían una pequeña sorpresa si lo intentaban.
Dylan estaba leyendo la prensa cuando
Luciano bajó a desayunar y se alegró de verlo de mejor humor. Después de
saludarlo le lanzó el Canard que había estado leyendo.
-
¿Qué
hay de interesante? -- le preguntó mientras se llevaba una taza a los
labios
-
Tu amigo el Vizconde de Abruzzo se casa de nuevo --
dijo Dylan
-
Pobre
criatura -- dijo Luciano después de echarle una hojeada
al artículo, y después miró a Dylan
-- Este es otro individuo al que
es mejor evitar
-
Descuida,
no es de mi especial agrado y no tiene nada que ver con tu antipatía personal,
ya una vez tuvimos cierto inconveniente porque ambos nos interesamos en la
misma damisela y muy a mi pesar debo decir que salió vencedor.
-
Naturalmente --
dijo Luciano haciéndose a creedor a una mirada venenosa a la que
respondió con su habitual sonrisa burlona
-- Pero no te sientas mal, no
tenías oportunidad porque en realidad el ilustre
Gianfranco Rospigliossi Conde de Abruzzo, es un Devrig
-
¿Qué?
-
Y
no cualquier Devrig, su verdadero nombre es Gianfranco Savaresce --
agregó
Dylan casi se atragantó con el café y
miró a Luciano con incredulidad pensando que había perdido el juicio. El
Vizconde de Abruzzo era uno de los individuos más influyentes en la corte de
Milán, su padre lo había advertido en contra del progenitor de ese sujeto y no había forma de que… detuvo sus
alocados pensamientos y recordó que Sawney Lothian era en realidad Lord Andrew
Keith, Conde de Dunkeld, de modo que después de todo tal vez…
-
No
todo parece lo que es -- murmuró Dylan recordando las palabras de
Iziaslav
-
Ciertamente --
dijo Luciano, aunque Dylan en realidad no hablaba con él -- Así
es que como verás, no tienes por qué sentirte mal, y aunque es posible que
ahora las cosas fuesen diferentes, te sugiero no atravesarte en el camino de
Gianfranco.
-
Espera
un momento, si él es un Devrig, entonces eso significa que su hermano…
-
Sí
por supuesto, Giorgio también lo es.
-
¡Diablos! --
exclamó Dylan y Luciano sonrió
-
Eso
puede aplicarse a Giorgio más que a Gianfranco, y debe alegrarte no conocer al
primero, pero en realidad ninguno de los dos me simpatiza --
dijo en tono burlón
Sin embargo, Dylan no le encontraba lo
gracioso por ningún lugar y más bien le parecía trágico y en extremo peligroso,
porque si aquellos sujetos estaban tan cerca de los círculos de poder, eso
podía resultar catastrófico. Iziaslav le había dicho que era su deber impedir
que ningún Devrig se hiciera con un poder demasiado grande, pero… ¿cómo podían
estar seguros que no estaban influyendo en las decisiones de quienes manejaban
la política? Aquello estaba mal, pensó Dylan, muy mal.
Entre tanto en el salón de un castillo
de la fría Inglaterra, Dylan Danworth era el objeto de conversación y Sawney
Lothian tenía una sonrisa en los labios.
-
De
manera que nuestro amigo el Duque de Livingstone tiene una debilidad --
dijo complacido y miró al hombre sentado frente a él --
Buen trabajo André, ahora solo tenemos que hacerlo regresar
-
Con
todo respeto señor, pero dudo mucho que él quiera volver, al parecer nunca ha
sido especialmente apegado a su patria
-
Tal
vez no a su patria pero sí a otras cosas,
y si su amigo lo necesita volverá
-- revisó de nuevo los papeles
que tenía frente a sí -- Volvió para su boda, luego cuando se enteró
de su accidente y estuvo presente en su segunda boda, de modo que no creo que
resulte tan difícil atraerlo -- hizo silencio un momento y luego agregó -- Sí,
tenemos las cartas a nuestro favor, ahora solo hay que saber como jugarlas.
Sawney volvió a sonreír, Iziaslav le
estaba haciendo las cosas fáciles, había puesto su confianza en alguien que iba
a inclinar la balanza a su favor, porque aquel muchachito arrogante volvería en
cuanto su amigo estuviese en problemas y si aun eso no era suficiente, todavía
tenía otra carta bajo la manga y no dudaría en utilizarla. Sí, definitivamente
el panorama lucía muy prometedor y el trofeo era la cabeza de Iziaslav. El
sujeto volvió a reír y hasta André sintió escalofríos.
En cuanto Luciano se marchó a su cita de
ese día, Dylan abandonó la villa con rumbo a Illir. Iziaslav le había dicho que
podía ir sin ser invitado o si necesitaba verlo y ciertamente necesitaba
hacerlo, porque desde que se enteró en la mañana de la posición que tenían los
Savaresce y recordó la de Lothian, no había estado nada tranquilo.
Fue recibido en la puerta por el
mayordomo y para su sorpresa éste le indicó que podía subir. Dylan no esperó a
que se lo repitieran, subió directo a la cámara de Iziaslav y lo encontró en
compañía de Goran y Mirsad.
-
Señor -- dijo en cuanto traspuso la puerta
-
¡Rybik! --
exclamó Iziaslav
-
Si
soy inoportuno…
-
Déjennos --
ordenó Iziaslav a los dos consejeros y éstos hicieron una inclinación y
abandonaron la estancia
-
No
quería interrumpir señor -- se disculpó Dylan
-
Descuida,
te aseguro que un Covetnik [7]
me dirá hoy lo mismo que ayer y lo mismo que mañana --
dijo en un tono burlón que le recordó a Luciano --
Pero asumo que no vienes porque extrañes mi compañía ¿Cuál es el
problema Rybik?
-
Señor,
hoy me enteré de algo sumamente inquietante
-- y pasó a referirle lo que le
había informado Luciano acerca de los Savaresce y lo que él mismo sabía de
Lothian -- No es mi intención cuestionar su forma de
hacer las cosas pero…
-
Rybik,
entiendo tu preocupación y eso habla bien de ti
-- lo interrumpió Iziaslav -- No
voy a decir que no es un riesgo, lo es, pero del mismo modo que ellos se han acercado
a los centros de poder también lo hemos hecho nosotros, porque es la única
forma de mantenerlos bajo control. Avitzedek demoró bastante en darse cuenta
que la única manera de mantener sus posesiones era aviniéndose a formar parte
de la sociedad civilizada, de manera que tuvimos tiempo suficiente de
posicionar a nuestros propios Devrigs en los lugares más convenientes mucho
antes de que ellos lo hicieran. En el caso de Swaney, lo hizo un poco antes que
Avitzedek pero ya estábamos allí también
-
¿Quiere
decir que hay Devrigs de la familia Yaroslávich en todos esos lugares?
-
Pensé
que sabías que somos los más numerosos, y sí, están en todas partes, o al menos
en las que consideramos más importantes. Siendo como eres un miembro destacado
de la nobleza, sin duda conoces a muchos de ellos, solo que lógicamente no lo sabías,
ahora en cuanto los veas sabrás quiénes son.
Y ciertamente Dylan comenzaba a
preguntarse a cuántos Devrigs habría conocido sin saberlo.
-
No
debería sorprenderte tanto, podemos llevar una vida tan normal como cualquiera, aunque haya sus excepciones y son las que
tratamos de controlar -- guardó silencio un momento y luego con cierta
tristeza comenzó a hablar pero más parecía que lo hiciese consigo mismo que con
Dylan --
Después de tantos años de inútil lucha habría esperado que algo hubiese
cambiado, pero al parecer sigo esperando demasiado. De Swaney casi podría entenderlo,
porque jamás logró controlarse lo suficiente como para tener familia, pero de
Avitzedek… -- dejó la frase inconclusa y estuvo silencioso
durante un rato -- Un padre que ame a sus hijos no puede desear
esa clase de vida para ellos y él tiene tres
Dylan que suponía que Iziaslav seguía
hablando de Savaresce se sorprendió, porque hasta donde sabía, Gianfranco y
Giorgio no tenían más hermanos, pero luego se reprendió a sí mismo, porque por
saber no sabía una maldita cosa, recién se estaba enterando de todo eso y hasta
la fecha había pensado que los hermanos Rospigliossi eran dos y que su padre
vivía retirado en su Villa y no hacía vida social a causa de una vieja dolencia
que le impedía el movimiento.
-
No
seas tan duro contigo mismo, no podías saberlo, como cualquier ser humano
normal sabías lo que ellos querían que los demás supiesen --
dijo Iziaslav -- Pero tienen una hermana, su nombre es
Amaranta y vive en Egipto, que es dónde ha preferido quedarse ya que de ahí
proceden sus raíces y ese vínculo nunca se rompe del todo, así que de una u
otra forma, generalmente buscamos estar en contacto con la tierra que nos vio
nacer
-
Es
decir que no son italianos
-
Los
varones sí, tanto Avitzedek como la madre de los rybiks tienen sus raíces en
esas tierras, pero la madre de Amaranta no. Según las costumbres de las lejanas
tierras que Avitzedek sometió durante tanto tiempo, podía tomar varias esposas
y asumo que al menos a una la amó del mismo modo que a la madre de sus hijos
como para haber concebido a la niña.
Dylan se sentía confuso, hasta ese
momento se había imaginado a los Savaresce y a los Lothian solo como enemigos
sin rostro, figuras oscuras y anónimas. Pero de pronto estos habían adquirido vida, forma y hasta sentimientos. Si
bien Dylan seguía en conflicto por el asunto de no decidir sí era o no un ser
humano, hasta hacía solo unos instantes en ningún caso se habría planteado que
ellos lo fuesen, pero ahora…
-
El
hecho de que seamos enemigos no los hace diferentes a nosotros --
dijo Iziaslav siguiendo el curso de sus pensamientos --
Sienten, sufren, aman y odian del mismo modo que lo hacemos nosotros. Su
mayor desventaja radica en haberse alejado de la racionalidad y haber visto
nuestra maldición como una ventaja que ciertamente nunca fue tal. Sin embargo,
los Savaresce alcanzaron cierto nivel de consciencia o al menos algunos de
ellos, algo que nunca sucedió con los Lothian
-
¿Pero
entonces…? -- Dylan no sabía cómo plantear su pregunta
-
Lo
bueno y lo malo son conceptos subjetivos Rybik, todo depende de quién lo mire y
de los parámetros con los que se mida una acción. Por ejemplo, Avitzedek no se
vio en el conflicto en el que me vi yo cuando me enamoré de otra mujer y que me
llevó a cometer uno de mis mayores errores, porque en su caso y según su estilo
de vida y costumbres, podía tener a más de una esposa. De modo que para
nosotros algo inaceptable, para ellos es normal y viceversa. Es por ello que
constituirnos en jueces de la conducta humana es una posición no solo arrogante
sino que siempre tenderá al fracaso, ya que las acciones y reacciones están
sujetas a las circunstancias particulares de cada quien.
-
Pero
hay cosas que están mal se miren como se miren
-- dijo Dylan --
Querer adueñarse del mundo por ejemplo, no puede estar bien.
-
No,
no lo está, pero en primera instancia ten en cuenta de la época de la que
procedemos, donde la norma era la supervivencia del más apto y tristemente el
hombre es una de las creaciones de la naturaleza que siempre tendrá la
necesidad de demostrar su superioridad sobre las demás especies, y es
justamente eso lo que va a destruirlos.
-
Pero
usted lo entendió e intenta cambiar las cosas
-- Iziaslav lo miró con una
sonrisa triste
-
¿Tienes
idea de cuánto tiempo me llevó entenderlo? Y en mi caso conté con una ayuda que
no tuvieron ellos, y en el caso del humano común, no tendrá tanto tiempo.
Aquella no era una idea alentadora y
Dylan se negaba a aceptar que los hombres estuviesen destinados al fracaso.
-
No
podemos evitar todos los males pero podemos ayudar a que sean menos --
dijo Iziaslav y Dylan lo miró
-- Es lo que hace un Lovet
¿recuerdas?
-
Pues
si esa es la forma en la que podemos contribuir a evitar tanta destrucción,
entonces quiero hacerlo señor
Una sonrisa de triunfo se dibujó en los
labios de Iziaslav, pero su alegría fue sustituida de inmediato por la
preocupación.
-
Solo
necesito un poco de tiempo -- prosiguió Dylan --
Antes de mi transformación yo tenía una vida y en ella estaba incluido
un amigo de la infancia que está pasando por unos malos momentos ahora. He
retrasado mi viaje por distintas razones pero no quiero retrasarlo más.
-
¿Sabes
a lo que te estás arriesgando?
-
Sí
señor, pero estoy seguro que ella no representa ningún peligro
-
Una
Siglair siempre será un peligro para un Devrig
-
Aunque
así fuese, Kendall sigue siendo mi amigo.
-
Sabes
que no puedes desobedecer una orden mía ¿no?
-- y Dylan asintió --
Podría impedírtelo pero no lo haré. Respeto y admiro la lealtad y solo
voy a pedirte una cosa, no te pongas en riesgo y no permitas que Lucien se
acerque a ella.
-
No
lo haré, le prometo que si veo algún peligro abandonaré Inglaterra de
inmediato. En cuanto a Luciano no debe preocuparse, porque pienso ir solo
-
Creo
que no lo conoces bien, en cuestión de terquedad te lleva unos cuantos años de
ventaja
-
Suponiendo
que no pueda impedirle ir conmigo, él sabe mejor que yo que no debe acercarse a
ella y no creo que tenga deseos de hacerlo.
-
Bien,
confío en tu palabra
-
Gracias
señor
-
Y
deben estar de vuelta antes del solsticio de invierno
-
¿Por
qué?
-
Es la Evesbriel y espero verte
allí --
aunque Dylan se sorprendió, asintió
-
Estaremos
de vuelta para entonces -- se despidió pero antes de salir Iziaslav lo
detuvo y él volvió la cabeza
-
Cuídate
Rybik
-
Lo
haré señor
En cuanto Dylan abandonó la estancia,
Iziaslav cerró los ojos y se preguntó si había hecho bien, pero
independientemente de si lo había hecho o no, enseguida mandó a llamar a Istvan
que estuvo allí tan pronto como le fue posible.
-
¿Sarì?
-
Quiero
hablar con Yvaylo -- Istvan asintió sin cuestionar la orden, se
acercó a la ventana, cerró los ojos y varios minutos después apareció Yvaylo
-
Sarì --
saludó el chico doblando la rodilla
-
Quiero
que dejes cualquier cosa que estés haciendo Yvaylo, a partir de ahora respondes
por la vida de Dylan Danworth
-
Como
ordenes sarì
Si a Yvaylo le pareció extraña la orden
no dio ni la más mínima muestra de ello, y en el caso de Istvan, se había
estado esperando algo como aquello desde hacía varios días, solo que no
esperaba que asignara a alguien como Yvaylo Sesviatsky precisamente para esa
tarea, pero como las órdenes de Iziaslav no se discutían, ambos hombres
desaparecieron sin decir nada más.
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