Bodas de Sangre

Bodas de Sangre
Una vez superados los obstáculos ayudado en su mayor parte por Dylan, Kendall logró finalmente contraer matrimonio con Sophie. Después de la boda, Dylan emprenderá un nuevo, inesperado e insólito camino a través de un mundo del que no tenía ni idea de su existencia, mientras que la nueva pareja parte rumbo a Inglaterra para dar comienzo a un matrimonio que todos se preguntan cómo va a terminar siendo que dio inicio con unas Bodas de Sangre

domingo, 6 de julio de 2014

Cap. 25 Historias…



Janos era uno de los Devrigs más ecuánimes y menos dado a provocar o a participar en problemas de ninguna especie. Había sido uno de los primeros capaces de controlar sus instintos, tal vez entre otras cosas por el hecho de haber sido antes de su transformación un individuo más racional que el común de su época. De allí que algunos Devrigs en el pasado hubiesen sustentado la opinión de que era poco peligroso y esto los había conducido directamente al desastre.

Pero a pesar de todo, si había algo que Janos toleraba poco y mal era cualquier cosa que tuviese que ver o a cualquier sujeto que se apellidase Savaresce. La razón para esto era que Janos Dvòrak había contraído nupcias con Anitchka Yaroslávich, y ésta había sido secuestrada menos de una semana después de que la ceremonia se llevase a cabo.  

Nadie, salvo quizá Iziaslav habría podido entender el odio visceral que sentía Janos por cualquier miembro de aquella familia. Janos casi había enloquecido cuando se dieron cuenta que Anitchka había sido secuestrada y tanto él como Iziaslav intentaron ir a recuperarla, pero el padre de Iziaslav que entre otras muchas cosas era el ser más miserable y cruel que hubiese conocido en su vida se los impidió, porque estaban a punto de entrar en batalla por otro estúpido pedazo de tierra. Para entonces Janos estaba por cumplir diecinueve años e Iziaslav era más joven aun, porque solo contaba con dieciséis, de modo que nada pudieron hacer sin arriesgarse a incurrir en la ira del déspota a quien debían obedecer, y si Iziaslav tal vez habría podido salvarse, con toda seguridad Janos no pero a la larga habría preferido no hacerlo, porque unos días después Savaresce envió la cabeza de Anitchka.

Si Janos había estado a punto de enloquecer cuando la secuestraron, en aquel momento de hecho lo hizo, y si Iziaslav y Milorad –el padre de los aykeris Korsacov- no hubiesen estado allí para evitarlo, se habría quitado la vida. Durante mucho tiempo creyó que no podría vivir con aquel enorme dolor pero la vida se encargó de demostrarle que sí podía. Pasó algún tiempo antes de que pudiese llevar una vida más o menos normal, pero donde antes había habido un joven alegre y lleno de esperanzas, ahora había un sujeto lleno de odio y cuya única meta era acabar con todos los Savaresce.

Iolan Yaroslávich murió y su hijo asumió el poder, y siendo que era una hechura de su difunto padre las cosas no cambiaron mucho, siguieron guerreando y expandiendo sus dominios. Aunque Janos nunca olvidó su objetivo, alcanzó cierto grado de serenidad gracias a las muchas y largas conversaciones con Milorad Korsacov que era hijo de un Levjaner e iba camino a convertirse en uno, pero nunca más volvió a enamorarse. Dieciocho años después de la muerte de Anitchka, fueron alcanzados por la maldición y aun hoy, miles de años después, seguía odiando a los Savaresce con la misma intensidad.

En aquel momento Giorgio se giró y sus ojos se encontraron, pero este contacto duró apenas unos pocos segundos, suficientes para que Giorgio experimentase el malestar de siempre.

-         No soporto a ese sujeto  --  dijo Giorgio

-         Tú soportas a muy pocas personas aparte de ti mismo  --  dijo Massimo Zanini, un amigo suyo  --  ¿De quién hablas ahora?

-         Del lacayo de Iziaslav  --  dijo él con odio

-         Pues puedes odiarlo todo lo que quieras, pero al igual que con todas las cabezas coronadas de esta sala, es alguien con quien no debes meterte

-         Si me dan una oportunidad…  --  dijo con sonrisa maligna y dejando la frase inconclusa

-         Giorgio, puedo estar de acuerdo contigo en muchas cosas, pero no lo hagas. Por si lo has olvidado ese fue el hombre que en cuestión de minutos mató a treinta sujetos sin agitarse mucho incluido Lorenzo Ciampi, y creo que el infeliz ni siquiera tuvo oportunidad de defenderse. Así que si hay alguien peligroso en este lugar después de Istval Korsacov, es Janos Dvòrak, así que olvida el asunto

-         Que Lorenzo haya sido un imbécil no me convierte a mí en uno

-         Vamos Giorgio, tú y yo sabemos que Lorenzo no era ningún imbécil y por el contrario era bastante hábil y lo demostró en muy distintas oportunidades. Si no quieres reconocer que Janos lo es mucho más es tu problema, pero opino igual que tu padre, tu arrogancia es la que va a matarte, porque en algún momento cometerás un error y serás historia.

Misha que estaba siguiendo la conversación de aquel par de joyas sonrió y esperaba ser él quien estuviese cerca cuando aquel desgraciado cometiese el mencionado error, porque nada le daría más placer que ser él quien clavase su Dykari en el cuello del muy bastardo.

En otra área del enorme salón, Zsa Zsa intentaba con muy poco éxito llamar la atención de Dylan, y en un momento en el que estaba a pocos pasos de él, Iyul se atravesó en su camino y en los ojos de la chica se reflejó el miedo.

-         Kasny dunheit larsèvirier  --  logró articular

-         Normalmente me trae sin cuidado lo que hagas Zsa Zsa, pero si te le acercas no tendrás tiempo suficiente para arrepentirte  --  y sin agregar nada más le dio la espalda y se alejó

Una vez superada la sorpresa y el susto, Zsa Zsa se permitió respirar de nuevo, miró con decepción hacia Dylan pero por mucho que aquel hombre le gustase no estaba dispuesta a arriesgarse, porque una cosa era Lucien y otra muy distinta su hermano. Ya Iyul la había hecho encerrar en una oportunidad por un período de treinta años, y como no había nada más lejos de sus deseos que molestar al príncipe, miró a Dylan pensando en la mejor forma de hacerlo sin que Iyul se enterase. Desde luego no podía ser allí y ahora, pero ya encontraría la forma. Sin embargo, un minuto después aparecieron frente a ella un par de ojos tan profundamente azules como el cielo nocturno y que siempre la hacían sentir desnuda.

-         Zdravi Zsa Zsa

-         Zdravi Istval

-         Te sugiero prestar atención a la advertencia que acaban de hacerte kandly [1]

-         ¿Tú también vas a amenazarme?

-         No, pero como presumo que no te gustaría pasar otra temporada en Zatvor, es por lo que te hago la sugerencia

Zsa Zsa le dio la espalda y se marchó mientras Istval la seguía con la mirada. Istval Korsacov no era la clase de sujeto dado a los sentimentalismos, pero aquella condenada muchachita siempre le había producido la misma incomodidad, y aunque suponía que era por las circunstancias en las que la había conocido, después de tantos años aun no lograba deshacerse de eso. Istval había sido quien encontrase a los hermanos Varhidi después que habían sido atacados, y si bien Zsiga estaba en pésimas condiciones, la pequeña Zsa Zsa estaba mucho peor. Inicialmente cuando los encontró pensó que habían sido atacados por alguna bestia salvaje, y aunque en su opinión el desdichado que lo había hecho lo era, tardó unos segundos en darse cuenta que había sido un ataque Devrig, de modo que los trasladó hasta el Haigala [2] y estuvo pendiente de su progreso, ya que los Lijeniks habían dicho que al menos la chica tenía pocas posibilidades de salvarse. Sin embargo lo logró, y posteriormente fueron trasladados al Valkinka [3]  hasta que estuvieron en condiciones de recordar quiénes eran.

Una vez que los chicos estuvieron fuera de peligro y que habían dado las señas de su agresor, Istval emprendió una tenaz cacería hasta que dio con el bastardo y sin mayores trámites se había desecho de él. A los Varhidi se les asignó un Zsameni, pero aquel par de chicos dieron toda clase de problemas durante el período de adaptación y él mismo había estado a punto de quitarle la cabeza a Zsiga en más de una oportunidad, pero siempre se decía que ellos no tenían la culpa de ser como eran, ya que el responsable de su transformación había sido un psicópata y era inevitable que ellos exhibieran ese comportamiento. Sin embargo, ya habían pasado muchísimos años de eso y aunque habían moderado su conducta, eventualmente se veían incursos en crímenes de naturaleza salvaje, y aunque Istval siempre encontraba excusas para ellos, uno de esos crímenes era el que había dado lugar a que Iyul ordenase que Zsa Zsa fuese enviada Zatvor sin que él pudiese evitarlo, porque no se discutían las órdenes de un príncipe con razón o sin ella.

-         ¿No crees que ya es tiempo de que dejes de sentirte responsable por los Varhidi?

-         Al parecer cuando adoptas estúpidamente a un nya, es algo de lo que no puedes deshacerte tan fácilmente

-         Hace mucho que dejaron de ser nyas, y tú nunca fuiste su Zsameni  --  Krasmir lo miró durante unos segundos y luego agregó  --  Eres un Lovet Istval, y esa ledzidy es quizá una de las personitas menos recomendable de nuestro universo

-         No digas estupideces Krasmir

-         no las cometas

Quizá fue un buen asunto que Kramisr desapareciese de su vista en ese momento, porque Istval tenía verdaderos deseos de sacudirlo, porque lo que acababa de decir en opinión de Istval era una soberana idiotez. Si algo no le faltaba a Istval eran mujeres al por mayor, de modo que aquello era ridículo.


Una vez que Istvan había recibido la orden de Iziaslav, se había retirado unos pasos y había extendido el campo energético sobre él y Lucien, y había dado órdenes a Yvaylo de hacerse cargo de cualquier posible eventualidad mientras él estaba ocupado. 

En cuanto Iziaslav estuvo seguro que Istvan había hecho lo que le había ordenado, miró a su hijo.

-         Te escucho syn

Luciano había pensado en muchas y muy distintas maneras de cómo plantear aquello que le preocupaba, y sabiendo como sabía que aquel sujeto no era especialmente afecto a escuchar que se discutieran sus órdenes fuesen éstas de la naturaleza que fueren, no llegó a tomar una decisión de cómo hacerlo. Pero ahora que estaban allí, tenía que decirlo como saliese.

-         Sé que has pasado toda tu vida en guerra y no dudo de tu experiencia en esa materia, pero llevas años pregonando la necesidad de detenerla, de tener una vida medianamente normal o por lo menos civilizada. Sé del mismo modo que crees tener siempre la razón, pero tú mismo nos enseñaste que todos nos equivocamos en algún momento. No voy a decir que estoy feliz con lo que me sucedió y posiblemente si le hubiese sucedido a Giulio yo habría reaccionado del mismo modo que lo hicieron ustedes, pero yo pienso un poco más allá, en el futuro  --  hizo una breve pausa y se lanzó con lo que realmente quería decir  --  El destierro de los Lothian quizá consideres que es el justo castigo por lo que me hicieron, pero en primer lugar no todos son culpables, puedo entender que Lothian debe hacerse responsable por los miembros de su familia, pero el resto de ellos no tienen por qué pagar por el crimen de uno o de unos cuantos desgraciados, aunque sepamos de hecho que ninguno puede sentir ningún aprecio por nosotros. De modo que con su destierro, aparte de una injusticia estás propiciando muchas más ¿Cuánto tiempo crees que puedan soportar lejos de sus hogares? Eso suponiendo que realmente se hayan marchado. Piensa un poco, en breve comenzaran a regresar y se verán en la necesidad de matar a todo Yaroslávich que se encuentren, porque para ellos será cuestión de matar o morir, e igual matarán a los Savaresce porque siempre tendrían miedo de ser denunciados por ellos. Y aparte de todo lo anterior ¿Has pensado en el enorme problema que les estás endilgando a los ingleses? ¿Qué sucederá cuando comiencen a tener ataques en masa? ¿O es que piensas que tantos Devrigs descontrolados y concentrados en una misma área no causaran una serie de asesinatos que nadie podrá evitar?  --  Luciano guardó un breve silencio y luego agregó  --  Sé que siempre haces lo que te parece, pero en esta ocasión te lo estoy pidiendo por el bien de mis hermanos, por el de ellos mismos y por el de los pobres desventurados que morirán inútilmente.

Iziaslav había estado esperando aquello prácticamente desde que Lucien se había presentado allí. No solo porque conocía a su hijo mejor que nadie, con la posible excepción de Janos, sino porque aun a pesar de lo que Lucien pudiese pensar, él se había estado planteando las mismas interrogantes. Él era un sujeto que aunque había aprendido a controlarse, todavía en ocasiones en las que se veía sometido a un enorme dolor como el que le había causado lo que le habían hecho a su hijo, reaccionaba en forma tan visceral como le era característico a su naturaleza y las consecuencias podían ser desastrosas. Sin embargo, después que se había calmado y cuando comenzó a recibir los informes de la cantidad de Devrigs que habían sido enviados a Zatvor o que habían muerto por el incumplimiento de la orden, comenzó a plantearse la inconveniencia de la misma. De modo que Lucien acababa de no solo de hacerse eco de su propia consciencia, sino que le había dado una solución políticamente aceptable.

-         Syn, es posible que no me creas pero ya había estado pensando en ello  --  y Luciano lo miró con sorpresa  --  No voy a poner condiciones para hacer lo que me pides, pero a pesar de ello sigo pensando que alguien debe pagar por esto

-         Pero ya mataste al responsable, y muchos más han muerto a raíz de esto

-         Sí, pero el verdadero responsable sigue siendo Swaney, de modo que aunque acepte revocar la orden de destierro para los miembros de su familia, la de él seguirá vigente  --  se hizo un breve silencio y luego preguntó  --  ¿Estás de acuerdo?

Luciano había estado pensando que aquello era mejor que nada y mucho más de lo que se hubiese atrevido a esperar, porque aunque Swaney Lothian no dejaría de ser un problema, al menos los demás podrían regresar a sus lugares de origen y las cosas continuarían de manera medianamente normal. Pero se sorprendió en grado superlativo cuando Iziaslav le preguntó si estaba de acuerdo, porque normalmente no pedía opinión a nadie.

-         ¿Syn?

-         Sí… gracias

-         Aunque los Lothian tienen mucho que agradecerte, porque a pesar de haberlo estado pensando si tú no me lo hubiese pedido posiblemente no habría tomado nunca la decisión, espero que estés consciente y sobre todo preparado para que ni te lo agradezcan ni se muestren más inclinados a apreciarte, y por el contrario deberás esperar toda clase de venganzas en tu contra y en la de todos nosotros.

-         Estoy claro en ello y no espero que se muestren agradecidos, se que por el hecho de ser quien soy siempre generaré el mismo deseo en todos ellos.

-         Dum horiani nym  kicyk sizvitel [4] --  dijo Iziaslav con enorme tristeza y colocando las manos sobre los hombros de su hijo

-         Descuida, alguien me dijo recientemente que soy príncipe por designio de un poder superior tanto si me gusta como si no, y que todos los que portamos una corona siempre estaremos en peligro. Pero siendo que no tuve elección, entonces procuraré hacer algo para que las cosas funcionen de la mejor manera posible.

A pesar de que Iziaslav procuraba respetar la privacidad de sus hijos y no invadía sus pensamientos en la medida de lo posible, no tuvo reparos en hacerlo en ese momento, porque aunque le cabían pocas dudas con respecto a quién había sido ese alguien, al confirmarlo y no solo eso sino muchas otras cosas que vio de las conversaciones entre ellos, se sintió en deuda con Dylan. Sin duda el Rybik tenía más que merecidos la confianza y el afecto que le profesaba su hijo y la que se había ganado de él mismo.

-         Sé que tal vez espero mucho al seguir teniendo esperanzas de recuperar tu amor, pero de momento me conformo con que sepas que siempre estaré aquí para ti en cualquier circunstancia.

Como Luciano no encontró nada que decir, o al menos nada que le gustase especialmente, solo se limitó a asentir con un gesto.

-         ¿Puedo retirarme?

-         Claro syn, ve a  divertirte  --  Luciano comenzó a alejarse pero se detuvo y se volvió hacia Iziaslav que aun lo miraba

-         Dhavjà Svaralnik

Ahora fue Iziaslav quien no encontró nada que decir y aunque no se suponía que tuviese que responder nada al agradecimiento de su hijo, sintió un nudo en la garganta al verlo esbozar una tenue sonrisa que no podía creer que estuviese dirigida a él. De modo que suprimió la distancia, lo envolvió en un apretado abrazo y después de darle un beso en la cabeza lo dejó libre.

Ni Iyul ni Janos sabían lo que había sucedido, pero independientemente de ello, ambos se sintieron enormemente felices al ver el gesto de Iziaslav, pero más aun porque Lucien no lo había rechazado. A Dylan que también lo había visto, se le dibujó una sonrisa en los labios y pensó que después de todo si aquello no significaba que su amigo hubiese perdonado a su padre, al menos quizá lo ponía en el camino correcto para ello.

Los Lovets que habían presenciado la escena también se sintieron satisfechos, pero el resto de los asistentes solo se preguntaban qué demonios estaba pasando allí, y en algunos casos se sintieron preocupados, porque las tirantes relaciones entre padre e hijo en su equivocada opinión, contribuían a su causa fuere esta cual fuere.


[1] Kandly: Niña
[2] Haigala: Hospital
[3] Valkinka: Albergue
[4] Dum horinai nym kycik sizvitel: Lo siento mi pequeño príncipe

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