Janos era uno de los Devrigs
más ecuánimes y menos dado a provocar o a participar en problemas de ninguna
especie. Había sido uno de los primeros capaces de controlar sus instintos, tal
vez entre otras cosas por el hecho de haber sido antes de su transformación un
individuo más racional que el común de su época. De allí que algunos Devrigs en
el pasado hubiesen sustentado la opinión de que era poco peligroso y esto los
había conducido directamente al desastre.
Pero a pesar de todo, si había
algo que Janos toleraba poco y mal era cualquier cosa que tuviese que ver o a
cualquier sujeto que se apellidase Savaresce. La razón para esto era que Janos
Dvòrak había contraído nupcias con Anitchka Yaroslávich, y ésta había sido
secuestrada menos de una semana después de que la ceremonia se llevase a cabo.
Nadie, salvo quizá Iziaslav
habría podido entender el odio visceral que sentía Janos por cualquier miembro
de aquella familia. Janos casi había enloquecido cuando se dieron cuenta que
Anitchka había sido secuestrada y tanto él como Iziaslav intentaron ir a
recuperarla, pero el padre de Iziaslav que entre otras muchas cosas era el ser
más miserable y cruel que hubiese conocido en su vida se los impidió, porque
estaban a punto de entrar en batalla por otro estúpido pedazo de tierra. Para
entonces Janos estaba por cumplir diecinueve años e Iziaslav era más joven aun,
porque solo contaba con dieciséis, de modo que nada pudieron hacer sin
arriesgarse a incurrir en la ira del déspota a quien debían obedecer, y si
Iziaslav tal vez habría podido salvarse, con toda seguridad Janos no pero a la
larga habría preferido no hacerlo, porque unos días después Savaresce envió la
cabeza de Anitchka.
Si Janos había estado a punto
de enloquecer cuando la secuestraron, en aquel momento de hecho lo hizo, y si
Iziaslav y Milorad –el padre de los aykeris Korsacov- no hubiesen estado allí
para evitarlo, se habría quitado la vida. Durante mucho tiempo creyó que no
podría vivir con aquel enorme dolor pero la vida se encargó de demostrarle que
sí podía. Pasó algún tiempo antes de que pudiese llevar una vida más o menos
normal, pero donde antes había habido un joven alegre y lleno de esperanzas,
ahora había un sujeto lleno de odio y cuya única meta era acabar con todos los
Savaresce.
Iolan Yaroslávich murió y su
hijo asumió el poder, y siendo que era una hechura de su difunto padre las
cosas no cambiaron mucho, siguieron guerreando y expandiendo sus dominios.
Aunque Janos nunca olvidó su objetivo, alcanzó cierto grado de serenidad
gracias a las muchas y largas conversaciones con Milorad Korsacov que era hijo
de un Levjaner e iba camino a convertirse en uno, pero nunca más volvió a
enamorarse. Dieciocho años después de la muerte de Anitchka, fueron alcanzados
por la maldición y aun hoy, miles de años después, seguía odiando a los
Savaresce con la misma intensidad.
En aquel momento Giorgio se
giró y sus ojos se encontraron, pero este contacto duró apenas unos pocos
segundos, suficientes para que Giorgio experimentase el malestar de siempre.
-
No soporto a ese sujeto -- dijo Giorgio
-
Tú soportas a muy pocas personas aparte de ti mismo --
dijo Massimo Zanini, un amigo suyo
-- ¿De quién hablas ahora?
-
Del lacayo de Iziaslav -- dijo él con odio
-
Pues puedes odiarlo todo lo que quieras, pero al igual que con todas las
cabezas coronadas de esta sala, es alguien con quien no debes meterte
-
Si me dan una oportunidad… -- dijo con sonrisa maligna y dejando la frase
inconclusa
-
Giorgio, puedo estar de acuerdo contigo en muchas cosas, pero no lo hagas.
Por si lo has olvidado ese fue el hombre que en cuestión de minutos mató a
treinta sujetos sin agitarse mucho incluido Lorenzo Ciampi, y creo que el
infeliz ni siquiera tuvo oportunidad de defenderse. Así que si hay alguien
peligroso en este lugar después de Istval Korsacov, es Janos Dvòrak, así que
olvida el asunto
-
Que Lorenzo haya sido un imbécil no me convierte a mí en uno
-
Vamos Giorgio, tú y yo sabemos que Lorenzo no era ningún imbécil y por el
contrario era bastante hábil y lo demostró en muy distintas oportunidades. Si
no quieres reconocer que Janos lo es mucho más es tu problema, pero opino igual
que tu padre, tu arrogancia es la que va a matarte, porque en algún momento
cometerás un error y serás historia.
Misha que estaba siguiendo la
conversación de aquel par de joyas
sonrió y esperaba ser él quien estuviese cerca cuando aquel desgraciado
cometiese el mencionado error, porque nada le daría más placer que ser él quien
clavase su Dykari en el cuello del muy bastardo.
En otra área del enorme salón,
Zsa Zsa intentaba con muy poco éxito llamar la atención de Dylan, y en un
momento en el que estaba a pocos pasos de él, Iyul se atravesó en su camino y
en los ojos de la chica se reflejó el miedo.
-
Kasny dunheit larsèvirier -- logró articular
-
Normalmente me trae sin cuidado lo que hagas Zsa Zsa, pero si te le acercas
no tendrás tiempo suficiente para arrepentirte
-- y sin agregar nada más le dio
la espalda y se alejó
Una vez superada la sorpresa y
el susto, Zsa Zsa se permitió respirar de nuevo, miró con decepción hacia Dylan
pero por mucho que aquel hombre le gustase no estaba dispuesta a arriesgarse, porque
una cosa era Lucien y otra muy distinta su hermano. Ya Iyul la había hecho
encerrar en una oportunidad por un período de treinta años, y como no había
nada más lejos de sus deseos que molestar al príncipe, miró a Dylan pensando en
la mejor forma de hacerlo sin que Iyul se enterase. Desde luego no podía ser
allí y ahora, pero ya encontraría la forma. Sin embargo, un minuto después
aparecieron frente a ella un par de ojos tan profundamente azules como el cielo
nocturno y que siempre la hacían sentir desnuda.
-
Zdravi Zsa Zsa
-
Zdravi Istval
-
Te sugiero prestar atención a la advertencia que acaban de hacerte kandly [1]
-
¿Tú también vas a amenazarme?
-
No, pero como presumo que no te gustaría pasar otra temporada en Zatvor, es
por lo que te hago la sugerencia
Zsa Zsa le dio la espalda y se
marchó mientras Istval la seguía con la mirada. Istval Korsacov no era la clase
de sujeto dado a los sentimentalismos, pero aquella condenada muchachita
siempre le había producido la misma incomodidad, y aunque suponía que era por
las circunstancias en las que la había conocido, después de tantos años aun no
lograba deshacerse de eso. Istval había sido quien encontrase a los hermanos
Varhidi después que habían sido atacados, y si bien Zsiga estaba en pésimas
condiciones, la pequeña Zsa Zsa estaba mucho peor. Inicialmente cuando los
encontró pensó que habían sido atacados por alguna bestia salvaje, y aunque en
su opinión el desdichado que lo había hecho lo era, tardó unos segundos en
darse cuenta que había sido un ataque Devrig, de modo que los trasladó hasta el
Haigala [2]
y estuvo pendiente de su progreso, ya que los Lijeniks habían dicho que al
menos la chica tenía pocas posibilidades de salvarse. Sin embargo lo logró, y
posteriormente fueron trasladados al Valkinka
[3]
hasta que estuvieron en
condiciones de recordar quiénes eran.
Una vez que los chicos
estuvieron fuera de peligro y que habían dado las señas de su agresor, Istval
emprendió una tenaz cacería hasta que dio con el bastardo y sin mayores
trámites se había desecho de él. A los Varhidi se les asignó un Zsameni, pero
aquel par de chicos dieron toda clase de problemas durante el período de
adaptación y él mismo había estado a punto de quitarle la cabeza a Zsiga en más
de una oportunidad, pero siempre se decía que ellos no tenían la culpa de ser
como eran, ya que el responsable de su transformación había sido un psicópata y
era inevitable que ellos exhibieran ese comportamiento. Sin embargo, ya habían
pasado muchísimos años de eso y aunque habían moderado su conducta,
eventualmente se veían incursos en crímenes de naturaleza salvaje, y aunque
Istval siempre encontraba excusas para ellos, uno de esos crímenes era el que
había dado lugar a que Iyul ordenase que Zsa Zsa fuese enviada Zatvor sin que
él pudiese evitarlo, porque no se discutían las órdenes de un príncipe con
razón o sin ella.
-
¿No crees que ya es tiempo de que dejes de sentirte responsable por los
Varhidi?
-
Al parecer cuando adoptas
estúpidamente a un nya, es algo de lo que no puedes deshacerte tan fácilmente
-
Hace mucho que dejaron de ser nyas, y tú nunca fuiste su Zsameni -- Krasmir
lo miró durante unos segundos y luego agregó
-- Eres un Lovet Istval, y esa
ledzidy es quizá una de las personitas menos recomendable de nuestro universo
-
No digas estupideces Krasmir
-
Tú no las cometas
Quizá fue un buen asunto que
Kramisr desapareciese de su vista en ese momento, porque Istval tenía verdaderos
deseos de sacudirlo, porque lo que acababa de decir en opinión de Istval era
una soberana idiotez. Si algo no le faltaba a Istval eran mujeres al por mayor,
de modo que aquello era ridículo.
Una vez que Istvan había recibido
la orden de Iziaslav, se había retirado unos pasos y había extendido el campo
energético sobre él y Lucien, y había dado órdenes a Yvaylo de hacerse cargo de
cualquier posible eventualidad mientras él estaba ocupado.
En cuanto Iziaslav estuvo
seguro que Istvan había hecho lo que le había ordenado, miró a su hijo.
-
Te escucho syn
Luciano había pensado en
muchas y muy distintas maneras de cómo plantear aquello que le preocupaba, y
sabiendo como sabía que aquel sujeto no era especialmente afecto a escuchar que
se discutieran sus órdenes fuesen éstas de la naturaleza que fueren, no llegó a
tomar una decisión de cómo hacerlo. Pero ahora que estaban allí, tenía que
decirlo como saliese.
-
Sé que has pasado toda tu vida en guerra y no dudo de tu experiencia en esa
materia, pero llevas años pregonando la necesidad de detenerla, de tener una
vida medianamente normal o por lo menos civilizada. Sé del mismo modo que crees
tener siempre la razón, pero tú mismo nos enseñaste que todos nos equivocamos
en algún momento. No voy a decir que estoy feliz con lo que me sucedió y
posiblemente si le hubiese sucedido a Giulio yo habría reaccionado del mismo
modo que lo hicieron ustedes, pero yo pienso un poco más allá, en el
futuro -- hizo una breve pausa y se lanzó con lo que
realmente quería decir -- El destierro de los Lothian quizá consideres
que es el justo castigo por lo que me hicieron, pero en primer lugar no todos
son culpables, puedo entender que Lothian debe hacerse responsable por los
miembros de su familia, pero el resto de ellos no tienen por qué pagar por el
crimen de uno o de unos cuantos desgraciados, aunque sepamos de hecho que
ninguno puede sentir ningún aprecio por nosotros. De modo que con su destierro,
aparte de una injusticia estás propiciando muchas más ¿Cuánto tiempo crees que
puedan soportar lejos de sus hogares? Eso suponiendo que realmente se hayan
marchado. Piensa un poco, en breve comenzaran a regresar y se verán en la
necesidad de matar a todo Yaroslávich que se encuentren, porque para ellos será
cuestión de matar o morir, e igual matarán a los Savaresce porque siempre
tendrían miedo de ser denunciados por ellos. Y aparte de todo lo anterior ¿Has
pensado en el enorme problema que les estás endilgando a los ingleses? ¿Qué
sucederá cuando comiencen a tener ataques en masa? ¿O es que piensas que tantos
Devrigs descontrolados y concentrados en una misma área no causaran una serie
de asesinatos que nadie podrá evitar?
-- Luciano guardó un breve
silencio y luego agregó -- Sé que siempre haces lo que te parece, pero
en esta ocasión te lo estoy pidiendo por el bien de mis hermanos, por el de
ellos mismos y por el de los pobres desventurados que morirán inútilmente.
Iziaslav había estado
esperando aquello prácticamente desde que Lucien se había presentado allí. No
solo porque conocía a su hijo mejor que nadie, con la posible excepción de
Janos, sino porque aun a pesar de lo que Lucien pudiese pensar, él se había
estado planteando las mismas interrogantes. Él era un sujeto que aunque había
aprendido a controlarse, todavía en ocasiones en las que se veía sometido a un
enorme dolor como el que le había causado lo que le habían hecho a su hijo,
reaccionaba en forma tan visceral como le era característico a su naturaleza y
las consecuencias podían ser desastrosas. Sin embargo, después que se había
calmado y cuando comenzó a recibir los informes de la cantidad de Devrigs que
habían sido enviados a Zatvor o que habían muerto por el incumplimiento de la
orden, comenzó a plantearse la inconveniencia de la misma. De modo que Lucien
acababa de no solo de hacerse eco de su propia consciencia, sino que le había
dado una solución políticamente aceptable.
-
Syn, es posible que no me creas pero ya había estado pensando en ello -- y
Luciano lo miró con sorpresa -- No voy a poner condiciones para hacer lo que
me pides, pero a pesar de ello sigo pensando que alguien debe pagar por esto
-
Pero ya mataste al responsable, y muchos más han muerto a raíz de esto
-
Sí, pero el verdadero responsable sigue siendo Swaney, de modo que aunque
acepte revocar la orden de destierro para los miembros de su familia, la de él
seguirá vigente -- se hizo un breve silencio y luego
preguntó -- ¿Estás de acuerdo?
Luciano había estado pensando
que aquello era mejor que nada y mucho más de lo que se hubiese atrevido a esperar,
porque aunque Swaney Lothian no dejaría de ser un problema, al menos los demás
podrían regresar a sus lugares de origen y las cosas continuarían de manera
medianamente normal. Pero se sorprendió en grado superlativo cuando Iziaslav le
preguntó si estaba de acuerdo, porque normalmente no pedía opinión a nadie.
-
¿Syn?
-
Sí… gracias
-
Aunque los Lothian tienen mucho que agradecerte, porque a pesar de haberlo
estado pensando si tú no me lo hubiese pedido posiblemente no habría tomado
nunca la decisión, espero que estés consciente y sobre todo preparado para que
ni te lo agradezcan ni se muestren más inclinados a apreciarte, y por el
contrario deberás esperar toda clase de venganzas en tu contra y en la de todos
nosotros.
-
Estoy claro en ello y no espero que se muestren agradecidos, se que por el
hecho de ser quien soy siempre generaré el mismo deseo en todos ellos.
-
Dum horiani nym kicyk sizvitel [4]
-- dijo Iziaslav con enorme tristeza y
colocando las manos sobre los hombros de su hijo
-
Descuida, alguien me dijo recientemente que soy príncipe por designio de un
poder superior tanto si me gusta como si no, y que todos los que portamos una
corona siempre estaremos en peligro. Pero siendo que no tuve elección, entonces
procuraré hacer algo para que las cosas funcionen de la mejor manera posible.
A pesar de que Iziaslav
procuraba respetar la privacidad de sus hijos y no invadía sus pensamientos en
la medida de lo posible, no tuvo reparos en hacerlo en ese momento, porque
aunque le cabían pocas dudas con respecto a quién había sido ese alguien, al confirmarlo y no solo eso
sino muchas otras cosas que vio de las conversaciones entre ellos, se sintió en
deuda con Dylan. Sin duda el Rybik tenía más que merecidos la confianza y el afecto
que le profesaba su hijo y la que se había ganado de él mismo.
-
Sé que tal vez espero mucho al seguir teniendo esperanzas de recuperar tu
amor, pero de momento me conformo con que sepas que siempre estaré aquí para ti
en cualquier circunstancia.
Como Luciano no encontró nada
que decir, o al menos nada que le gustase especialmente, solo se limitó a
asentir con un gesto.
-
¿Puedo retirarme?
-
Claro syn, ve a divertirte --
Luciano comenzó a alejarse pero se detuvo y se volvió hacia Iziaslav que
aun lo miraba
-
Dhavjà Svaralnik
Ahora fue Iziaslav quien no
encontró nada que decir y aunque no se suponía que tuviese que responder nada
al agradecimiento de su hijo, sintió un nudo en la garganta al verlo esbozar
una tenue sonrisa que no podía creer que estuviese dirigida a él. De modo que
suprimió la distancia, lo envolvió en un apretado abrazo y después de darle un
beso en la cabeza lo dejó libre.
Ni Iyul ni Janos sabían lo que
había sucedido, pero independientemente de ello, ambos se sintieron enormemente
felices al ver el gesto de Iziaslav, pero más aun porque Lucien no lo había
rechazado. A Dylan que también lo había visto, se le dibujó una sonrisa en los
labios y pensó que después de todo si aquello no significaba que su amigo
hubiese perdonado a su padre, al menos quizá lo ponía en el camino correcto
para ello.
Los Lovets que habían
presenciado la escena también se sintieron satisfechos, pero el resto de los
asistentes solo se preguntaban qué demonios estaba pasando allí, y en algunos
casos se sintieron preocupados, porque las tirantes relaciones entre padre e
hijo en su equivocada opinión, contribuían a su causa fuere esta cual fuere.
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