Cinco
años habían transcurrido desde la sangrienta boda de Sophie y Kendall, ahora
ambos residían en Darnley, tenían dos hijos sanos y hermosos, y la vida
aparentemente les sonreía, pero no dejaba de ser una sonrisa bañada por las lágrimas.
Un
año después de la boda, Marie la esposa de su tío Maurice, enfermó gravemente y
no sobrevivió al siguiente invierno, por lo que Maurice se sintió destrozado.
Phillipe había viajado a Francia y pasó todo ese año sin regresar a Inglaterra,
algo que Sophie comprendió, ya que sabía que su padre no quería dejar solo a
Maurice.
Al
año siguiente la que enfermó fue Brenda, Sophie se dedicó en cuerpo y alma a
atenderla y alivió en gran medida su sufrimiento, pero finalmente había muerto
también. Esto abatió a Kendall de manera salvaje y estuvo en cama durante
varios días. Y ahora, Sophie se preparaba para asistir al funeral de Lord
Arlington, quien no había sobrevivido a su esposa sino algo más de un año, lo
que no sabían era si su muerte había sido accidental como aparentemente era,
porque había caído por un desfiladero cuando paseaba a caballo, o si en
realidad se había lanzado por voluntad propia, ya que desde la muerte de su
esposa no había vuelto a ser el mismo.
Los
Arlingthon habían vuelto a Francia un año después de su boda y se habían hecho
el propósito de hacerlo todos los años, pero esto se vio interrumpido por los
embarazos de Sophie y por la muerte de Brenda. Y aquel año que pensaban volver,
habían tenido que suspender el viaje por la repentina muerte de William
Arlingthon.
A
pesar de todo esto, Sophie se esforzaba por llevar una vida normal y que su
familia fuese feliz. Brian, el hijo mayor de Kendall ya tenía nueve años y
había aceptado a Sophie como su madre sin ningún problema. A pesar de que ya
tenía cuatro años cuando Sophie llegó a su vida, la natural dulzura de la chica
y el decidido empeño en brindar cariño y cuidados al niño, habían hecho que se
ganase con rapidez el afecto del mismo.
Cuando
habían hecho el viaje a Francia, habían llevado a Brian con ellos. Aquello no
era lo usual, ya que los niños solían permanecer en sus casas hasta que
cumplían la edad reglamentaria para empezar a socializar, pero los Arlingthon
habían decidido que tendrían otra clase de relación con sus hijos y habían
comenzado por llevarse a Brian con ellos. El niño había disfrutado mucho de la
experiencia y Kendall no podía estar más feliz. Felicidad que aumentó en forma
desmedida cuando pocos días después de regresar de aquel viaje, Sophie le
anunció que estaba embarazada.
Aunque
Kendall había querido una niña, Sophie dio a luz un varón pero no por eso él se
sintió menos dichoso. Era un hermoso bebé rubio como su padre, pero con los
ojos azul oscuro como los de Sophie y le dieron por nombre Christopher. Pocos
días antes de que Christopher cumpliese su primer año, nació Derek quien
resultaría ser como lo comprobarían tiempo después, una copia fiel y exacta de
su padre hasta en el último de los detalles.
Durante
todos aquellos años, Kendall había intentado ponerse en contacto con Dylan,
pero había resultado imposible. Desde el día de su boda, no solo no había
vuelto a verlo, sino que no había tenido ni una sola noticia de él. No había
respondido a sus innumerables cartas, nunca leían su nombre en la prensa, y
nadie parecía saber nada de él. Kendall se había puesto en comunicación con el
administrador de Livingstone y éste le había informado escuetamente que el
Duque estaba de viaje. Esto hizo que Kendall llegase a considerar la
posibilidad de escribir al Conde Cagliari, pero pudo más su antipatía por aquel
sujeto que el deseo de saber de su amigo, por lo que finalmente desechó la
idea.
Ahora
mientras los Arlingthon recibían las condolencias durante el penoso funeral de
Lord Arlingthon, Sophie estaba a punto de decirle a Kendall que descansase un
momento, cuando quedó paralizada al escuchar una voz que llevaba cinco largos
años sin escuchar.
-
Créeme que lo lamento mucho Kendall
Éste
que ya estaba cansado de tantos fríos y poco sinceros apretones de mano, tenía
la vista perdida en algún lugar del Salón pero la enfocó velozmente en quien le
estaba hablando.
-
¿Dylan?
A
continuación se olvidó de la formalidad y abrazó a su amigo. En medio del
enorme dolor que estaba sintiendo, el ver a Dylan había sido como si un
repentino rayo de sol entrara en el oscuro Salón.
-
¡Por todos los cielos hombre! --
exclamó -- ¿Dónde te habías metido?
-
De viaje, ya sabes que no me gusta la
inactividad.
-
Pero al menos pudiste haber contestado a
mis cartas
-
Tampoco se me da bien eso de escribir
mucho
-
¿Mucho? Con una miserable línea habría
bastado. Pero bueno, lo importante es que estás bien. Espero que pienses
quedarte aunque sea un tiempo.
-
Solo unos días, como ya dije no me gusta
la inactividad
Después
de este breve diálogo, Dylan se dignó mirar a Sophie, algo que ella había
estado temiendo desde el momento en que reconoció su voz recordando de manera
muy vívida, cómo se había sentido la última vez que la había mirado.
-
Lady Arlingthon --
dijo extendiendo su mano mientras ella ofrecía la suya y él se inclinaba
rozándola apenas con los labios
-
Lord Danworth
Durante
el tiempo que Dylan y Kendall se habían estado saludando, Sophie había estado
mirando con atención a Dylan, llegando a la rápida conclusión de que el hombre
que tenían ante sí distaba mucho del que habían conocido, y ahora al darse
valor para mirarlo a los ojos, se sorprendió por la total ausencia de vida en
ellos.
En
opinión de Sophie, Dylan en realidad nunca había sido un niño, pero a pesar de
que cuando se habían encontrado en Francia había visto a un apuesto aunque
irritante joven, había en él algo muy vital y ciertamente sus ojos solían
transmitir mucho. Sin embargo, ahora era como si no hubiese nada tras ellos, y
todo su aspecto era de una frialdad suprema que rebasaba en mucho la natural
frialdad inglesa. Seguía siendo groseramente apuesto, de eso no había duda, pero
si antes había sido distante ahora era simplemente inalcanzable. Lo que llevó a
Sophie a concluir que si cinco años atrás, su amigo de la infancia había estado
sepultado debajo de toda esa frialdad, ésta había terminado por matarlo del
todo.
Sophie
sintió una gran pena por todo esto, mientras que Kendall parecía no haber
notado ningún cambio y simplemente estaba muy contento de que su amigo hubiese
regresado.
Pero…
¿Qué había sucedido con Dylan durante todo aquel tiempo? ¿Por qué había
decidido regresar en aquel momento? Y sobre todo ¿Cómo afectaría a la vida de
sus amigos? Eran preguntas cuyas respuestas estaban sujetas a un destino
previamente trazado y del que tal vez habrían preferido escapar.
Anotado el blogs favoritos, Listo!!!
ResponderEliminarComo siempre muuuuuuy bien :) Las publicaciones seguiran siendo diarias supongo no? :p jajaja
Aqui seguiremos al pie del cañon, hasta la proxima :D xoxox
Buen día Keila...
Eliminar:-) me alegra!!! Y sí seguiré publicando a diario aunque no sé qué les sucedió a las chicas de "Divas" que no hicieron el anuncio :-/ Sin embargo, ya comencé y no voy a detenerme, así q podrás seguir leyendo a diario :-D...
mil gracias amiga y no vemos en el sig... kisses :-)...