Dylan casi había perdido la
paciencia con Luciano, llevaba dos días discutiendo con él por el mismo asunto
y decidió que ya tenía suficiente. Lo había intentado todo para hacerle
entender sus motivos, pero él consideraba todo eso inapropiado y una absoluta
necedad de su parte exponerse de aquel modo. Sin embargo, cuando se disponía a
salir lo encontró en la puerta.
-
Ya es suficiente Luciano, iré así lo creas conveniente o no
-
Ya lo sé, pero no irás sin mí.
-
Veamos, sostienes que es una locura
-- dijo con los restos de su
moribunda paciencia -- ¿Puedes decirme entonces por qué demonios…?
-
Porque se me da la gana y te recuerdo que no estás
en posición de discutir -- dijo él con toda la tranquilidad del mundo
Y había sido así como Luciano había
terminado acompañándolo, pero al llegar a Livingstone Dylan expuso sus
condiciones.
-
Acepté
que vinieses pero por ningún motivo te acercarás a ella
-
Créeme
que no muero por hacerlo
Dylan marchó a Darnley y lamentó de
veras la situación con la que se encontró. Sin embargo, y aunque estaba viendo
el estado en el que se encontraba Kendall, no se acercó de inmediato sino que
estuvo un rato observándolos. Kendall estaba desecho y cabizbajo, apenas si
prestaba atención a quienes se le acercaban, mientras que Sophie exhibía una
belleza triste, sus ojos estaban enrojecidos y aunque seguían siendo hermosos,
estaban marcados por el sufrimiento. A su lado se encontraba el hijo mayor de
Kendall, y Dylan vio con facilidad que estaba preocupado por su madre, mientras
ella lo estaba por Kendall. Cuando vio que pensaba enviarlo a descansar,
decidió finalmente acercarse. Después del saludo que pareció devolver algo de
vida a su amigo, se enfrentó a Sophie. Su corazón comenzó a latir con
desenfrenó al encontrarse con sus ojos, pero cinco años de práctica en el ejercicio
de suprimir sus emociones surtieron su efecto y logró vadear la tempestad que
se agitaba en su interior. No obstante, se sintió muy incómodo cuando vio que
ella estaba sintiendo lástima por él. Lástima que sin duda no merecía, aunque
podía coincidir con ella en que faltaba vida
en sus ojos, pero no en su interior.
Dylan los acompañó hasta que finalizó la
inhumación de Lord Arlingthon, pero cuando se estaba despidiendo Kendall
protestó.
-
No
estoy dispuesto a aceptar que te marches
-
Kendall
entiendo que no es el mejor momento
para…
-
¡Al
diablo con eso! -- lo interrumpió Kendall -- Llevas
cinco malditos años fuera y ahora no vas a…
-
Kendall -- lo
interrumpió Sophie con suavidad colocando una mano sobre su brazo --
Quizá Lord Danworth tenga otros asuntos que atender, o tal vez necesite
descansar después del viaje.
-
No
se trata de eso lady Arlingthon -- dijo él conservando la fría formalidad --
pero ustedes sí necesitan hacerlo
Dylan miró a Sophie con preocupación al
verla estremecerse, porque siendo que estaban al inicio del invierno, le
pareció que no iba lo suficientemente abrigada. Su primer impulso fue quitarse
la capa para cubrirla, pero aquello no habría sido procedente.
-
Es
mejor que vayas a casa Kendall, Lady Arlingthon podría enfermar con estas
temperaturas.
Kendall miró a su esposa y acto seguido
hizo lo que Dylan había estado a punto de hacer, pero luego de esto y mientras
caminaban, miró a su amigo.
-
Quédate
a cenar con nosotros -- le pidió
Esa no había sido la intención de Dylan,
si bien era cierto que pensaba pasar algún tiempo con Kendall, éste no incluía
a Sophie. Sin embargo, no pudo ignorar la súplica muda de Kendall y terminó por
claudicar.
A cierta distancia de ellos, Yvaylo
ahogó una maldición, porque ya le había costado bastante mantener las emociones
de Dylan a raya y había esperado que una vez terminadas las exequias él volviese
a Livingstone, pero aquel rybik era decididamente obstinado.
Una vez en la casa, Sophie se excusó y
subió a ver a los niños, lo que fue un alivio para Dylan cuyo corazón ya estaba
exhausto por un latir tan prologadamente violento. Kendall se acercó a la
licorera y luego de servir dos copas, se volvió hacia su amigo.
-
¿Dónde
te habías metido? ¿Por qué no contestaste ninguna de mis cartas? --
preguntó con un deje de reproche en su voz
-
Ya
te lo dije, he estado viajando. Apenas
hace unos días que leí tus cartas y aquí me tienes.
-
A
estas alturas ya debes conocer el mundo entero, pero me pregunto qué te ha
hecho nuestra tierra para que la evites con tanto ahínco.
-
Como
ya lo dije también, no me gusta la inactividad.
-
Nunca
te gustó. Aun recuerdo que querías un bote para remontar el río --
dijo Kendall y Dylan sonrió al recordar aquello
-
Al
menos cumplí mi sueño y he remontado algunos
-- ambos rieron pero luego la
expresión de Kendall se volvió seria y Dylan supo sin ningún esfuerzo lo que
venía
-
¿Cuándo
piensas casarte Dylan?
-
Cuando
lo estime conveniente
-
¿Conveniente?
¡Tienes treinta y dos años!
-
No
necesito que me lo recuerdes, soy perfectamente consciente de mi edad
Dylan pensó con cierta diversión que
mientras Kendall ya comenzaba a pensar que pronto sería un “anciano”, Iziaslav
y la mayoría de los Devrigs a los que conocía lo consideraban un rybik.
-
Dylan
tienes una responsabilidad, necesitas un heredero ¿recuerdas?
-
Kendall,
deja que yo me preocupe por eso
-
Pero
es que parece no preocuparte
Dylan supo que por ese camino no llegarían
a ninguna parte, porque evidentemente Kendall había sido absorbido por los
convencionalismos tanto de la época como de su educación. De modo que lo miró a
los ojos y por primera vez experimentó lo que era manipular la mente de un ser
humano y no pudo dejar de sorprenderse de la facilidad con la que lo había hecho,
porque unos segundos después Kendall estaba hablando de banalidades tales como la
temporada social en Londres y parecía haberse olvidado de la urgencia de que su
amigo contrajese matrimonio.
Entre tanto, Sophie había ido a ver a sus
hijos y mientras se entretenía un rato
con ellos antes de que les llegase la hora de dormir, notó que Brian lucía
preocupado.
-
¿Madre,
puedo preguntarte algo? -- preguntó el niño cuando vio que ella lo
miraba
-
Claro
Brian
-
¿Quién
es ese hombre?
Por algún motivo Sophie no necesitó que
Brian aclarase a quién se estaba refiriendo, porque estaba segura que hablaba
de Dylan. Sin embargo, fue cuidadosa para responder.
-
Imagino
que te refieres a Lord Danworth -- le dijo y el chico asintió --
Como debes saber es uno de nuestros vecinos y es un amigo de la infancia
de tu padre
-
No
me gusta, es… frío y… peligroso
A pesar de que estaba sorprendida,
Sophie no lo demostró. No le extrañaba que Brian lo hubiese encontrado frío,
después de todo Dylan nunca se había destacado por su calidez, pero… ¿Peligroso? Eso no tenía mucho sentido y menos
viniendo de Brian que por lo general estaba siempre dispuesto a ver el lado
positivo de las personas. Aún así intentó no darle mayor importancia, porque en
cualquier caso Brian no tendría que verlo mucho.
Una vez que los niños estuvieron en sus
camas, abandonó la habitación para dirigirse a la suya y cambiarse para la
cena, pero cuando iba a mitad de pasillo se detuvo y se volvió.
-
¿Brian? --
preguntó, pero nadie le respondió
Con una extraña sensación se volvió y
continuó hacia su habitación, pero había estado segura que alguien estaba tras ella. En cuanto la puerta se cerró, Yvaylo
maldijo por lo bajo de nuevo.
-
¿Cómo
pude olvidar que esta Ledzidy es una Vidmagy?
[1] -- se
preguntó
Sin embargo, dejó de cuestionarse eso y
volvió al salón, pero ya tenía claro que aquella vidmagy representaba un
positivo peligro, tal vez no tuviese desarrolladas todas sus capacidades pero
seguía siendo no solo una vidmagy sino una Siglair, y debía aparte de proteger
al Rybik, mantener a salvo al sizvitel.
La cena transcurrió en armonía, aunque
Sophie casi no participó de la conversación y contestó con apenas algo más que
monosílabos cuando Dylan le preguntó por su familia. Una vez concluida ésta, se
excusó de nuevo y los dejó solos. Mucho rato después Dylan se despidió y
quedaron en ir a montar al día siguiente. Cuando Kendall entró a su habitación y
vio que Sophie seguía despierta tuvo la intención de hablarle acerca del trato
con Dylan pero luego decidió dejarlo así, era evidente que algo entre ellos se
había roto y que la amistad y el afecto que los había unido de niños, había
dejado de existir.
Kendall se levantó muy temprano y Sophie
se sorprendió cuando lo vio entrar al comedor con ropas de montar.
-
Kendall,
está helando -- le dijo
-
No
te preocupes mi amor, aun no ha comenzado a nevar, así que aun se puede
cabalgar sin peligro -- le aseguró él
-
Pero
no vas a llevar a Brian
-
No,
por supuesto que no
Después de desayunar se despidió de su
esposa dándole un beso en la frente y se marchó. Ya el palafrenero le tenía la
montura lista, de modo que se subió a ella y se dirigió al punto de encuentro,
pero cuando se acercó su buen humor se esfumó al ver que Dylan iba acompañado
del desagradable Conde de Cagliari. Mientras cabalgaba hacia ellos reajustó su
expresión y exhibió sus buenos modales de siempre.
-
Conde,
Dylan no me dijo que contaríamos con su compañía
-
Un
descuido imperdonable de su parte naturalmente, ya que le negó la posibilidad
de negarse a aceptarla Lord Arlingthon
Kendall maldijo para sus adentros,
porque aquel individuo aparte de desagradable, era además inteligente.
-
Algo
que no habría sucedido sin duda alguna
-- dijo Kendall y luego miró a
Dylan que parecía estar divirtiéndose -- ¿No te parece una pésima época del año para
traer de visita a alguien acostumbrado a las cálidas temperaturas de su tierra?
-
No,
y la verdad es que este sujeto es bastante resistente -- dijo
Dylan y Luciano sonrió mientras Dylan pensaba que en realidad él procedía de un
lugar mucho más frío
-
Todas
las estaciones tienen su belleza Lord Arlingthon -- y
luego agregó justamente lo que Dylan estaba pensando -- Y
es probable que se sorprenda usted pero yo nací en Rusia, y le aseguro que
incluso el otoño en algunos lugares de mi tierra es mucho menos benigno que el
invierno de ustedes.
Ciertamente Kendall estaba sorprendido y
se preguntaba por qué demonios había nacido en Rusia. Sin embargo, su natural
discreción le impidió preguntar y aunque Luciano sabía perfectamente lo que se
estaba preguntando, decidió dejarlo con la intriga.
Recorrieron una buena extensión de las
tierras de Darnley, aunque en aquel momento el paisaje no era especialmente
vistoso, pero como la intención no había sido la de un paseo turístico sino
pasar tiempo y conversar con Dylan, ninguno había prestado mayor atención al
paisaje. A pesar de que Kendall siempre
se había mostrado poco dispuesto a aceptar a Luciano Frenceschi, no pudo
sustraerse a la natural simpatía y habilidad para la conversación de éste y
lograron pasar una mañana bastante agradable. Luciano era capaz de hablar de
temas tan diversos como historia, filosofía, arte, política o cualquier otra
cosa con la misma amenidad, lo que hacía imposible que alguien se aburriese a
su lado. Al final del paseo Kendall pensó que sería una enorme grosería invitar
a Dylan a cenar y no hacer la invitación extensiva a Luciano.
-
Te
esperamos esta noche para la cena
-- le dijo a Dylan antes de
despedirse, y luego miró a Luciano
-- Naturalmente usted también
está invitado Conde, estoy seguro que a mi esposa le encantará conocerlo.
-
Aunque
sin duda ella no me recuerda, ya tuve el placer de conocer a Lady Arlingthon en
oportunidad de su boda, y aunque le agradezco muchísimo su invitación me temo
que no podré aceptarla, porque ya tengo un compromiso adquirido con
anterioridad Lord Arlingthon
-
Entiendo,
será en otra ocasión -- dijo Kendall, después de lo cual se despidió
y marcharon en distintas direcciones
-
¿Compromiso
adquirido con anterioridad? -- preguntó Dylan en tono burlón
-
Quizá
te habría parecido mejor si le dijese que no podía ir a su casa porque su
esposa es una bruja que puede descubrirme y matarme ¿no? --
dijo él con la voz cargada de ironía
-
Habría
sido interesante ver su reacción
-
¡Infeliz!
Ambos rieron y marcharon a Livingstone,
pero apenas llegaron Dylan experimentó un rechazo instantáneo.
-
¿Qué
sucede? -- preguntó Luciano
-
Mi
madre --
dijo él con tono helado y dándose la vuelta se alejó de la casa
Lo último que Dylan quería era ver a
aquella mujer, porque si antes no había sentido especial afecto por ella, en
las actuales circunstancias sentía mucho menos, pero se había olvidado que
siendo que el invierno había comenzado, era natural que ella fuese a
Livingstone. Sin embargo, nada lo obligaba a verla.
-
¿Y
dónde piensas ir?
-
Tengo
otras muchas propiedades
-
Pero
no están precisamente cerca --
dijo Luciano -- y si tu amigo el Duque…
-
Kendall
no vendrá, nunca le ha gustado mucho Livingstone y menos aun si sabe que ella
está aquí. Créeme, le tiene aun menos simpatía que yo
Luciano entendió, porque según todo lo
que sabía de aquella mujer y sabía bastante, dudaba que alguien pudiese sentir simpatía por ella.
Esa misma noche Dylan se encargó de
advertir a Kendall de la presencia de su madre para evitar contratiempos,
porque como le había dicho Luciano, era posible que a Kendall no le gustase ir
cuando era niño pero ya era un hombre y los padres de Dylan ya no estaban allí,
de modo que podía decidir ir inopinadamente.
Durante los próximos días, Kendall y
Dylan se vieron a diario, y Dylan estuvo de visita en su casa muchas veces,
pero en casi todas evitaba hablar con Sophie y el único incidente incómodo que
se suscitó fue el día que conoció a los niños.
Al mayor ya lo había visto en el
funeral, pero no le había prestado mucha atención, sin embargo, cuando se lo
presentaron de manera formal tuvo la clarísima impresión de que no le resultaba
agradable al chico. Dylan notó también que los tres hijos de Kendall guardaban
mucho parecido con su padre, los tres eran rubios y de ojos azules, pero
mientras el mayor tenía los ojos y el cabello más claros que los de su padre,
Christopher el segundo, tenía los ojos de un azul profundo como los de Sophie,
y Derek el menor, era una copia en miniatura
de Kendall.
Dylan había sido invitado ese día mucho
más temprano con la intención de que compartiese con los niños, pero mientras
Christopher y Derek se habían mostrado parlanchines, especialmente el menor
aunque no se le entendía mucho lo que decía, no hubo forma de que Brian dijese
más que unos pocos monosílabos a pesar de que Kendall hizo todo cuanto pudo por
involucrarlo en la conversación.
Un par de noches más tarde después de
finalizada la cena, Sophie estaba por retirarse como de costumbre cuando el
mayordomo le avisó a Kendall que su administrador necesitaba verlo con
urgencia, de modo que Sophie se vio en la obligación de quedarse a hacer
compañía a Dylan.
-
No
es necesario que se moleste Lady Arlingthon, puedo esperar a Kendall solo -- le
dijo una vez que Kendall había abandonado la estancia
-
No
es una molestia y solo cumplo con mis obligaciones como anfitriona
-
Pero
repito que no es necesario
-
¡Oh
sí, sí lo es! -- dijo ella mirándolo --
Especialmente con usted que gusta o al menos gustaba en el pasado, de
recordarme cuál era el comportamiento que debía observar una dama
Una pálida sonrisa asomó a los labios de
Dylan y Sophie creyó ver algo del
Dylan que había conocido por un breve lapso de tiempo, pero esta desapareció
casi en seguida.
-
Me
alegra ver que aprendió usted a conducirse apropiadamente y que es usted una
esposa y madre abnegada -- dijo él
Las mejillas de Sophie se colorearon,
aunque no tenía idea de la razón para ello y esto hizo que Dylan desease salir
corriendo, porque se veía en exceso hermosa. Como atraído por imán se acercó a
ella y vio que la cadena que le había dado aun pendía de su cuello. Su mano
había comenzado a izarse en dirección a su cuello cuando la voz de Sophie lo
detuvo.
-
¿Qué
sucedió contigo Dylan?
Por un momento sus miradas hicieron
contacto y Dylan sintió que una necesidad violenta se desataba en su interior,
mientras que a Sophie le pareció que el mundo comenzaba a girar en forma
vertiginosa. Sin embargo, en ese momento regresó Kendall, Sophie murmuró una
apresurada disculpa pero no pudo avanzar porque comenzó a caer. En forma
automática Dylan estiró los brazos y la sujetó, lo que fue aun peor al menos
para él, porque al sentir su piel, su olor y su calor tan cerca, pensó en
alzarla y llevársela de allí. Sus labios tenían necesidad de aquella boca, su
piel gritaba por una caricia de aquellas manos y su sangre hervía en sus venas
haciendo que su corazón estuviese a punto de estallar y la necesidad de
poseerla se hizo inmanejable. Pero Kendall se abalanzó hacia ellos sujetando a
Sophie y él se hizo a un lado.
-
Será
mejor que me retire ahora, debes atender a tu esposa y espero que esté
bien --
logró decir antes de salir apresuradamente de allí
Una vez afuera y cuando el frío aire
invernal lo golpeó, Dylan se sujetó precariamente a la balaustrada porque aun
se sentía mareado.
A solo unos metros, Yvaylo lo miraba con
horror y estaba listo para actuar, ya que estaba seguro que el Rybik iba a
perder el sentido en cualquier momento, pero vio que lograba recuperar el
equilibrio.
Dylan esperó unos segundos antes de
comenzar a caminar y mientras lo hacía pensó que había estado a punto de
cometer una enorme locura. Se sintió horrorizado porque había estado solo a un
paso de besar a la esposa de su mejor amigo y sabía con absoluta certeza que si
lo hubiese hecho no habría podido detenerse solo en un beso. De modo que tomó
la decisión de abandonar Inglaterra de inmediato. Finalmente todos habían
tenido razón, estar cerca de Sophie era un peligro, pero no en el sentido que
ellos habían pensado.
Eh de confesarte que en esta historia me enredo un poco por los nombres de algunos personjes pero oyeeeee esta buena la historia, entre Dylan y Sophie ya se veia algo en la 1ra parte pero ahora que "Dylan cambio" y eso de que se sienta atraido por ella en vez de rechazarla x ser una "bruja" me gusta, me gusta :P
ResponderEliminarBuenas noches Keila...
EliminarLamento mucho saber eso y solo espero que esa circunstancia no te haga dejarla :-/... Sin embargo y por otra parte, me alegra que aun a pesar de lo anterior la sigas encontrando interesante :-)... no obstante, yo en tu lugar no me alegraría mucho, recuerda que Sophie está casada y nada más y nada menos que son un sujeto a quien Dylan considera casi su hermano, así q no hay posibilidad de nada :-(...
mil gracias por seguir aquí Kelia... nos leemos en una próxima oportunidad... kisses...
Dejarla a estas alturas jajajajja para nada, me confundo en la pronunciacion de ciertos nombres pero no en la trama, hmmmm ok Sophie esta casada con Kendall pero como ya mencionaste en el siguiente capitulo ella tiene un sentimiento x Dylan que ni ella misma sabe :p
EliminarPero bueno ya veremos cual es el destino que les impuso la escritora, hasta el proximo diuuuu
Me a gustado mucho este capitulo aver como siguen los siguientes pobre dylan ama a sophie aver aver que pasa
ResponderEliminarHooooola Josefa...
EliminarMe alegra saber de ti :-).... y me complace mucho q te siga gustando la historia :-D...
con respecto a Dylan creo q el único q se negaba a darse por enterado de lo q siente era él, pero ahora le quedó muy claro aunque eso solo represente un mayor sufrimiento, xq como dije antes, Sophie es la esposa de su mejor amigo :-/... ya veremos qué les depara el destino...
gracias de nuevo Josefa... nos leemos en una próxima oportunidad... kisses...