Bodas de Sangre

Bodas de Sangre
Una vez superados los obstáculos ayudado en su mayor parte por Dylan, Kendall logró finalmente contraer matrimonio con Sophie. Después de la boda, Dylan emprenderá un nuevo, inesperado e insólito camino a través de un mundo del que no tenía ni idea de su existencia, mientras que la nueva pareja parte rumbo a Inglaterra para dar comienzo a un matrimonio que todos se preguntan cómo va a terminar siendo que dio inicio con unas Bodas de Sangre

jueves, 19 de junio de 2014

Cap. 09 Iziaslav…



Iyul y Dylan entraron al Dvorets, entregaron sus capas al mayordomo y luego de saludar el hombre se dirigió Iyul.

-          Larsèvirier, nym Sozdatel’ lo espera en su cámara particular

Iyul asintió y caminó hacia las escaleras. A Dylan  le agradó el hecho de que los colores allí parecían ser menos explosivos que en los otros Dvorets. En las paredes había algunas pinturas, pero casi total ausencia de los recargados mosaicos bizantinos. Lo que si notó en gran cantidad fue porcelana china, o al menos se le hacían muy parecidas a las piezas que había visto cuando estuvo en ese país.

Llegaron ante una puerta de doble hoja sumamente ornamentada con lo que a Dylan le pareció filigranas de oro macizo. Los dos guardias que estaban ante la puerta hicieron la misma inclinación y le dirigieron a Iyul el mismo respetuoso saludo que le había dado el mayordomo y Dylan se preguntó que querría decir Larsèvirier, pero tendría que esperar para preguntárselo luego.

-          Espera un momento aquí  --  le dijo Iyul y él asintió

Dylan se volvió sin siquiera mirar el lugar por donde había desaparecido Iyul y se dedicó a mirar la decoración. Sin embargo, casi inmediatamente sintió que se abrían de nuevo las puertas y escuchó.

-          Puedes pasar

De modo que Dylan traspuso el umbral y se encontró en una estancia tan enorme como todo lo demás. Había sillones, mesas de distintos tamaños con muchos adornos y de pie cerca de la ventana estaban tres hombres, Iyul y dos más. Sin embargo, antes de que pudiese tomar una decisión acerca de quién podía ser Iziaslav, escuchó la orden y no le quedó duda.

-          Déjanos Goran  --  y uno de los sujetos abandonó la estancia por otra puerta  --  Acércate  --  y Dylan obedeció
-          Sozdatel’  --  saludó inclinándose a la manera cortesana

Pero siendo curioso como era, una vez que se incorporó de nuevo miró con detenimiento al individuo. Era tan alto como sus hijos, con el cabello negro azulado y bastante más largo de lo que Dylan hubiese esperado. Tenía los ojos que según le pareció a Dylan, eran de un azul medianoche pero para su mayor asombro y mientras lo miraba éstos cambiaron a un azul bastante más claro. Tenía largas y rizadas pestañas y una barba al ras de la piel, pero aparte de todo esto,  Dylan pensó que  casi parecía hermano de Iyul.

-          Levyiram priyatel [1]  --  dijo Iziaslav y Dylan vio que Iyul elevaba una ceja
-          Spasivo Sozdatel’  --  agradeció Dylan suponiendo que aquello sería alguna clase de aludo de bienvenida

El sujeto sonrió y ahora Dylan sí se sorprendió, porque con la sonrisa se hacía notorio el parecido con sus hijos y aunque el mismo no era tan marcado como el que existía entre Iyul y Luciano, sin duda lo había. Sin embargo, y aun sabiendo que aquel era el padre de sus amigos, a Dylan se le dificultaba mucho verlo como tal debido a que aquel individuo se había quedado en la treintena si mal no recordaba lo que le había referido Iyul, de manera que como había pensando apenas verlo, más parecía el hermano de éstos que su progenitor.

-          Gracias Syn, ahora déjanos solos  --  dijo Iziaslav mirando a su hijo y sacando a Dylan de sus pensamientos

Aunque a Iyul no le parecía tan buena idea hacerlo le era imposible negarse, de modo que hizo una inclinación de cabeza y se retiró.

-          Siéntate  --  le ordenó Iziaslav pero como Dylan estaba bien instruido en asuntos de protocolo esperó a que él lo hiciese y luego lo hizo él
-          Había olvidado que eres un Lord inglés
-          Bueno al menos lo era  --  dijo Dylan con su natural franqueza
-          Lo sigues siendo y lo seguirás siendo toda tu vida priyatel  --  y Dylan volvió a preguntarse qué significaría aquello
-          Lo más aproximado sería amigo  --  dijo Iziaslav y Dylan se dijo que era un imbécil y debía tener cuidado  --  No te serviría de nada, no conmigo  --  siguió él  --  En cuanto a lo que querías saber, larsèvirier significa Alteza  --  y de nuevo Dylan se sorprendió, porque ciertamente lo había pensado pero estaba al otro lado de la puerta y a bastante distancia  --  Eso carece de importancia

Dylan siempre había sido un sujeto práctico y directo toda su vida, de modo que ahora lo era mucho más, así que dejó de preocuparse por lo que pensaba, porque si de cualquier manera él iba a saberlo entonces no tenía caso preocuparse, y en ese momento Iziaslav sonrió de nuevo, con lo que Dylan se reafirmó en su idea de que Luciano tenía la misma sonrisa.

-          ¿De veras te lo parece?
-          ¡Oh sí señor!  --  dijo él
-          Te llevas bien con él según entiendo
-          Bueno, la verdad es que puede llegar a ser un cretino muy irritante, pero en líneas generales sí  --  Iziaslav rió al escuchar aquello

Dylan no era consciente de que por mucho menos de lo que él acababa de decir, muchos Devrigs habían terminado muertos.

-          Me gustaría que pasases unos días aquí  --  dijo Iziaslav después de un momento
-          Se lo agradezco  --  dijo, pero en forma automática se preguntó la razón
-          No tengo mucha compañía, o al menos ninguna que me agrade de manera especial, así que si no te importa

Dylan pensó que aunque le importase no estaba en posición de negarse.

-          No, pero me gustaría que fuese porque quieres hacerlo  --  dijo Iziaslav
-          Bueno, supongo que esta es una forma tan buena  como cualquier otra de morir  --  dijo Dylan decidiendo que no valía la pena quedarse callado  --  porque sin duda terminará hundiendo un Dykari en mi cuello, ya que soy bastante bueno para decir lo que pienso y aunque no lo dijese usted igual lo sabría, pero aun así, sí quiero quedarme. 

Ahora Iziaslav rió con ganas y pensó que iba a divertirse mucho con aquel chico.  Se puso de pie y tiró de un cordón que estaba cerca de la pared.

-          Ve a descansar un rato y nos veremos a la hora de la cena, puedes solicitar lo que necesites a cualquier sirviente
-          Gracias señor… disculpe Sozdatel’  --  se corrigió
-          Descuida, puedes hablar en tu idioma
-          Pero no significa lo mismo
-          En realidad un título no hace diferencia

En ese momento entro un hombre y se inclinó ante Iziaslav en cuanto llegó hasta ellos.

-          Conduce a Lord Danworth hasta su habitación, encárgate de que tenga todo lo que necesite y dile a Janos que venga
-          Enseguida sarì [2]   --  dijo el hombre, hizo una inclinación y miró a Dylan  --  Por aquí Lord Danworth

Dylan fue conducido a otra ala del Dvorets pero cuando entró a la habitación concluyó con rapidez que se encontraba en una de las torres, porque la estancia era circular. El sirviente le preguntó si necesitaba algo pero él negó y se acercó a la ventana. Apenas quedaba una fina línea de luz en el horizonte y las sombras ya se extendían sobre la superficie del lago. Dylan se preguntó qué estaba haciendo allí y enseguida se respondió que no tenía alternativa, pero al mismo tiempo descubrió que quería quedarse. Pensó en Luciano y lamentó que no estuviese allí, pero las diferencias entre él y su progenitor parecían insalvables, el rencor de su amigo era mucho y si en todo aquel tiempo no había cedido, no creía que eso fuese a variar. 

Fue sacado de sus pensamientos por unos golpes en la puerta, intentó recordar lo que debía responder pero no fue necesario, porque ésta se abrió dando paso a un hombre. Mientras éste se acercaba, Dylan lo detalló. Era alto y fuerte como casi todos los habitantes de aquellas latitudes, aunque en ese momento se preguntó dónde estaba, porque ese era un detalle que Iyul no le había dado. Continuó con su examen, el sujeto tenía el cabello castaño, los ojos oscuros y aparentaba unos cuarenta años a lo sumo.

-          Buenas noches milord  --  saludó en un correctísimo inglés sin acento, lo que sorprendió a Dylan  --  Mi nombre es Janos y he venido a ponerme a su servicio

Aunque Dylan estaba acostumbrado a tener un ejército de personas a su servicio, no esperaba que en aquel lugar le asignasen a alguien en forma exclusiva.

-          Gracias Janos  --  dijo mientras estudiaba al hombre

Había algo en él que lo hacía diferente al resto de los sirvientes que había visto hasta el momento. Por ejemplo, no llevaba la librea que vestían los demás con los colores verde y dorado distintivo de los Yaroslávich, pero más importante que esto, no exhibía la actitud de servilismo que les era común a los otros. Y pensó también con cierta diversión, que algo en su aspecto lo hacía pensar en un maestro de escuela.

Mientras él lo estudiaba, Janos hacía lo propio y llegó a varias conclusiones rápidas. La primera que aquel chico era astuto y hábil, y con un poco del entrenamiento adecuado en breve nada se escaparía a aquellos inquietos ojos verdes. Sin duda Lucien había hecho un gran trabajo, aunque veía mucho de Iyul en él pero sin duda era hechura de Lucien, y si alguien podía determinar eso con precisión, era él. Sin embargo, aun era transparente, lo que le dio una pista acerca de las posibles razones de Iziaslav para retenerlo allí y su interés en que él se pusiese a su servicio.

-          Milord, en breve le traerán ropa y una serie de artículos para su uso personal, si desea algo en especial me gustaría que me lo hiciese saber para que se sienta más cómodo durante su estancia
-          Gracias de nuevo pero…  --  se interrumpió al escuchar que se abría la puerta
-          ¡Janos!  --  exclamó Iyul que era quien acababa de entrar
-          ¿Cómo estás Iyul?  --  lo saludó él con más serenidad, pero Iyul le estaba dando un abrazo lo que extrañó en grado sumo a Dylan, porque hasta donde había podido ver, si él era frío, Iyul lo era diez veces más
-          Veo que ya conociste a Dylan
-          En efecto, estaba poniéndome a las órdenes de Lord Danworth
-          Vaya hombre, estás muy ceremonioso Dylan es…
-          … un invitado de tu padre y recibe el trato correspondiente tanto a su posición como a su situación  --  lo interrumpió Janos
-          ¡Dyweles! [3] No importa cuánto tiempo pase me sigo sintiendo como cuando eras mi tutor  --  dijo Iyul para sorpresa de Dylan
-          Supongo que porque lo que se es nunca se deja de ser

De modo que en cierta forma había tenido razón, pensó Dylan, porque aquel sujeto de algún modo era un maestro.

-          Espero que no te dejes engañar Dylan, a pesar de que parece desagradable no lo es  --  dijo Iyul

Iyul ya había sido informado que Dylan permanecería en Illir por algún tiempo, y aunque no dejó de sorprenderse siendo que no podía ni oponerse ni opinar, decidió tomarse las cosas con calma como era su costumbre y ver qué ocurría a continuación, pero sabía que Lucien no estaría precisamente feliz.

A la hora de la cena Dylan notó que no eran muchos y no había ninguna mujer presente. Estaban Iziaslav que presidía la mesa, Iyul que se sentaba a su derecha, Goran a quien ya había visto cuando llegó, otro sujeto que le fue presentado como Mirsad, Janos y él mismo a quien se le indicó sentarse a la izquierda de Iziaslav.

Goran le pareció un sujeto serio y formal que hablaba poco, mientras que Mirsad parecía más extrovertido y sociable aunque conservaba la distancia con Iziaslav.

-          ¿De dónde proviene tu nombre?  --  le preguntó Iziaslav a Dylan
-          No tengo la menor idea  --  dijo él  --  Solo sé que uno de mis abuelos lo llevaba.
-          Es un nombre débil  --  dijo Iziaslav
-          Pues es una pena que no le guste, porque es el único que tengo.

Goran y Mirsad parecían a punto de atragantarse, mientras que Iyul disimulaba con poco éxito la sonrisa y Janos ni siquiera se molestó en disimularla, pero unos segundos después Iziaslav sonrió también con lo que Goran y Mirsad parecieron haber recibido la orden de respirar de nuevo.

-          Esperaré a conocerte un poco más para saber qué nombre te viene mejor  --  dijo Iziaslav
-          ¿Es una obligación tener otro nombre diferente al que me dieron mis padres?
-          No, pero como ya lo dijiste no me gusta a mí y no te llamaré de un modo que no me guste
-          Entiendo, pero imagino que es consciente de que llevo alrededor de treinta años atendiendo por ese nombre y es posible que no preste la debida atención si me llaman por otro, así que probablemente me está condenando a incurrir en su ira.

Goran y Mirsad miraban a Dylan boquiabiertos y pensaban que aquel muchachito debía tener muchos deseos de morir, y ni aún el hecho de ser el Djali de Lucien iba a salvarlo de la ira de Iziaslav. Por un momento Iyul también se lo planteó, mientras que el único que parecía estar disfrutando de todo el asunto era Janos.

-          Descubrirás que treinta años no son nada en comparación con lo que te queda por vivir rybik  -- Dylan se preguntó qué significaba rybik y casi de forma inmediata le llegó la información niño, aunque no supo quién se la dio

Durante los próximos días, Dylan se levantaba temprano y ya Janos lo estaba esperando para bajar a desayunar, generalmente lo hacían ellos dos solos, porque  al día siguiente de su llegada cuando preguntó por Iyul, Janos le dijo que se había marchado, y a Iziaslav nunca lo veía a esa hora.

Dylan pronto se dio cuenta que Janos a pesar de haberse presentado como un sirviente, estaba muy lejos de serlo, y en sus largas conversaciones con él aunque al principio no lo notó, estaba recibiendo instrucción.

Durante una de sus conversaciones, Dylan se había interrumpido y había cerrado su mente en forma automática dada la naturaleza del tema que estaban tratando, pero una vez que el motivo de la interrupción que había sido la entrada de un sirviente se hubo marchado, Janos le dio otra información que no poseía.

-          Es un buen hábito que mantengas tu mente cerrada, pero en el caso de los sirvientes de esta casa nunca invadirán tus pensamientos
-          ¿Por qué?
-          Para eso se necesita un entrenamiento que ellos no reciben, nuestros sirvientes son creados a partir de otro Predvary que haya desempeñado su mismo oficio y son de naturaleza leal, sumisa y de escasa habilidad. Pero sería un error pensar que todos lo son, porque es arrogante suponer que tenemos control absoluto sobre todas las criaturas. Sin embargo, cuando se dan casos en los que desarrollan por cualquier motivo esa habilidad, son suprimidos.

Dylan abrió mucho los ojos ante aquello, ya que consideraba monstruoso deshacerse de las personas solo porque eran diferentes a lo que se esperaba.

-          Ten en cuenta dónde  y quién vive en este lugar, es un lujo que no puede darse
-          Pero aun así es…
-          Es como debe ser, y aunque tal vez no lo comprendas ahora, con el tiempo lo harás.

Dylan lo dudaba pero sabía que no adelantaría nada con discutir. Otra cosa que aprendió durante el tiempo que permaneció allí, fue el Código de Conducta que regía a los Devrigs, o al menos tuvo las nociones básicas del mismo.

-          Hacia el año 500, se estableció la prohibición de la transformación indiscriminada, y todo Devrig que efectúe una debe hacerse responsable por su Djali, orientarlo, educarlo y evitar que cometa actos de barbarie. Por supuesto y como toda norma, es en muchos casos incumplida, pero cuando se tiene noticia de ello, el responsable puede terminar en Zatvor que es la prisión de los Devrigs.
-          ¿Y cómo saben cuándo sucede?
-          Por los Lovets que son una especie de cazadores, se dedican a vigilar a la población de Devrigs que hay en el mundo, de modo que cuando encuentran un Nya sin Izbretel, lo notifican y si se sabe quién fue se le castiga y se le asigna el Nya a otro Devrig que recibe el nombre de Zsameni, que podría traducirse como sustituto.


Las conversaciones con Iziaslav giraban más que todo en torno a su propia vida, parecía muy interesado en su familia, en lo que había hecho y los lugares que había visitado. Pero de ellas Dylan también aprendió mucho, especialmente acerca de  historia, porque aquel sujeto parecía haber vivido todas las épocas importantes de la misma, aunque Dylan nunca se animó a preguntarle su edad y a pesar de que estaba seguro que él conocía su curiosidad, tampoco se lo mencionó. Ocasionalmente hablaba de sí mismo o de sus hijos, pero era muy extraño que lo hiciese.

-          ¿Crees que no sé la opinión que sustenta Lucien de mí?  --  le preguntó en una ocasión en la que él había estado pensando en ello e intentó sacar eso de sus pensamientos
-          Lo lamento
-          No tienes por qué, no es inmerecido
-          Aun así no quise causarle una molestia
-          Solo nos molesta la verdad cuando nos negamos a aceptarla, y ese es un acto de cobardía que intentamos hacérselo pagar a otros, Rybik.

Ya Dylan se había acostumbrado a que Iziaslav lo llamase de ese modo y suponía que desde la perspectiva de sus años,  siempre sería para él un rybik.

-          ¿Dónde estamos?  --  preguntó Dylan en otra ocasión en la que miraban un atardecer  --  Es decir, sé que la isla se llama Illir pero…
-          Sé lo que quieres decir  --  lo interrumpió él  --  Estamos en el Lago Baikal, en Sibír*. Es un lugar inexplorado aun por el hombre, pero pronto dejará de serlo, lo cual es una pena porque perderá su belleza.
-          No tiene que ser así
-          No, pero será. Los hombres somos depredadores, solo servimos para destruir aquello que deberíamos apreciar.
-          Lo siento pero no estoy de acuerdo.
-          No tienes que estarlo para que sea verdad. Destruimos todo a nuestro paso
-          Pero también construimos
-          ¿Ah sí?  --  dijo en tono burlón  --  Acompáñame Rybik

Obviamente no podía negarse ni tenía razones para ello, de modo que fue con él. Unos minutos después estaban en un lugar desconocido para Dylan pero que sin duda demostraba lo que acababa de decir, porque frente a sus ojos había imponentes construcciones.

-          Te parecen hermosas ¿verdad?
-          Así es
-          Pues te aseguro que el paisaje anterior al que ves, lo era mucho más y fue destruido para construir  lo que ahora ves.
-          De acuerdo, pero fue hecho para mejorar  --  dijo con su habitual terquedad  -- Además, hay muchas personas que se dedican a sanar en lugar de dañar, a embellecer y no…
-          Rybik, la naturaleza nos proveyó de todo cuanto nos era necesario. No puede ser más agradable vivir presos en hermosos Dvorets, cuando podemos hacerlo al aire libre rodeados de la belleza natural de la tierra. No son más hermosas las flores en un jarrón, de lo que son decorando un prado. No puede ser más hermosa una criatura cargada de pesadas telas que le son ajenas, de lo que es vestida con su propia piel y exhibiendo la perfección de la naturaleza humana. En cuanto a los que se dedican a sanar en lugar de dañar, es más de lo mismo, no sería necesario sanar sino nos empeñáramos en dañar. Los hombres caminamos hacia nuestra propia destrucción y lo sé porque lo viví, fui partícipe y actor principal de la destrucción desmedida, y ahora a diferencia del humano común, tendré toda la vida para ver como lo destruyen todo, seré testigo de guerras fratricidas por el control de la tierra y sus habitantes, porque ese es mi castigo, verlo sin poder detenerlo.

Aunque hubiese podido estar de acuerdo con algunas cosas, lo último le pareció una actitud derrotista.

-          Cuando hayas vivido tanto como yo, entenderás que la diferencia entre el optimismo y el pesimismo es la experiencia. Es parte de la naturaleza humana creerse superior a todo solo porque tenemos la dudosa habilidad de pensar, pero créeme Rybik, es más feliz el ignorante que el erudito, porque el primero no tiene las preocupaciones del segundo

Cada vez que Dylan hablaba con Iziaslav, se preguntaba cómo era que aquel sujeto podía ser el salvaje que todos decían cuando sustentaba ideas como aquellas, pero pronto descubriría que los seres humanos pueden ser muchas cosas, porque no son objetos inanimados y siempre reaccionarán de acuerdo a las circunstancias y a su propia naturaleza.

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* Sibír: Siberia. Para el momento en el que se desarrolla la historia, este territorio como digo en boca de Iziaslav, aun no había sido explorado. Fue hacia 1643 que Kurbat Ivanov se convirtió en el primer ruso que vio el lago Baikal. Esta belleza natural está ubicada en la región sur de Siberia, y con sus 1.680 m de profundidad es el lago más profundo del mundo. Esta joya de la naturaleza fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996.

N/A Por supuesto la isla de Illir que menciono en la historia no existe, y es completamente responsabilidad de mi imaginación.



[1] Levyiram priyatel:  Bienvenido amigo
[2] Sarì: Señor
[3] Dyweles: Demonios

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