Cuando Dylan abandonó el
comedor, su intención era ir a despedirse de Iziaslav y partir en forma
inmediata, pero se detuvo a mitad de camino. Nunca había estado en las
dependencias de Iziaslav si éste no lo mandaba a llamar, de modo que no sabía
si sería correcto molestarlo. Sin embargo, y pensando en forma práctica, se
dijo que lo peor que podía pasar era que le dijesen que no podía entrar. De
modo que siguió su camino hasta llegar a las puertas donde se encontraban dos
Lovets.
-
Kasny zbisiel -- saludó pero hasta ahí podía llegar porque
aquel condenado idioma era algo que seguía sin aprender
-
Kasny zbisiel sarì -- contestaron los Lovets
-
¿Puedo ver al sozdatel’? -- preguntó no my seguro de que ellos fuesen a
entenderle, pero para su sorpresa ya que no había tenido en cuenta que debido
su nueva posición era muy improbable que le negasen la entraa, uno de ellos
abrió las puertas, Dylan le dio las
gracias y entró
-
Rybik, ya me estaba preguntando cuánto ibas a tardar en venir a anunciar tu
partida -- dijo Iziaslav
-
Me entretuve conversando con Janos y luego con Iyul y Luciano señor, pero
ciertamente ya debo partir
-
Supuse que no ibas a quedarte mucho
-- le dijo indicándole al mismo
tiempo que tomase asiento -- Sabes que vas a enfrentarte a un infierno
¿verdad?
-
Sí señor, ya lo sé pero no puedo abandonarlos
-
Ya te conozco lo suficiente y no esperaba que lo hicieras, pero ten en
cuenta que ya sabes lo que es tenerla entre tus brazos, ya sabes lo que
sentirás cuando esté cerca y ya sabes que es muy poco probable que puedas
resistirlo, de modo que caminas directo al desastre. Aun así sé que no dejarás
de hacerlo y solo quiero decirte que no es necesario que te martirices de esa
manera, y si en algún momento sientes que no puedes con ello, regresa Rybik,
esta es tu casa y siempre te vamos a estar esperando
-
Gracias señor, no voy a olvidarlo
-
Hay otro asunto que es importante que tengas en cuenta -- le
dijo y Dylan prestó atención -- ella va a morir tarde o temprano -- en
este punto Dylan se puso de pie, pero él lo detuvo -- Eso
es un hecho Rybik, no cometas el mismo error que yo cometí, es una Siglair y se
negará como lo hizo Seren
-
No he pensado en…
-
Pero lo harás créeme, porque si hay algo que no soportamos es la perspectiva
de perder a los que amamos y el amor es egoísta, solo pensamos en el dolor que
nos producirá su ausencia y no pensamos en
lo terrible de condenarlas a una existencia como la nuestra
Dylan supo que Iziaslav tenía
razón, porque apenas había mencionado la posibilidad de su muerte y en seguida
sintió justamente eso, que no podría soportar ese dolor. Sin embargo, se hizo
el firme propósito de primero no acercársele, y segundo nunca intentar
transformarla.
-
Confío en ti Rybik, pero si sucede no te juzgues con tanta crueldad, y
recuerda que si sientes que las cosas van mal, solo regresa a casa
-
Lo haré señor, se lo prometo
Después de eso se despidió y
estaba a punto de marcharse cuando Iziaslav lo detuvo.
-
Espera, no puedes irte así -- Dylan iba a preguntarle de qué hablaba cuando
entró Istvan en compañía de…
-
¡Yvaylo! -- exclamó acercándose con intención de
abrazarlo
Sin embargo, como Yvaylo ya
había sido puesto al corriente de la nueva posición de Dylan, se apresuró a
doblar una rodilla en la habitual señal de respeto.
-
Dhakvrevit sarì
-
No hagas eso hombre -- dijo Dylan haciendo que se levantara y
completando el gesto inicial de abrazarlo
-- ¡Me alegra mucho verte bien!
-
Dhavjà sarì, a mi también me alegra ver que estás bien --
dijo el Levjaner pero inmediatamente se separó y mientras Dylan saludaba
a Istvan, él fue a doblar una rodilla ante Iziaslav
-
Eso espero, pero si llega a suceder asegúrate de hacerte matar antes de que
yo te encuentre
-
Ak sarì
Dylan se despidió de Istvan y
finalmente se marcharon. Al llegar a
Livingstone Dylan se fue directamente al estudio y al abrir la puerta…
-
¿Por qué tardaste tanto?
-
¿Sabías que eres un individuo muy molesto?
-- preguntó él a su vez -- Y
has el favor de bajar los pies de allí
Dijo esto mientras se acercaba
y golpeaba la punta de las botas de Luciano que como de costumbre estaban
subidas al escritorio. Un momento después entró Hegel.
-
Buenas tardes milord -- saludó el hombre
-
Hegel, necesito que vaya usted a Escocia
-- dijo dándole la ubicación de
la vivienda de los Stuart -- quiero que los traslade a la mayor brevedad
posible pero sin las incomodidades de tan largo viaje ¿ha comprendido?
-
Sí milord
-
Bien, una vez que haya hecho eso, quiero un informe completo acerca de las
condiciones en las que se encuentran todos los individuos que están sujetos a
vasallaje en mis propiedades. Quiero saber todo lo relativo a las normas que
rigen dichos acuerdos, desde la condición de las viviendas hasta sus ganancias.
-
Eso puedo mostrárselo antes de marcharme señor --
dijo él
-
Mejor aun
Inmediatamente el sujeto se
presentó con dos fajos de carpetas que colocó sobre el escritorio.
-
Estos son los que son vasallos del feudo, y estos son los campesinos libres
que trabajan en sus propiedades y pagan por ello --
dijo señalando los dos grupos
-
Muy bien gracias, ahora ocúpese del otro asunto -- el
hombre hizo una ligera inclinación y desapareció
-
Creí que te aburría mucho todo esto
-- dijo Luciano al verlo comenzar
a abrir las carpetas
-
Esto es diferente, no quiero saber a cuánto asciende el rendimiento de mis
propiedades, lo que quiero ver es las condiciones en las que está esa gente.
-
En mi opinión y si lo que quieres es eso, lo mejor que puedes hacer es
verlo por ti mismo, aunque no tengo razones para dudar de la eficiencia de
Hegel, lo que se refleja en el papel rara vez se corresponde del todo con la
realidad.
-
¿Sabes? -- dijo Dylan después de pensarlo un
momento -- Creo que tienes razón
-
Siempre la tengo
-
¿Quieres dar un paseo?
-
Siendo que no hay nada mejor qué hacer
-
Nadie te pidió venir descarado
-
Digamos que se me ha despertado cierta debilidad por la vida bucólica --
dijo Luciano haciendo gala del mencionado descaro porque si había algo
que NO le gustaba era la vida del
campo
El primer recorrido que hizo
Dylan lo dejó relativamente satisfecho, las viviendas estaban casi todas en
buen estado, haciéndoles falta solo algunos arreglos menores, y los vasallos
eran bien tratados en líneas generales, lo que lo llevó a concluir que su padre
siempre había sido un hombre justo en aquel aspecto, porque todo se había
continuado haciendo con arreglo a lo que él tenía dispuesto. Sin embargo, hubo
un par de cosas que pensó necesitaban atención. Una de ellas era la necesaria
presencia de un médico, ya que la población era numerosa y no contaban más que
con los servicios del párroco que iba dos veces por semana, de modo que se
ocuparía de ello. Y lo otro, que había gran cantidad de niños que estaban en la
misma situación de Tommy, es decir, no sabían ni leer ni escribir, y aunque
aquello era lo usual, a él le parecía que no debía ser.
Después de efectuado ese
primer recorrido regresaron a casa y esa noche poco antes de la cena, se
presentó Hegel
-
Milord, las personas que me encargó traer ya están acá -- le
informó
-
¿Dónde están?
-
En las dependencias del servicio, con excepción del señor Stuart a quien
conduje hasta el estudio en caso de que quisiese hablar con él --
Dylan asintió y se encaminó con rapidez hacia el estudio
-
¡Thomas! -- dijo acerándose al hombre con la mano
extendida
-
Milord
Dylan decidió no insistir en
el asunto del tratamiento para no incomodar al sujeto.
-
Esta noche se quedarán aquí para que descansen del viaje, y mañana
discutiremos su destino final
-
Se lo agradezco mucho milord
-
Hegel, estas personas me prestaron un gran servicio, asegúrese de su
comodidad y que estén bien atendidos
-
Por supuesto milord
Se despidió del agradecido
Thomas y volvió al comedor donde lo esperaba Luciano, y por la forma en la que
lo estaba mirando, Dylan supo que algo se traía.
-
¿Qué? -- preguntó
-
No estoy en desacuerdo con que te muestres agradecido --
comenzó
-
Pero…
-
Es mala idea que te encariñes con estas personas
-
Luciano, como acabas de decir solo muestro mi agradecimiento, sé que la
estupidez que cometí no iba a costarme la vida pero esas personas aun sin
conocerme me brindaron hospitalidad, atención y confianza, e hicieron todo
cuanto estuvo en sus manos y a su alcance por hacer del asunto menos traumático.
-
Y como acabas de señalar estoy de acuerdo con ello, pero no precisabas
traerlos a tu vida para
agradecérselos
-
¿Y qué tiene de malo que quiera proporcionarles una mejor calidad de vida?
-
Me trae sin cuidado si quieres darles tierras o comprarles un título, con
lo que no estoy de acuerdo es con la cercanía.
-
No me irás a salir con la cuestión de la diferencia de clases porque…
-
No, no se trata de eso, son humanos normales
Dylan, lo que significa que en algún momento van a morir
Ciertamente en lo último que
Dylan habría podido pensar era en aquello, aunque sin duda era cierto, y
recordando lo que le había dicho Iziaslav antes de despedirse, volvió a
experimentar el mismo malestar reaccionando en consecuencia.
-
¿Y qué se supone que haga? -- dijo con rabia --
¿Que me aparte del género humano porque yo no lo soy?
Luciano entendió que por aquel
camino no iban a llegar a ninguna parte y que Dylan tardaría mucho en adaptarse
a aquella realidad que lo haría sufrir mucho dolor durante los primeros años.
De modo que guardó prudente silencio y no volvió a tocar el tema.
A la mañana siguiente y como
estaban en pleno invierno, Dylan prescindió de su habitual paseo matutino y
después de rechazar el desayuno, le ordenó al mayordomo le llevasen café al
estudio y que en cuanto Hegel llegase le dijese que lo estaba esperando. Para
su sorpresa Hegel llegó primero que el café que había pedido, de modo que de
inmediato pasó a indicarle lo que deseaba se hiciese. Cuando la doncella entró
con el café, le anunció que los Stuart esperaban sus órdenes, de modo que
despachó a Hegel y ordenó los hicieran pasar.
-
¡Dylan! -- exclamó Tommy en cuanto asomó su despeinada
cabeza y corrió hacia él mientras sus padres intentaban en vano detenerlo
-
¡Ey amigo! -- exclamó él a su vez
-
¡Tommy! -- dijeron los padres en tono de reproche
Sin embargo, Dylan encontró
innecesario ponerse a discutir con ellos y del modo más expedito suprimió las
ideas de ambas cabezas. Después de interesarse por el estado de todos, pasaron
al asunto del trabajo.
-
¿Qué has pensado Thomas? ¿Ya saben a dónde quieren ir?
-
Si no es mucho pedir milord nos gustaría quedarnos en suelo inglés, porque
nos resultaría muy duro ir a un lugar donde tienen otras costumbres y otro
idioma, posiblemente el clima sea más benigno pero eso también lo discutimos,
Mary puede intentar buscar colocación en alguna casa como doncella o cocinera…
-
¿Pero qué dices hombre? -- lo interrumpió Dylan -- Si
han decidido quedarse, ciertamente no permitiré que trabajen para nadie más,
este lugar es lo bastante grande y estoy seguro puede hacerlo aquí ¿Pero qué
tiene que ver eso con el clima?
-
Verá, si Mary trabaja en una casa, no estará todo el día expuesta al frío
exterior como sucedía al verse obligada a ayudarme en las labores del campo, y
ese es otro asunto que quería plantearle
-
Te escucho
-
Sé que dije que no quería renunciar a ser un campesino libre, pero lo he
pensado mejor y creo que en beneficio de mi familia puedo comprometerme en
vasallaje para usted.
-
No necesitas hacerlo Thomas, te dije que estaba dispuesto a darte unas
tierras y sigo estándolo
-
Y se lo agradezco pero no podría trabajar yo solo y hacer que tuviesen el
rendimiento apropiado para pagarle por trabajarlas. Tommy puede ayudar pero aún
así…
-
Escúchame Thomas -- dijo Dylan interrumpiéndolo -- ya yo tenía pensado cómo haríamos esto
independientemente de dónde quisieras ir. En primer lugar y como dije, te
asignaré un lote de tierra para que la trabajes y te concederé dos años de
gracia, de modo que comenzarás a pagar por ellas el tercer año, así podrás
contratar a alguien que te ayude y para cuando te toque comenzar a pagar ya
tendrás el rendimiento que te permita hacerlo.
-
Milord… -- dijo Thomas con los ojos muy abiertos
-
En cuanto a Mary -- continuó él sin dejarlo hablar -- e
incluso Elizabeth si así lo desean, pueden trabajar aquí
-
Yo también puedo trabajar -- dijo Tommy
-- puedo cuidar los caballos o…
-
No jovencito, usted va a estudiar
-
¿Estudiar? ¿Y para qué? -- preguntó el niño con cara de horror
Sin embargo, Dylan encontró
irrelevante y del todo innecesario perder el tiempo discutiendo aquello, y como
tampoco quería escuchar los seguros y exagerados agradecimientos de los Stuart,
suprimió también aquello. Llamó a Hegel y le ordenó llevar a Mary y a Elizabeth
con el ama de llaves, después de lo cual salió en compañía de Thomas y el niño
a ver las tierras.
Una vez que estuvieron de
vuelta, le dijo a Thomas que podían quedarse allí hasta que estuviese lista su
vivienda, ordenó a Hegel proporcionarle todos los materiales necesarios para
ello y una vez que estuvo resuelto todo el asunto se sintió mejor y fue en
busca de Luciano.
Unos días después de su
regreso, recibió un mensaje de Kendall para saber si estaba en Livingstone como
lo había estado haciendo cada dos o tres días según le había informado Hegel y
Dylan lo pensó antes de contestarle, porque sabía que esa entrevista no iba a
resultarle nada fácil, pero finalmente lo hizo y Kendall se presentó al día
siguiente.
Lucien se había alarmado mucho
cuando Dylan le anunció la visita de Kendall, y tanto él como los Levjaners se
prepararon para hacerle frente a una posible situación de emergencia, pero
justo es decir que Dylan le ganó una dura batalla tanto a sus sentimientos como
a su propia consciencia.
En el momento en el que
Kendall se presentó, Dylan experimentó dos sentimientos de distinta naturaleza
que entraron en violento conflicto. Por un lado el deseo de hacerlo pedazos por
lo que le estaba haciendo a Sophie, y por el otro una culpa atroz que casi le
imposibilitaba mirarlo a los ojos. Sin embargo, logró dominar por lo menos uno
de ellos y Kendall salió ileso, pero pasaron muchos días antes de que Dylan
fuese capaz de lidiar con la culpa y estuviese en condiciones de afrontar con
éxito la tarea que se había impuesto.
-
Dylan escúchame, el amor es algo que no puedes manipular -- le
dijo Lucien
-
Y no necesito hacerlo porque Kendall la ama, solo que es lo bastante
imbécil como para cometer las estupideces clásicas y es eso lo que pretendo
suprimir de su necia cabeza
Lucien decidió dejarlo en paz
y que hiciese lo que le pareciese, siempre y cuando se mantuviese alejado de
Sophie pensaba que no habría mucho de qué preocuparse, porque si bien ya estaba
claro que no representaba un peligro para su vida, sí lo era para su
estabilidad emocional en vista de que había decidido renunciar a ella.
El invierno se deslizaba con
su habitual monotonía aunque Dylan estaba bastante ocupado, ya que había
decidido que no teniendo nada mejor qué hacer, se encargaría él mismo de
supervisar las mejoras que había ordenado y Lucien se había unido a ello con
sorprendente entusiasmo y aportando ideas que demostrarían con el tiempo, ser
muy efectivas. Los habitantes de Livingstone siempre habían estado muy
satisfechos con las cosas como estaban, pero ahora estaban simplemente felices
y pensaban que tenían mucha suerte.
La casa de los Stuart ya iba
muy adelantada, ya que Thomas se estaba esmerando en su construcción y siendo
que estaban en invierno y aun no podía trabajar la tierra, se dedicaba a tiempo
completo a la construcción.
Dylan había consultado a
Yvaylo para que le recomendase a algún Devrig que pudiese cumplir con las
funciones de tutor, de modo que Yvaylo se fue a hablar con Janos y regresó en
compañía de un individuo que no aparentaba más de dieciocho o veinte años que
llevaba por nombre Vladimir Nevsky. Después de una breve entrevista donde fue
informado de las especiales condiciones de su futuro discípulo y de la
posibilidad de que los métodos convencionales no funcionasen con el mismo,
Nevsky quedó contratado y comenzó su trabajo.
Todo marchaba de acuerdo a los
planes de Dylan y estaba satisfecho, pero una tarde de finales de enero Lucien
se dedicaba a su deporte favorito, entiéndase molestar a Dylan.
-
Tendrás que hacer algo al respecto
-- le estaba diciendo
-
No fastidies Luciano
-
Vamos hombre, la pobre chica suspira por tus huesos y es demasiado evidente
Todo el asunto era porque
según Lucien, Dylan le había robado el corazón a la pobre Elizabeth, algo con
lo que los Levjaner estaban plenamente de acuerdo aunque Dylan se empeñaban en
decirles que su trato especial era por simple agradecimiento.
-
Luciano si no cierras la boca…
Pero su frase quedó a medias
cuando todos se tensaron y prestaron atención. Unos segundos después entraba
Kendall como un vendaval y sin esperar a ser anunciado. El primer pensamiento
de Dylan y de todos a decir verdad, fue que le hubiese sucedido algo a Sophie o
a los chicos, pero eso no explicaba que fuese a buscar a Dylan ya que él no era
un médico, de modo que descartaron esto con la misma rapidez.
-
¡Dylan, traigo la mejor y más increíble de las noticias! -- y
sin transición agregó -- ¡Sophie está embarazada de nuevo! El médico
dice que debe cuidarse mucho porque…
Sin embargo, Dylan había
dejado de escuchar, se sentía enfermo y solo quería correr pero no podía
moverse. Yvaylo actuando con la mayor celeridad, apartó a Dylan de Kendall y lo
sacó de allí mientras Lucien se hacía cargo de la situación. Se situó frente al
confundido Kendall y luego de mirarlo a los ojos por un par de minutos, sonrió
con serenidad.
-
Lo felicito Lord Arlingthon y estoy seguro que Dylan va a sentirse muy
contento cuando regrese y pueda darle su mensaje
-
Por favor que me haga saber cuando esté de vuelta --
dijo Kendall, después de lo cual se marchó
Itlar y Lucien subieron a toda
velocidad pero antes de llegar escucharon el escándalo, Dylan parecía estar
destrozando todo a su alrededor, pero cuando abrieron la puerta ya Yvaylo lo
había inmovilizado e intentaba tranquilizarlo.
No necesitaban esforzarse
mucho en invadir sus pensamientos, porque él no estaba ofreciendo ninguna
resistencia, de modo que vieron que en ese momento estaba martirizándose con
las ideas equivocadas en opinión de Lucien, ya que Dylan estaba imaginándosela
en los brazos de Kendall y aquello era lo que lo estaba destrozando, y aunque
podría parecer absurdo porque después de todo eran marido y mujer y era
justamente lo que estaban pensando los Levjaners, tal vez el hecho de recibir
la noticia del embarazo de esa manera, lo había afectado más de lo esperado.
En vista de que Dylan no se
calmaba, Yvaylo optó por presionar la parte posterior del cuello entre la
tercera y cuarta vértebra cervical y Dylan perdió el conocimiento.
-
Creo que de momento está mejor así
-- dijo Yvaylo
-
Yo sabía que era mala idea que estuviese tan cerca, aunque me parece una
reacción exagerada, porque después de todo él sabe que son una pareja y un
embarazo es algo normal -- dijo Itlar
-
-
Puede ser todo lo normal que quieras
-- dijo Luciano --
¿Pero a alguien se le ha ocurrido pensar que ese niño podría ser de
Dylan?
Un pesado silencio cayó sobre
ellos porque en realidad y de forma inmediata no lo habían pensado, pero de ser
así, las cosas podían complicarse mucho y muy pronto.
[1] Biagyzlim nym sarì, ja isieram sker voch viarterà
ev advejèr nimery: Perdón mi
señor, te juro que no volverá a suceder nunca