Bodas de Sangre

Bodas de Sangre
Una vez superados los obstáculos ayudado en su mayor parte por Dylan, Kendall logró finalmente contraer matrimonio con Sophie. Después de la boda, Dylan emprenderá un nuevo, inesperado e insólito camino a través de un mundo del que no tenía ni idea de su existencia, mientras que la nueva pareja parte rumbo a Inglaterra para dar comienzo a un matrimonio que todos se preguntan cómo va a terminar siendo que dio inicio con unas Bodas de Sangre

viernes, 25 de julio de 2014

Cap. 42 Complicaciones II…



Después que Istvan había hablado con Iziaslav y éste a su vez había ordenado a Iyul regresar, se habían reunido con el sorprendido príncipe.

-         Svaralnik  --  saludó inclinándose ante su padre

-         Levántate syn  --  dijo acercándose a él  --  ¿Cuántas veces tendré que repetírtelo?

-         Biagyzlim [1] svaralnik  --  se disculpó él

Aunque ciertamente Iziaslav la mayor parte del tiempo le decía que no hiciese aquello, Iyul lo hacía más por instinto de conservación que por otra cosa, y siendo que no sabía a qué obedecía el urgente llamado de su padre y no sabiendo de qué humor se lo iba a encontrar, no iba a dejar de hacerlo justamente ese día.

-         Siéntate

Iyul obedeció y esperó pacientemente a que su padre dijese lo que tenía que decir, pero en ese momento llegó Istvan en compañía de Misha y tomaron asiento también. Iziaslav se llevó la mano a la frente con evidente cansancio antes de mirar a su hijo.

-         No me gusta hacer esto pero tienes prohibido volver  a Inglaterra  --  dijo sin rodeos

-         ¿Y tengo permiso para preguntar la razón?

-         Sabías que no debías acercarte a ella

-         Y no pensaba hacerlo, de hecho intenté…

-         Por eso es por lo que no volverás  --  lo interrumpió Iziaslav

-         Haryk te prometo no volver a…

-         He dicho que no  --  lo interrumpió de nuevo aunque luego suavizó el tono  --  Sé que no tenías ni tienes intención de incumplir tu promesa, pero no nos es posible combatirlas Iyul, y no voy a arriesgar a otro hijo mío por ello.

-         Pero es que yo no… 

En esta ocasión se interrumpió él mismo y miró a Misha quien le hizo un gesto afirmativo. Iyul abrió desmesuradamente los ojos y pensó que no podía ser, al menos de forma consciente él no había registrado nada. Sin embargo, sabía que si Misha lo decía no había lugar a ninguna duda. De forma inevitable recordó a Andrei y el terror lo invadió. Realmente acababa de estar a punto de ser víctima de una Saint-Claire y ni cuenta se había dado, lo que lo llevó a pensar que aunque lo sabía, en realidad aquellas mujeres eran una verdadera maldición para ellos.

-         Dhavjà Misha

-         Vanedharma Iyul, solo cumplía con mi deber

-         Dum horiani haryk  --  se disculpó mirando a Iziaslav

-         No es tu culpa, lo importante es que no te le vuelvas a acercar

-         No lo haré, no te preocupes

Después de aquella conversación, Iyul recibió el permiso para ir a donde quisiese menos a Inglaterra. Iziaslav por su parte seguía en la misma actitud silenciosa y así como él se había preocupado por su hijo, Janos lo estaba por él.


Unos días antes de la Evesbriel, Istvan recibió dos visitas y ninguna de las dos le trajo buenas noticias. La primera había sido la de Adrian Brander, el Lovet que vigilaba a Phillipe.

-         Kasny din sarì  --  saludó el Lovet

-         Kasny din Adrian  --  saludó a su vez Istvan  --  ¿Sucede algo con Phillipe Saint-Claire?

-         Voch sarì  --  negó Adrian  --  De hecho prácticamente no abandona su residencia. Estoy aquí por otro motivo, Mijail y yo estamos muy preocupados por Edin

Ciertamente aquello sorprendió a Istvan y a menos que le dijesen que Edin había contraído alguna enfermedad y lo estuviese pasando especialmente mal en aquel momento, no veía otro motivo para la preocupación de los Lovets que estaban bajo sus órdenes. Pero lo que no se habría esperado jamás, fue lo que escuchó a continuación.

-         Pensamos que Edin se está interesando demasiado en madame Germain  --  estaba diciendo Adrian y pasó a contarle las muchas veces que Edin había estado en el Chateau Saint-Claire y sus cada vez más largas conversaciones con Madeleine

A pesar de estar escuchándolo Istvan se negaba a creer en las posibles implicaciones de aquello. Edin era un Devrig con demasiada experiencia y dominio de sí mismo como para caer en eso, y aunque en mayor o menor medida todos ellos eran Yaroslávich, estaban muy lejos de los Yaroslávich primigenios como para sufrir del mismo mal que ellos con respecto a las Saint-Claire. Su mente estaba trabajando a toda marcha buscando posibles razones que justificasen ese acercamiento pero no había ninguna. Para empezar y aunque Edin había decidido poner una guardia en los alrededores del Chateau Saint-Claire, a él no le correspondía efectuar esa guardia, eso sería trabajo de un havarik o cuando mucho de un Lovet con menos antigüedad pero en ningún caso a él que tenía otros asuntos de los cuales ocuparse. Edin no solo era un Lovet Mayor, sino que era un Levjaner, el más joven de todos pero si había llegado a Levjaner era porque estaba preparado para ello y por tanto a Istvan se le hacía muy difícil digerir aquello. Finalmente había agradecido a Adrian la información y le había autorizado a retirarse, pero un par de días después y antes de haber tomado una decisión en ningún sentido, se presentó Edin con otro asunto quizá mucho peor de cara al futuro próximo.

-         Zdravi Istvan  --  saludó apareciendo de improviso en su despacho

A Istvan no lo sorprendió tanto la visita a tan avanzada hora, porque después de todo los kraviacik solían perpetrar sus fechorías de noche, de modo que era habitual recibir informes muy tarde con extremada frecuencia. Lo que realmente sorprendió a Istvan fue el estado en el que venía Edin, pues estaba todo manchado de sangre

-         No es mía  --  aclaró Edin al ver la mirada de Istvan  --  pero no va a gustarte de igual modo, Alain Aubriot acaba de morir

Y en realidad a Istvan no podía gustarle menos, porque aparte de que no era usual recibir la noticia de la muerte de un Lovet, de uno tan antiguo y hábil mucho menos.

-         ¿Cómo sucedió tal cosa?

Edin decidió ahorrarse el relato permitiéndole ingresar en sus pensamientos pero la primera reacción de Istvan fue de incredulidad, porque al ver el cadáver de Alain no le quedó ninguna duda de que había muerto por causa de un o una Saint-Claire y en Francia solo había tres posibilidades.

-         ¿Quién?

-         Ninguno de los que estás pensando y te sugiero sentarte para escuchar esto

-         Edin…

-         Hay otra Saint-Claire de la que no sabíamos nada

-         ¿Sker?  --  preguntó Istvan con incredulidad  --  Eso no es posible, estamos al tanto de todos los nacimientos y…

-         Sabes que no es así  --  lo interrumpió Edin  --  ¿Has olvidado a Claude Saint-Claire?

-         ¿Es el mismo caso?

-         Sin duda

-         ¡Ilè holls dumi Jhains! [2]  --  exclamó Istvan y cayó sentado llevándose las manos a la cabeza  --  ¿Quién es el padre?

-         Phillipe

-         ¿Lo sabe?

-         No

-         ¿Estás seguro?

-         Absolutamente. La madre es Susette Viel, una cortesana con la que Phillipe mantuvo relaciones hace aproximadamente dieciséis años, aparentemente la mujer en cuestión deseaba tener un hijo y una vez logrado su objetivo se retiró al campo. Según lo que pude constatar está en buena posición así que no necesitaba que el padre de la criatura aportase nada más allá de lo estrictamente necesario, de modo que nunca hizo partícipe a Phillipe de que tenía una hija. La niña lleva por nombre Aureliè y el apellido de la madre. Alain llevaba algún tiempo viendo a esta mujer y hoy estando en su residencia la chica se cortó, Alain quiso socorrerla y en cuanto la sangre de ella tocó su piel, él cayó. Cuando llegamos tanto la madre como la hija tenían un ataque de nervios, de modo que no tuvimos que esforzarnos mucho en explicar nuestra presencia y menos aun en obtener toda la información.

Una de las mejores cosas de Edin Dòmine era su precisión a la hora de rendir un informe, y la total carencia de sentimientos en el relato podían inducir a pensar que se trataba de un sujeto frío aun cuando no era así, simplemente se esforzaba en presentar los hechos con la mayor claridad.

-         ¿Qué ordenas?

-         Por lo pronto vigilancia  --  dijo pensativo  --  ¿Cómo es que Alain no notó que era una vidmagy y más específicamente una Saint-Claire?

-         Con respecto a eso solo puedo conjeturar, porque cuando llegué ya estaba muerto por supuesto, apenas alcanzó a transmitir su posición y situación y sabemos que eso ya fue mucho teniendo en cuenta las razones de su muerte. Sin embargo, asumo que era la primera vez que la veía ya que como dije, Susette Viel posee una propiedad en el campo y su hija vive en ella. No obstante, está a punto de cumplir quince años, por lo que fue llevada a París hace solo unos días.

-         Entiendo  --  dijo Istvan

-         Istvan, solicito tu permiso para hablar con Phillipe de esto

-         ¿Por qué?

-         Primero porque creo que tiene derecho a saber que tiene otra hija, y segundo, porque el futuro de la misma siendo hija de quien es, dudo que tenga muchas posibilidades de ser distinto al de la madre.

Si bien el trabajo de los Lovets estaba en la práctica más orientado a mantener el orden y el equilibrio entre sus congéneres, no era menos cierto que no solo recibían muy avanzados estudios según iban alcanzando los distintos niveles de aprendizaje con relación al cosmos en general, sino que también cultivaban el amor y el respeto hacia el prójimo y hacia toda criatura viviente.  De manera que siempre que podían hacer algo en beneficio de los seres humanos y que no atentase contra las leyes naturales, estaban dispuestos a hacerlo.  Así que a Istvan no le extrañó la preocupación de Edin por el futuro de la chica, pero sí le preocupó la posible reacción de Phillipe.

-         Quizá Phillipe Saint-Claire no se muestre muy dispuesto a creerte

-         No importa que tan dispuesto esté a creerme a mí, porque no hay forma de que no crea a sus propios ojos y te aseguro que en cuanto la vea no le quedará ni la más mínima sombra de duda con relación a su paternidad.

-         Aun así no creo prudente de momento hacerlo partícipe de esto  --  Edin discutió el asunto pero al final se dio por vencido y estaba por retirarse cuando Istvan lo detuvo  --  Edin hay otro asunto del que quería hablarte. Se trata de Madeleine Saint-Claire

-         ¿Qué sucede con ella?

Istvan había puesto la mayor atención tanto a lo visible como a lo que no lo era en el momento de mencionar a Madeleine, pero ni el estado emocional de Edin ni el físico, sufrieron la más mínima alteración. Sin embargo, como era consciente que él al igual que cualquiera podía equivocarse, decidió continuar.

-         ¿Puedo preguntar a qué obedece tanto interés?

-         Aparte de la natural compasión por el sufrimiento ajeno, a que me recordó a mí mismo, ya que es posible que haya aprendido Istvan pero antes de ser lo que soy tenía una vida, y no he olvidado el dolor que me produjo perder a mi familia y que si no hubiese contado con tu apoyo y con el de Istval, tal vez no habría podido superarlo.

-         De acuerdo y confieso que es un alivio saberlo  --  reconoció él

-         ¿Alivio?  --  preguntó con extrañeza, pero a continuación abrió los ojos con sorpresa  --  ¡Istvan Korsacov, soy un Levjaner!

-         Dum horiani Edin  --  se disculpó  --  Advi sacyvi höi njè klavièk [3]

A Edin no le hacía ninguna gracia que Istvan pensase de aquella manera, porque no había pasado una enorme cantidad de años en un duro entrenamiento como para no ser capaz de notar algo así, y más aún para evitarlo. Gracias a ese mismo entrenamiento logró dominar su ira y entender a Istvan, pero ya quería marcharse.

-         ¿Tengo tu permiso para marcharme?

-         Lo tienes

Un segundo después ya había abandonado el despacho de Istvan y éste se sintió mal, pero era su deber velar por la seguridad de todos ellos.


Ese año al igual que todos los anteriores Dylan estaba disfrutando mucho de la Evesbriel, y para su sorpresa aunque Lucien no había vuelto a una desde la primera de Dylan, parecía estarlo pasando bien. Sin embargo, Dylan no podía estar más equivocado, porque si Lucien estaba allí y fingía convenientemente un entusiasmo que estaba lejos de sentir, era con el único propósito de hacer lo que fuese para que él no volviese a Inglaterra.

Después de conversar un rato con Iziaslav, Dylan se dirigió hacia donde estaba Iyul pero se detuvo repentinamente al tropezar con unos ojos azules que lo miraban con atención. Se trataba de una extraordinariamente hermosa criatura cuya piel parecía de porcelana y sus cabellos eran de un rubio platino resplandeciente. Si Dylan hubiese tenido unos seis u ocho años, habría jurado que se trataba de un ser sobrenatural, y aunque por definición todos ellos lo eran, el aspecto de aquella mujer se correspondía plenamente con la que su desbocada imaginación – como solía decir Iziaslav – le habría dado a una diosa.

-         Algo bastante aproximado según la creencia de su pueblo, aunque si me preguntas, bastante inconveniente también  --  escuchó la voz burlona de Istval

-         ¿Quién es?  --  preguntó él pero Istval rió

-         En realidad lo que quieres preguntar es qué es, así que contestaré primero eso. Como dije a pesar de que su pueblo la consideraba una especie de diosa, es una Devrig como tú y como yo y no tiene de diosa más que su propia arrogancia. Y contestando a tu otra pregunta, su nombre es Eldir de Breizhlander, hija de Klyzeir jefe de la tribu Breizhlander de los Krasyvy, asentada en la meseta de Valdái justo donde nace el río Dnieper.

Mientras Istval le decía todo esto Dylan seguía mirando a la mujer, pero aunque le estaba prestando atención, de todo lo que acababa de decir solo le resultaba vagamente familiar el nombre del lugar, así que ni se molestó en preguntar de qué época le estaba hablando.

-         Dijiste que su pueblo la consideraba una diosa, pero no dijiste por qué

-         Porque según su orgulloso y altanero progenitor, él mismo era descendiente de Zoria y Danica.

-         ¿De quién?  --  preguntó Dylan totalmente perdido

-         Dos de nuestras deidades  --  aclaró Istval

-         ¡Vaya!  --  exclamó Dylan recordando que la mayor parte de la cultura de los Yaroslávich era eslava, y después de un momento agregó  --  También dijiste que era inconveniente ¿Por qué?

-         Es orgullosa, altanera y arrogante como lo fue su padre, algo que obviamente creció de manera alarmante con su transformación.

-         Es una Yaroslávich, supongo

-         En mi opinión eso podría ser discutible 

Dylan lo miró confundido, porque en la suya tal cosa no podía ser discutible. Sin embargo, esperó a que Istval le aclarase el punto.

-         Fue víctima de Avitzedek y según los que estuvieron presentes en el ataque a su tribu, posiblemente al verla quiso quedarse con ella, de modo que pretendió transformarla seguramente con la intención de llevársela a su Saray, pero estando en medio de una batalla no pudo concluir el proceso de transformación. Lo más probable habría sido que la última princesa Breizhlander  muriese de no haber sido porque Ioan Hibsä, un havarik de la época ahora Lovet, se ocupó de completar la transformación

-         Pero entonces…  --  comenzó Dylan aun confundido

-         Cuando Ioan la encontró estaba a un paso de morir desangrada, de modo que él hizo lo que correspondía para salvarla, pero más adelante Avitzedek pretendió reclamarla como suya diciendo que él le había dado su sangre, el asunto es que como no era algo susceptible a ser probado y teniendo en cuenta que Ioan también lo había hecho y había sido quien completase la transformación, Iziaslav decidió que el reclamo de Savaresce no era procedente. Así que oficialmente es una Devrig de nuestro clan.
-          
-         Llevo once años asistiendo a las Evesbriel y nunca la había visto
-          
-         ¡Ah! Eso es porque iuv larsèvirier asaly [4] siendo una ledzydi no es invitada con frecuencia. Dhavjà ev dumi Jhains [5]  --  dijo Istval con diversión
-          
-         Bueno, veamos si su alteza real se aviene a concederme un minuto de su tiempo y tal vez un baile  --  y en esta ocasión Istval rió con absoluto descaro
-          
-         Sin duda lo hará, no eres cualquier Devrig, pero me permito sugerirte andarte con cuidado si lo que quieres es algo más que un baile y estás pensando en  llevarla a tu cama, porque la dulce criatura no solo te lleva unos cuantos años lo que se traduce en un posible perjuicio para tu integridad física, sino que además es en extremo hábil y peligrosa.
-          
-         De acuerdo te lo agradezco, pero tengo un defecto genético que la transformación no logró corregir, me gusta el peligro.

Istval seguía riendo mientras lo veía alejarse en dirección a Eldir y enseguida escuchó la voz Krasmir a su lado.

-         Le apuesto cualquier cosa a la encantadora damita

-         ¿Cualquier cosa? ¿Estás seguro?

-         Vamos Istval, llevamos demasiado tiempo conociéndola, nuestro kicyk Lord no durará ni cinco minutos

-         Bien, cincuenta Dravyas [6] aquí y ahora y tu pagas la próxima salida  --  dijo Istval

-         Hecho  --  aceptó Krasmir mientras Istval sonreía con malignidad

Entre tanto Dylan había llegado hasta su objetivo y estaba siendo objeto de una mirada glacial.

-         Kasny dunheit zhytsanì  --  dijo haciendo una inclinación ante ella  --  Posiblemente estoy cometiendo una terrible impertinencia, pero estoy igualmente seguro que alguien que está tan cercano a los dioses será poseedora de la suficiente bondad como para concederme el perdón

-         Puedes ahorrarte el esfuerzo de aquello para lo que no naciste Lord Danworth  --  y él la miró con cierta sorpresa

-         ¿Sabe quien soy?

-         Sé que nos consideran criaturas poco inteligentes, pero aun suponiendo que fuese así, creo que no hay nadie en el mundo de los Devrigs inteligente o no, que no sepa quién eres Rybik  --  dijo acentuando la última palabra y por primera vez en dieciséis años a Dylan le molestó el término pero lo disimuló muy bien

-         Me siento honrado y desdichado al mismo tiempo  --  y ahora fue ella la que lo miró con curiosidad  --  Honrado de que sepa quien soy, y desdichado por no haber tenido yo ese placer. Sin embargo, y aunque sé que tengo tantas posibilidades de ser merecedor de su atención como de tocar el sol con los dedos, me atrevo a solicitar me conceda el próximo baile

-         Con una condición

-         Solo dígalo y estoy dispuesto a ello

-         Que cierres la boca y dejes de decir necedades Rybik

Aunque a Dylan seguía sin gustarle que lo llamase así, sonrió complacido y extendió su mano. Al mismo tiempo y más allá, Istval hacía lo mismo pero con otra intención.

-         ¡Vermalik nekasny!  --  exclamó Krasmir  --  No llevo tanto dinero encima

-         Bien, pero me la debes  --  dijo Istval mientras se alejaba riendo

-         Nycabek

-         Te escuché Krasmir

-         Lo sé pero eso no cambia mi opinión.

En otro lugar del amplio salón, Avitzedek conversaba con Gianfranco cuando fueron interrumpidos por la presencia de Giorgio y por la sonrisa que traía si no estuviesen donde estaban, habrían jurado que acababa de matar a alguien.

-         Nuestro nuevo príncipe  --  dijo en forma irónica  -- tiene gustos dignos de la realeza

-         Giorgio…

-         Si miras hacia las parejas que están danzando  --  lo interrumpió él  --  verás algo que sin duda va a encantarte padre

Tanto Avitzedek como Gianfranco giraron las cabezas y no tardaron nada en localizar la fuente del regocijo de Giorgio. Pero aun cuando Avitzedek estaba furioso, sabía que nada podía hacer.

-         Nuestro sozdatel’ debe estar desmedidamente satisfecho de su nuevo juguete para concederle esa clase de caprichos

-         Cierra la boca Giorgio  --  susurró Gianfranco

-         Oh vamos fratello, no veo por qué mostrarse tan quisquillosos, sin duda alguna el picolo Lord Danworth debe estar desempeñando muy bien su cometido, sea este el que sea, si le permiten llevarse a la cama a…

Un segundo después Giorgio se vio aferrado por el cuello por su furioso padre, pero casi al mismo tiempo dos fuertes brazos lo apartaron de él.

-         Personalmente estoy de acuerdo contigo y pienso que su cabeza es un aditamento que le es del todo inútil, pero si vas a arrancársela hazlo en tu Saray y no aquí, a menos que quieras terminar tus días en Zatvor  --  le advirtió Edin

Después de eso lo soltó y se alejo pensando que era una verdadera pena no poder dejar que aquellos infelices se matasen entre ellos ahorrándose así una indebida cantidad de problemas.




[1] Biagyzlim: Perdón
[2] Ilè holls dumi Jhains: Por todos los Dioses.
[3] Advi sacyvi höi njè klavièk: Pero sigues siendo un hombre
[4] Iuv larsèvirier asaly: Su alteza real
[5] Dhavjè ev dumi Jhains: Gracias a los Dioses
[6] Dravyas: Moneda de oro (dinero Devrig)

No hay comentarios:

Publicar un comentario