Bodas de Sangre

Bodas de Sangre
Una vez superados los obstáculos ayudado en su mayor parte por Dylan, Kendall logró finalmente contraer matrimonio con Sophie. Después de la boda, Dylan emprenderá un nuevo, inesperado e insólito camino a través de un mundo del que no tenía ni idea de su existencia, mientras que la nueva pareja parte rumbo a Inglaterra para dar comienzo a un matrimonio que todos se preguntan cómo va a terminar siendo que dio inicio con unas Bodas de Sangre

viernes, 25 de julio de 2014

Cap. 41 Complicaciones…



Como cabía esperar y dada la cantidad de Devirgs que fueron testigos de ella, la visita de Dylan a Lothian rápidamente se convirtió en una información de dominio público desatando con ello toda clase de murmuraciones y conjeturas. Entre otras muchas cosas, los que sostenían la teoría del supuesto parentesco de Dylan con Iziaslav la esgrimieron como prueba a su hipótesis, ya que decían que alguien con semejantes niveles de altanería y soberbia solo podía ser un Yaroslávich de sangre real.

Por otra parte aquello no contribuyó de ninguna forma a que la simpatía por Dylan creciese entre los Lothian que ahora se sentían verdaderamente ofendidos y pensaban que Dylan había hecho méritos propios para ganarse su odio. Mientras que los Savaresce si bien no tenían  motivos para querer a ningún Yaroslávich, celebraban en secreto que Dylan hubiese sacudido a Swaney, aunque individuos como Giorgio solo podían encontrar sórdidos motivos a su comportamiento.

En el caso de los miembros del Clan Yaroslávich, Devrigs como Hossa, Masarik y Hársady pensaban que aquello obedecía a algún plan de Iziaslav para deshacerse finalmente de Lothian aunque esto implicara la muerte de Dylan, mientras que otros como Zsiga Varhidi, algunos Lovets y muchos havaricks pensaban que Dylan era un sujeto osado y despertó la admiración de éstos.

Swaney se había visto bastante mal a raíz de la desgraciada visita de Dylan, y esto hizo que su odio por el maldito Lord Danworth creciese de forma exponencial, algo que André de Montreuil aprovechó diligentemente en beneficio propio. Hacía tiempo tenía un objetivo y vio llegado el momento de alcanzarlo.

-         Swaney pienso que ya el chico está listo y no corremos riesgos  --  le dijo  --  además, no podemos olvidar que sería un gran aliado en contra de Lord Danworth.

-         De acuerdo, hazlo  --  le dijo  --  pero si algo sale mal espero que tengas algo más que tu cabeza para responder por lo que me harás perder.

Pero la amenaza no preocupó en lo más mínimo a André, porque estaba tan seguro de lo que hacía como de que aquella jugada inclinaría la balanza definitivamente  a su favor.


Entre tanto, en la casa de los Saint-Claire en Francia, Maurice estaba seriamente preocupado por su hermano, la temporada social había tocado a su fin y Phillipe no había participado en ella. Como Maurice se había quedado sin excusas para las constantes ausencias de su hermano, y para el hecho de que el Chateau Saint-Claire no se hubiese abierto aquella temporada, terminó por decir que Phillipe estaba en Inglaterra, porque al fin y al cabo nadie iba a verlo ya que el necio aquel se pasaba los días metido en la biblioteca escudriñando viejos libros y polvorientos pergaminos cuya edad Maurice no se atrevía a calcular.

Si bien Phillipe se había aplicado lo suficiente para convencer a su hermano en el sentido de que no había motivo para perseguir a los Devrigs, Maurice no entendía la obsesión que tenía Phillipe o qué esperaba encontrar con aquella frenética y absurda investigación. Madeleine también participaba activamente en aquella locura, pero mientras Phillipe apenas si salía de allí, al menos ella se daba tiempo para respirar algo de aire puro aunque sus salidas estaban lejos de ser realmente una distracción, ya que no iba más allá de los linderos del Chateau y generalmente terminaba frente a la lápida de la tumba de su esposo.

Aquella tarde mientras colocaba las flores, se volvió bruscamente al sentir la presencia, pero una vez que la identificó soltó el aire que había contenido involuntariamente y secó su rostro con rapidez.

-         Lamento su dolor pero no tiene que esconderlo  --  dijo Edin al ver el gesto

-         ¿Qué está haciendo aquí?  --  preguntó ella con brusquedad

-         Espero acepte mis excusas por haberla incomodado  --  Edin hizo una rápida y cortés inclinación y se volvió

Madeleine ordinariamente no era antipática y mucho menos grosera, pero en aquel momento se sintió muy mal porque estaba consciente de haber sido ambas cosas.

-         Espere… por favor  --  Edin se detuvo y se giró  --  Lo lamento, no quise ser grosera pero es que…

-         No tiene que disculparse, el que actuó en forma inapropiada invadiendo su privacidad fui yo  --  iba a marcharse después de decir aquello pero ella volvió a detenerlo

-         Aunque no pregunté en la forma correcta, no irá a marcharse sin contestarme ¿verdad?  --  Edin esbozó una ligera sonrisa y volvió sobre sus pasos

-         Supongo que no ha olvidado lo que dijo Istvan, de modo que siempre hay alguien aquí

-         Vigilándonos

-         Dicho así, hace que suene muy mal  --  dijo él  --  En realidad estamos aquí por si llegara a necesitarnos

-         ¿Y por qué no lo había visto antes?

-         Primero porque se supone que nadie debe vernos, y segundo porque es la primera vez que vengo yo, lo que me lleva a excusarme de nuevo por haberla importunado pero es que…  --  aquí fue él el que vaciló y Madeleine lo miró con curiosidad  --  Lo siento pero la vi tan triste que sentí la necesidad de proporcionarle algún consuelo  --  y Madeleine bajó la cabeza  -- aunque sé que nada de lo que diga podrá hacerlo ni disminuirá nuestra responsabilidad por lo sucedido

-         Aunque ya nos lo explicaron, no voy a pretender que no los considero culpables y lamentablemente no he vivido tanto como usted como para olvidarlo

-         Lo sé y lo entiendo, pero créame que si hubiese podido evitarlo lo habría hecho

Edin no dijo nada más y desapareció sin despedirse, pero a partir de aquel día cada vez que Madeleine salía al jardín y aunque se esforzaba en ver quién estaba por allí, nunca veía a nadie. Sin embargo, en otra ocasión en la que Edin volvía a cubrir aquella tarea, captó con toda claridad que ella estaba buscando al vigilante, de modo que se dejó ver de nuevo.

-         Bon après-midi madame  --  saludó

-         Ah, es usted  --  dijo ella fingiendo indiferencia

-         Se acerca el invierno  --  dijo él ignorando el comentario poco amable y que no podía estar más alejado de un saludo apropiado  --  así que tal vez no sea juicioso que se pasee con estas temperaturas sin estar adecuadamente abrigada

-         ¿Ahora también es médico?  --  Edin esbozó una sonrisa que ella por supuesto no vio y quitándose la capa se acercó

-         ¿Me permite?  --  y tomando su silencio como aceptación le colocó la capa por encima de los hombros

-         Espero no me haga responsable si sufre una pulmonía  --  dijo ella

-         Aunque no estamos exentos de las enfermedades comunes, los Devrigs somos un poco más resistentes, así que no debe preocuparse por eso

-         No estoy preocupada, solo expresé mi deseo de no ser culpada en caso de que le sucediese algo

La conversación no se extendió mucho más y Edin pronto desapareció, pero alrededor de una semana después volvió y mientras ella recogía una de las rosas que estaba colocando sobre la tumba, se lastimó con una espina y aunque el primer impulso de Edin fue extender la mano, de inmediato recordó que aquella era sangre Saint-Claire y la retiró. Madeleine se limpió con su pañuelo mientras recordaba que su sangre era mortal para aquellos seres.

Progresivamente Madeleine se fue habituando a verlo cada cierto tiempo, y si bien inicialmente no lo trataba de forma muy amable, su actitud fue variando quizá al notar que en líneas generales no era tan diferente a cualquier otra persona, aparte de que debido a su increíble edad, sabía muchas cosas que ella encontraba interesantes. Así como también aprendió algunas otras cosas relativas a ellos, como un día cuando ella le ofreció unas galletas.

-         ¿Le gusta la canela?  --  le preguntó y el sonrió

-         Tiene un sabor algo fuerte para nuestro paladar  --  le dijo aunque aceptó la que le ofrecía

-         ¿Está seguro que no voy a matarlo con esto?

-         A menos que aparte de canela contenga su sangre también, no lo creo. Y en todo caso un Devrig más o menos no creo que le preocupe mucho

-         No sea majadero, no quiero matarlo  --  dijo ella malhumorada lo que siempre divertía a Edin

Ese día Madeleine se enteró del asunto de la comida y sintió cierta pena al tiempo que se preguntaba cómo sería vivir teniendo que comer sin disfrutarlo realmente. Aunque no se podía decir que fuesen amigos, bien fuese porque vivía muy sola o por la innata simpatía de Edin, Madeleine aprendió a apreciar sus esporádicas visitas.


En Inglaterra las cosas se estaban complicando por varios y diferentes motivos. El primero de ellos sorprendería mucho a Dylan, despertaría la ira de Lucien y el terror de Iziazlav en breve.

Hasta la fecha, y había transcurrido casi un mes desde su llegada a Inglaterra, Iyul no había encontrado nada ni remotamente peligroso en Kendall, razón por la cual y aunque en un principio su interés había sido averiguar qué tenía su hermano en contra de él, ahora simplemente disfrutaba de su compañía. Lo que no esperaba Iyul era encontrarse de nuevo con Lady Arlingthon, y esto ocurrió en una rarísima ocasión en la que ella acompañó a su esposo a una cena a la que ambos estaban invitados.

Sin duda Iyul podía haberse marchado sin que esto ocasionase ningún trastorno a nadie, ya que era perfectamente capaz de manejarlo y Misha estaba con él de modo que entre ambos se habrían encargado, y aunque en principio esa fue su intención y de hecho lo intentó, las cosas no siempre salen como se planifican.

Kendall acababa de presentarle formalmente a Sophie y de aclararle a su esposa que él era hermano de Luciano, de modo que ella lo miraba con atención mientras él se inclinaba cortésmente y apenas le rozaba los dedos con sus labios. Pero en cuanto Iyul elevó su mirada Sophie estuvo segura de dos cosas. La primera que aquel sujeto era completamente diferente a su hermano, no sabía en qué o por qué pensaba eso, pero estaba segura que era así. Y la segunda, que aunque seguía experimentando cierto rechazo que tampoco sabía a qué obedecía, aquel hombre por algún motivo igualmente desconocido le recordaba a Dylan, de modo que como no le gustaba estar sin respuestas, le sonrió con amabilidad y decidió que aprovecharía para tratar de averiguar a qué se debía ese extraño rechazo.

Obviamente en cuanto Misha había visto aparecer a Arlingthon en compañía de su esposa, urgió a Iyul para irse, de modo que una vez efectuada las presentaciones, Iyul comenzó a disculparse.

-         De veras lamento no poder quedarme  --  decía al mismo tiempo que manipulaba la mente de Kendall para que lo aceptase sin preguntas, mientras que Misha se esforzaba por mantener a raya la de Sophie

Sin embargo, Sophie era una Saint-Claire y eso le quedó muy claro al Levjaner en cuanto ella comenzó a hablar. Si bien Sophie no era afecta a las reuniones sociales y hasta podría pensarse que poco hábil para desenvolverse en ellas, había tenido tres años de entrenamiento con Phillipe que sí lo era, de modo que puso en juego todo lo aprendido de su padre hasta convencer a Iyul para que se quedase.

Misha maldijo por lo bajo y puso en tela de juicio sus capacidades, pero ya no podía hacer nada salvo vigilarlos, y eso a prudente distancia si no quería también verse descubierto por aquella condenada vidmagy.

No obstante, su inquietud creció de manera alarmante cuando notó que el pulso de Iyul se aceleraba mientras hablaba con aquella desgracia, de modo que sin detenerse a pensarlo envió un urgente mensaje a Istvan quien estuvo allí casi tan pronto como lo había recibido. En cuanto Istvan llegó y aun sin saber el verdadero motivo por el que había sido llamado, miró a Misha con desaprobación.

-         ¿Dev advejèry etvi? [1]  --  preguntó Istvan en tono ominoso

-          Dum horiani sarì, advi… [2]  --  y le explicó de forma rápida y ordenada lo sucedido

Mientras Istvan lo escuchaba, miraba con atención hacia la mesa y no necesitó de mucho tiempo para notar lo que había causado la alarma de Misha, de manera que como de forma inmediata nada podían hacer, se marchó a hacer lo que sí se podía.

A la mañana siguiente mientras Dylan escuchaba con asombro y Lucien con ira creciente el relato de la cena de la noche anterior, se presentó Vasile Virta, uno de los mensajeros de Illir con la orden perentoria de Iziaslav para Iyul de presentarse en Illir de forma inmediata.

Si bien a Dylan aquel llamado no le pareció nada extraordinario, Lucien vio con claridad meridiana que tal vez los Lovets no habían podido evitar aquel encuentro pero sin duda habían hecho su trabajo sacando a su hermano de escena a la mayor velocidad posible y antes de que fuese demasiado tarde.


La otra complicación era relativa a Dylan, sus frecuentes paseos lo llevaban de manera invariable a los lugares que habían sido sitio de reunión de él y sus amigos y pasaba horas allí rememorando esos días. En uno de sus primeros paseos se había encontrado con los hijos menores de Kendall y a partir de ese día se encontraban casi a diario. Lucien que lo acompañaba casi siempre, no encontraba aquello precisamente bueno pero la inocencia de los niños y el carácter especialmente desenfadado de Derek le ganaron su simpatía y casi le hicieron olvidar que eran Saint-Claire.

Sin embargo, en uno de aquellos paseos y mientras los chicos jugaban, Derek se cayó haciéndose una herida más o menos profunda en la pierna, automáticamente Dylan y Lucien al escuchar el grito intentaron correr para socorrerlo, pero antes de que pudiesen hacerlo se sintieron  aferrados por los brazos.

-         Es sangre Saint-Claire sarì  --  susurró con rapidez Itlar a Lucien

-         ¡Maldición hombre, no podemos dejarlo así!  --  le decía Dylan a Yvaylo que había hecho la misma advertencia y justo en ese momento escucharon la voz asustada de Chris

-         ¡Dylan, Luciano!

-         Lo haremos con cuidado  --  dijo Lucien

-         Sarì no puedo…

Pero siendo que Lucien se había relajado al escuchar la advertencia de Itlar, éste a su vez había aflojado la presión por lo que Lucien pudo moverse con extremada rapidez. Mientras esto sucedía Dylan que sabía que por la fuerza era difícil que se deshiciera de Yvaylo, había recurrido a las palabras.

-         Yvaylo por favor es solo un niño, tendré cuidado  -- dijo al igual que Lucien

A Yvaylo tampoco le gustaba la idea de dejar sin asistencia a un niño herido, de modo que había ideado cómo hacer para que realmente fuese seguro antes de soltar a Dylan.

-         Levántalo y mételo al agua

-         De acuerdo  --  dijo Dylan corriendo hacia Derek

Ambas situaciones se habían dado casi en paralelo de manera que Dylan y Lucien llegaron hasta los chicos al mismo tiempo.

-         Hazte a un lado Chris  --  le dijo Lucien y el niño obedeció

-         ¿Confías en mí?  --  le preguntó Dylan a Derek y el chico se limitó a asentir  --  Bien, cierra los ojos

Una vez que Derek lo hizo, él lo levantó y a toda velocidad lo metió en el agua. Entre tanto ya Lucien había rasgado un trozo de su camisa y cuando Dylan levantó a Derek él lo amarró con firmeza alrededor de la herida. Sabían que aquello no sería suficiente y que debía ser atendido, de manera que Dylan miró a Lucien, él entendió y caminó hacia donde estaba Chris mirando la escena con los ojos como platos.

-         ¿Qué sucedió Chris?  --  le preguntó para distraerlo mientras Dylan desaparecía con Derek

Por su parte Dylan le había hecho una seña a Yvaylo y este hizo que Derek perdiese el conocimiento, así Dylan pudo correr a toda velocidad hacia Darnley mientras Itlar y Lucien se encargaban de trasladar a Chris y de manipular su mente para que no se diese cuenta de la velocidad a la que iban. Afortunadamente no estaban muy lejos de la propiedad, de modo que no les llevó casi nada llegar a ella.

Apenas Dylan entró con Derek, el mayordomo dio aviso a Kendall y éste a su vez mandó a llamar a Sophie mientras corría hacia la entrada. Dylan le estaba explicando en forma sucinta lo que había sucedido cuando apareció Sophie muy pálida y él trató de no mirarla.

-         Llévalo a su habitación para atenderlo Kendall  --  le dijo a su marido y luego miró a Dylan  --  ¿Dónde está Christopher?

-         Lo trae Luciano, no debe tardar en…

-         ¿No estaban juntos?  --  se extrañó ella

-         Sí pero yo vine más de prisa

-         Aquí está Lady Arlingthon  --  dijo Lucien que se había resistido a entrar pero finalmente lo había hecho

Tanto él como ella experimentaron violentas emociones cuando sus ojos se encontraron. Por una parte Sophie volvió a sentir algo sumamente extraño en aquel hombre, mientras que Lucien luchaba contra el odio visceral que despertaba en él aquella criatura. Sophie fue la primera en desviar la mirada y fijarla de nuevo en Dylan.

-         Gracias Dylan

En aquel momento él no pudo evitar mirarla y la sangre comenzó a hervir en sus venas mientras su corazón parecía a punto de horadar su pecho, y él rogaba al cielo para que terminase de irse. Aunque el contacto solo había durado unos pocos segundos al cabo de los cuales Sophie se volvió y corrió hacia las escaleras, a él le había parecido una eternidad, después de lo cual tuvo que apoyarse en la pared buscando la estabilidad.

-         ¿Se siente bien milord?  -- preguntó el mayordomo al verlo así

-         Sí, estoy bien  --  le dijo y tan ponto como le fue posible buscó salir de allí

Lucien que había salido antes que él, al verlo sujetó su brazo y se marcharon de allí a toda prisa.

En la tarde les llegó una nota de Kendall agradeciéndoles su ayuda y diciéndoles que afortunadamente había sido menos grave de lo que habían supuesto. Según lo que les decía, Sophie le había hecho una primera cura y más tarde había ido a verlo un médico que había dicho que gracias al torniquete que le habían hecho al colocarle la improvisada venda, habían detenido una mayor pérdida de sangre, algo de lo que Lucien estaba bastante seguro ya que lo había atado con suficiente fuerza para evitar que siguiese brotando sangre.

Pero si bien habían superado aquello con éxito, a Dylan le quedó clarísimo que por ningún motivo podía acercarse a Sophie, de manera que cuando le llegó una invitación a cenar en la casa de los Arlingthon, la rechazó con la mayor cortesía.

Tanto Derek como Chris también les habían escrito para agradecerles su ayuda, y en el caso de Derek les pedía que fuesen a verlo, pero ambos les escribieron de vuelta diciéndole que se alegraban de su recuperación, aunque ni mencionaron ni se comprometieron con una visita.

A mediados de diciembre, les llegó el recordatorio de la Evesbriel y aunque Lucien como de costumbre no tenía ningún interés en asistir, lo hizo pensando que de ese modo alejaba a Dylan de Inglaterra y quizá lo convenciese de no regresar, pero pronto vería que aquello no era posible.




[1] Dev advejèry etvi?: Cómo sucedió esto?
[2] Dum horiani sarì, advi…: Lo siento señor, pero…

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