Como cabía esperar y dada la
cantidad de Devirgs que fueron testigos de ella, la visita de Dylan a Lothian
rápidamente se convirtió en una información de dominio público desatando con
ello toda clase de murmuraciones y conjeturas. Entre otras muchas cosas, los
que sostenían la teoría del supuesto parentesco de Dylan con Iziaslav la
esgrimieron como prueba a su hipótesis, ya que decían que alguien con
semejantes niveles de altanería y soberbia solo podía ser un Yaroslávich de
sangre real.
Por otra parte aquello no
contribuyó de ninguna forma a que la simpatía por Dylan creciese entre los
Lothian que ahora se sentían verdaderamente ofendidos y pensaban que Dylan
había hecho méritos propios para ganarse su odio. Mientras que los Savaresce si
bien no tenían motivos para querer a
ningún Yaroslávich, celebraban en secreto que Dylan hubiese sacudido a Swaney,
aunque individuos como Giorgio solo podían encontrar sórdidos motivos a su
comportamiento.
En el caso de los miembros del
Clan Yaroslávich, Devrigs como Hossa, Masarik y Hársady pensaban que aquello
obedecía a algún plan de Iziaslav para deshacerse finalmente de Lothian aunque
esto implicara la muerte de Dylan, mientras que otros como Zsiga Varhidi,
algunos Lovets y muchos havaricks pensaban que Dylan era un sujeto osado y
despertó la admiración de éstos.
Swaney se había visto bastante
mal a raíz de la desgraciada visita de Dylan, y esto hizo que su odio por el
maldito Lord Danworth creciese de forma exponencial, algo que André de Montreuil
aprovechó diligentemente en beneficio propio. Hacía tiempo tenía un objetivo y
vio llegado el momento de alcanzarlo.
-
Swaney pienso que ya el chico está listo y no corremos riesgos -- le
dijo --
además, no podemos olvidar que sería un gran aliado en contra de Lord
Danworth.
-
De acuerdo, hazlo -- le dijo
-- pero si algo sale mal espero
que tengas algo más que tu cabeza para responder por lo que me harás perder.
Pero la amenaza no preocupó en
lo más mínimo a André, porque estaba tan seguro de lo que hacía como de que
aquella jugada inclinaría la balanza definitivamente a su favor.
Entre tanto, en la casa de los
Saint-Claire en Francia, Maurice estaba seriamente preocupado por su hermano,
la temporada social había tocado a su fin y Phillipe no había participado en
ella. Como Maurice se había quedado sin excusas para las constantes ausencias
de su hermano, y para el hecho de que el Chateau
Saint-Claire no se hubiese abierto aquella temporada, terminó por decir que
Phillipe estaba en Inglaterra, porque al fin y al cabo nadie iba a verlo ya que
el necio aquel se pasaba los días metido en la biblioteca escudriñando viejos
libros y polvorientos pergaminos cuya edad Maurice no se atrevía a calcular.
Si bien Phillipe se había
aplicado lo suficiente para convencer a su hermano en el sentido de que no
había motivo para perseguir a los Devrigs, Maurice no entendía la obsesión que
tenía Phillipe o qué esperaba encontrar con aquella frenética y absurda
investigación. Madeleine también participaba activamente en aquella locura,
pero mientras Phillipe apenas si salía de allí, al menos ella se daba tiempo
para respirar algo de aire puro aunque sus salidas estaban lejos de ser
realmente una distracción, ya que no iba más allá de los linderos del Chateau y generalmente terminaba frente
a la lápida de la tumba de su esposo.
Aquella tarde mientras
colocaba las flores, se volvió bruscamente al sentir la presencia, pero una vez
que la identificó soltó el aire que había contenido involuntariamente y secó su
rostro con rapidez.
-
Lamento su dolor pero no tiene que esconderlo --
dijo Edin al ver el gesto
-
¿Qué está haciendo aquí? -- preguntó ella con brusquedad
-
Espero acepte mis excusas por haberla incomodado --
Edin hizo una rápida y cortés inclinación y se volvió
Madeleine ordinariamente no
era antipática y mucho menos grosera, pero en aquel momento se sintió muy mal
porque estaba consciente de haber sido ambas cosas.
-
Espere… por favor -- Edin se detuvo y se giró -- Lo
lamento, no quise ser grosera pero es que…
-
No tiene que disculparse, el que actuó en forma inapropiada invadiendo su
privacidad fui yo -- iba a marcharse después de decir aquello pero
ella volvió a detenerlo
-
Aunque no pregunté en la forma correcta, no irá a marcharse sin contestarme
¿verdad? -- Edin esbozó una ligera sonrisa y volvió sobre
sus pasos
-
Supongo que no ha olvidado lo que dijo Istvan, de modo que siempre hay
alguien aquí
-
Vigilándonos
-
Dicho así, hace que suene muy mal
-- dijo él -- En
realidad estamos aquí por si llegara a necesitarnos
-
¿Y por qué no lo había visto antes?
-
Primero porque se supone que nadie debe vernos, y segundo porque es la
primera vez que vengo yo, lo que me lleva a excusarme de nuevo por haberla
importunado pero es que… -- aquí fue él el que vaciló y Madeleine lo miró
con curiosidad -- Lo siento pero la vi tan triste que sentí la
necesidad de proporcionarle algún consuelo
-- y Madeleine bajó la
cabeza -- aunque sé que nada de lo que
diga podrá hacerlo ni disminuirá nuestra responsabilidad por lo sucedido
-
Aunque ya nos lo explicaron, no voy a pretender que no los considero
culpables y lamentablemente no he vivido tanto como usted como para olvidarlo
-
Lo sé y lo entiendo, pero créame que si hubiese podido evitarlo lo habría
hecho
Edin no dijo nada más y
desapareció sin despedirse, pero a partir de aquel día cada vez que Madeleine
salía al jardín y aunque se esforzaba en ver
quién estaba por allí, nunca veía a nadie. Sin embargo, en otra ocasión en la
que Edin volvía a cubrir aquella tarea, captó con toda claridad que ella estaba
buscando al vigilante, de modo que se
dejó ver de nuevo.
-
Bon après-midi madame --
saludó
-
Ah, es usted -- dijo ella fingiendo indiferencia
-
Se acerca el invierno -- dijo él ignorando el comentario poco amable y
que no podía estar más alejado de un saludo apropiado -- así
que tal vez no sea juicioso que se pasee con estas temperaturas sin estar
adecuadamente abrigada
-
¿Ahora también es médico? -- Edin esbozó una sonrisa que ella por supuesto
no vio y quitándose la capa se acercó
-
¿Me permite? -- y tomando su silencio como aceptación le
colocó la capa por encima de los hombros
-
Espero no me haga responsable si sufre una pulmonía --
dijo ella
-
Aunque no estamos exentos de las enfermedades comunes, los Devrigs somos un
poco más resistentes, así que no debe preocuparse por eso
-
No estoy preocupada, solo expresé mi deseo de no ser culpada en caso de que
le sucediese algo
La conversación no se extendió
mucho más y Edin pronto desapareció, pero alrededor de una semana después
volvió y mientras ella recogía una de las rosas que estaba colocando sobre la
tumba, se lastimó con una espina y aunque el primer impulso de Edin fue
extender la mano, de inmediato recordó que aquella era sangre Saint-Claire y la
retiró. Madeleine se limpió con su pañuelo mientras recordaba que su sangre era
mortal para aquellos seres.
Progresivamente Madeleine se
fue habituando a verlo cada cierto tiempo, y si bien inicialmente no lo trataba
de forma muy amable, su actitud fue variando quizá al notar que en líneas
generales no era tan diferente a cualquier otra persona, aparte de que debido a
su increíble edad, sabía muchas cosas que ella encontraba interesantes. Así
como también aprendió algunas otras cosas relativas a ellos, como un día cuando
ella le ofreció unas galletas.
-
¿Le gusta la canela? -- le preguntó y el sonrió
-
Tiene un sabor algo fuerte para nuestro paladar -- le
dijo aunque aceptó la que le ofrecía
-
¿Está seguro que no voy a matarlo con esto?
-
A menos que aparte de canela contenga su sangre también, no lo creo. Y en
todo caso un Devrig más o menos no creo que le preocupe mucho
-
No sea majadero, no quiero matarlo
-- dijo ella malhumorada lo que
siempre divertía a Edin
Ese día Madeleine se enteró
del asunto de la comida y sintió cierta pena al tiempo que se preguntaba cómo
sería vivir teniendo que comer sin disfrutarlo realmente. Aunque no se podía
decir que fuesen amigos, bien fuese porque vivía muy sola o por la innata
simpatía de Edin, Madeleine aprendió a apreciar sus esporádicas visitas.
En Inglaterra las cosas se
estaban complicando por varios y diferentes motivos. El primero de ellos
sorprendería mucho a Dylan, despertaría la ira de Lucien y el terror de
Iziazlav en breve.
Hasta la fecha, y había
transcurrido casi un mes desde su llegada a Inglaterra, Iyul no había
encontrado nada ni remotamente peligroso en Kendall, razón por la cual y aunque
en un principio su interés había sido averiguar qué tenía su hermano en contra
de él, ahora simplemente disfrutaba de su compañía. Lo que no esperaba Iyul era
encontrarse de nuevo con Lady Arlingthon, y esto ocurrió en una rarísima
ocasión en la que ella acompañó a su esposo a una cena a la que ambos estaban
invitados.
Sin duda Iyul podía haberse
marchado sin que esto ocasionase ningún trastorno a nadie, ya que era
perfectamente capaz de manejarlo y Misha estaba con él de modo que entre ambos
se habrían encargado, y aunque en principio esa fue su intención y de hecho lo
intentó, las cosas no siempre salen como se planifican.
Kendall acababa de presentarle
formalmente a Sophie y de aclararle a su esposa que él era hermano de Luciano,
de modo que ella lo miraba con atención mientras él se inclinaba cortésmente y
apenas le rozaba los dedos con sus labios. Pero en cuanto Iyul elevó su mirada
Sophie estuvo segura de dos cosas. La primera que aquel sujeto era
completamente diferente a su hermano, no sabía en qué o por qué pensaba eso,
pero estaba segura que era así. Y la segunda, que aunque seguía experimentando
cierto rechazo que tampoco sabía a qué obedecía, aquel hombre por algún motivo
igualmente desconocido le recordaba a Dylan, de modo que como no le gustaba
estar sin respuestas, le sonrió con amabilidad y decidió que aprovecharía para
tratar de averiguar a qué se debía ese extraño rechazo.
Obviamente en cuanto Misha
había visto aparecer a Arlingthon en compañía de su esposa, urgió a Iyul para
irse, de modo que una vez efectuada las presentaciones, Iyul comenzó a
disculparse.
-
De veras lamento no poder quedarme
-- decía al mismo tiempo que
manipulaba la mente de Kendall para que lo aceptase sin preguntas, mientras que
Misha se esforzaba por mantener a raya la de Sophie
Sin embargo, Sophie era una
Saint-Claire y eso le quedó muy claro al Levjaner en cuanto ella comenzó a
hablar. Si bien Sophie no era afecta a las reuniones sociales y hasta podría
pensarse que poco hábil para desenvolverse en ellas, había tenido tres años de
entrenamiento con Phillipe que sí lo era, de modo que puso en juego todo lo
aprendido de su padre hasta convencer a Iyul para que se quedase.
Misha maldijo por lo bajo y
puso en tela de juicio sus capacidades, pero ya no podía hacer nada salvo
vigilarlos, y eso a prudente distancia si no quería también verse descubierto
por aquella condenada vidmagy.
No obstante, su inquietud
creció de manera alarmante cuando notó que el pulso de Iyul se aceleraba
mientras hablaba con aquella desgracia,
de modo que sin detenerse a pensarlo envió un urgente mensaje a Istvan quien
estuvo allí casi tan pronto como lo había recibido. En cuanto Istvan llegó y
aun sin saber el verdadero motivo por el que había sido llamado, miró a Misha
con desaprobación.
-
Dum
horiani sarì, advi… [2] -- y
le explicó de forma rápida y ordenada lo sucedido
Mientras Istvan lo escuchaba,
miraba con atención hacia la mesa y no necesitó de mucho tiempo para notar lo
que había causado la alarma de Misha, de manera que como de forma inmediata
nada podían hacer, se marchó a hacer lo que sí se podía.
A la mañana siguiente mientras
Dylan escuchaba con asombro y Lucien con ira creciente el relato de la cena de
la noche anterior, se presentó Vasile Virta, uno de los mensajeros de Illir con
la orden perentoria de Iziaslav para Iyul de presentarse en Illir de forma
inmediata.
Si bien a Dylan aquel llamado
no le pareció nada extraordinario, Lucien vio con claridad meridiana que tal
vez los Lovets no habían podido evitar aquel encuentro pero sin duda habían
hecho su trabajo sacando a su hermano de escena a la mayor velocidad posible y
antes de que fuese demasiado tarde.
La otra complicación era
relativa a Dylan, sus frecuentes paseos lo llevaban de manera invariable a los
lugares que habían sido sitio de reunión de él y sus amigos y pasaba horas allí
rememorando esos días. En uno de sus primeros paseos se había encontrado con
los hijos menores de Kendall y a partir de ese día se encontraban casi a
diario. Lucien que lo acompañaba casi siempre, no encontraba aquello
precisamente bueno pero la inocencia de los niños y el carácter especialmente
desenfadado de Derek le ganaron su simpatía y casi le hicieron olvidar que eran
Saint-Claire.
Sin embargo, en uno de
aquellos paseos y mientras los chicos jugaban, Derek se cayó haciéndose una
herida más o menos profunda en la pierna, automáticamente Dylan y Lucien al
escuchar el grito intentaron correr para socorrerlo, pero antes de que pudiesen
hacerlo se sintieron aferrados por los
brazos.
-
Es sangre Saint-Claire sarì -- susurró con rapidez Itlar a Lucien
-
¡Maldición hombre, no podemos dejarlo así!
-- le decía Dylan a Yvaylo que había
hecho la misma advertencia y justo en ese momento escucharon la voz asustada de
Chris
-
¡Dylan, Luciano!
-
Lo haremos con cuidado -- dijo Lucien
-
Sarì no puedo…
Pero siendo que Lucien se
había relajado al escuchar la advertencia de Itlar, éste a su vez había aflojado
la presión por lo que Lucien pudo moverse con extremada rapidez. Mientras esto
sucedía Dylan que sabía que por la fuerza era difícil que se deshiciera de
Yvaylo, había recurrido a las palabras.
-
Yvaylo por favor es solo un niño, tendré cuidado -- dijo al igual que Lucien
A Yvaylo tampoco le gustaba la
idea de dejar sin asistencia a un niño herido, de modo que había ideado cómo
hacer para que realmente fuese seguro antes de soltar a Dylan.
-
Levántalo y mételo al agua
-
De acuerdo -- dijo Dylan corriendo hacia Derek
Ambas situaciones se habían
dado casi en paralelo de manera que Dylan y Lucien llegaron hasta los chicos al
mismo tiempo.
-
Hazte a un lado Chris -- le dijo Lucien y el niño obedeció
-
¿Confías en mí? -- le preguntó Dylan a Derek y el chico se
limitó a asentir -- Bien, cierra los ojos
Una vez que Derek lo hizo, él
lo levantó y a toda velocidad lo metió en el agua. Entre tanto ya Lucien había
rasgado un trozo de su camisa y cuando Dylan levantó a Derek él lo amarró con
firmeza alrededor de la herida. Sabían que aquello no sería suficiente y que
debía ser atendido, de manera que Dylan miró a Lucien, él entendió y caminó
hacia donde estaba Chris mirando la escena con los ojos como platos.
-
¿Qué sucedió Chris? -- le preguntó para distraerlo mientras Dylan
desaparecía con Derek
Por su parte Dylan le había
hecho una seña a Yvaylo y este hizo que Derek perdiese el conocimiento, así
Dylan pudo correr a toda velocidad hacia Darnley mientras Itlar y Lucien se
encargaban de trasladar a Chris y de manipular su mente para que no se diese
cuenta de la velocidad a la que iban. Afortunadamente no estaban muy lejos de
la propiedad, de modo que no les llevó casi nada llegar a ella.
Apenas Dylan entró con Derek,
el mayordomo dio aviso a Kendall y éste a su vez mandó a llamar a Sophie
mientras corría hacia la entrada. Dylan le estaba explicando en forma sucinta
lo que había sucedido cuando apareció Sophie muy pálida y él trató de no
mirarla.
-
Llévalo a su habitación para atenderlo Kendall -- le
dijo a su marido y luego miró a Dylan
-- ¿Dónde está Christopher?
-
Lo trae Luciano, no debe tardar en…
-
¿No estaban juntos? -- se extrañó ella
-
Sí pero yo vine más de prisa
-
Aquí está Lady Arlingthon -- dijo Lucien que se había resistido a entrar
pero finalmente lo había hecho
Tanto él como ella
experimentaron violentas emociones cuando sus ojos se encontraron. Por una
parte Sophie volvió a sentir algo sumamente extraño en aquel hombre, mientras
que Lucien luchaba contra el odio visceral que despertaba en él aquella
criatura. Sophie fue la primera en desviar la mirada y fijarla de nuevo en
Dylan.
-
Gracias Dylan
En aquel momento él no pudo
evitar mirarla y la sangre comenzó a hervir en sus venas mientras su corazón
parecía a punto de horadar su pecho, y él rogaba al cielo para que terminase de
irse. Aunque el contacto solo había durado unos pocos segundos al cabo de los
cuales Sophie se volvió y corrió hacia las escaleras, a él le había parecido
una eternidad, después de lo cual tuvo que apoyarse en la pared buscando la
estabilidad.
-
¿Se siente bien milord? -- preguntó
el mayordomo al verlo así
-
Sí, estoy bien -- le dijo y tan ponto como le fue posible buscó
salir de allí
Lucien que había salido antes
que él, al verlo sujetó su brazo y se marcharon de allí a toda prisa.
En la tarde les llegó una nota
de Kendall agradeciéndoles su ayuda y diciéndoles que afortunadamente había
sido menos grave de lo que habían supuesto. Según lo que les decía, Sophie le
había hecho una primera cura y más tarde había ido a verlo un médico que había
dicho que gracias al torniquete que le habían hecho al colocarle la improvisada
venda, habían detenido una mayor pérdida de sangre, algo de lo que Lucien estaba
bastante seguro ya que lo había atado con suficiente fuerza para evitar que
siguiese brotando sangre.
Pero si bien habían superado
aquello con éxito, a Dylan le quedó clarísimo que por ningún motivo podía
acercarse a Sophie, de manera que cuando le llegó una invitación a cenar en la
casa de los Arlingthon, la rechazó con la mayor cortesía.
Tanto Derek como Chris también
les habían escrito para agradecerles su ayuda, y en el caso de Derek les pedía
que fuesen a verlo, pero ambos les escribieron de vuelta diciéndole que se
alegraban de su recuperación, aunque ni mencionaron ni se comprometieron con
una visita.
A mediados de diciembre, les
llegó el recordatorio de la
Evesbriel y aunque Lucien como de costumbre no tenía ningún
interés en asistir, lo hizo pensando que de ese modo alejaba a Dylan de
Inglaterra y quizá lo convenciese de no regresar, pero pronto vería que aquello
no era posible.
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