Sophie se encontraba en el jardín y
miraba con desolación los rosales, pronto llegaría el invierno y éstos dejarían
de florecer. Caminó un rato más y pensaba en la última carta de Brian. Su hijo
estaba que no cabía en sí de felicidad y como siempre, hablaba maravillas de
Victoria. Sophie estaba realmente contenta de que todo hubiese salido bien y
Kendall no hubiese tenido problemas para pactar el compromiso, ahora solo
esperaba el momento de conocer a la futura esposa de su hijo.
Caminó de vuelta pero tuvo que correr,
porque de pronto se desató una extraña e inapropiada tormenta. Mientras corría
hacia la casa recordó repentinamente a Dylan y que él siempre predecía con
bastante exactitud aquel hecho.
-
Bueno
Lord Danworth, no estás aquí y no pudiste avisar -- dijo
en voz alta
Después se reprochó a sí misma, pero no
pudo evitar preguntarse qué sería de la vida de Dylan. Eventualmente Kendall le
decía cuando recibía carta de él, pero la verdad era que no había mucho que
decir, solo que seguía en sus interminables viajes y no mucho más. Sin embargo,
hacía ya algún tiempo que Kendall no lo mencionaba, y luego con un deje de
tristeza y preocupación pensó que en realidad hacía mucho que Kendall le
comentaba pocas cosas y conforme pasaba el tiempo, parecía alejarse más.
Inicialmente Kendall apenas si
participaba de la vida social, porque recién iniciado su matrimonio ambos se
dedicaron primero a Brian y luego a Christopher y a Derek, pero paulatinamente
Kendall comenzó a integrarse de nuevo a sus actividades en la corte y cada vez
pasaba más tiempo en Londres. Cuando esto comenzó a suceder solía venir varias
veces durante la temporada, pero ahora ya no lo hacía y Sophie lo atribuyó a
que el viaje era muy cansado, Kendall pronto
cumpliría cuarenta y uno, de modo que ya no era un jovencito y por fuerza
tenían que afectarlo aquellos traslados.
Subió a toda prisa para cambiarse, lo
último que necesitaba era pescar un resfriado estando tan cerca el invierno,
pero antes de entrar a su habitación escuchó voces dentro. La puerta estaba
entornada y se detuvo al escuchar su nombre.
-
…
la verdad es que es una pena
-
Sí,
pobre Lady Arlingthon
Sophie se preguntó por que razón las
doncellas opinaban eso, pero obtuvo la respuesta casi de forma inmediata.
-
Bueno,
Lord Arlingthon aun es muy guapo, así que no es de extrañar que tenga a esa
señorita, y en cualquier caso…
Sophie dio media vuelta y entró a la
habitación de Brian. Se sentó en la cama y trató de detener la enloquecida
carrera que habían emprendido tanto su corazón como sus pensamientos. Aquello
no podía estar pasando, Kendall nunca… ¿o sí? Pasó mucho rato antes de que
lograse serenarse, y después de hacerlo comenzó un pleito mental. Estaba muy
disgustada consigo misma porque escuchar conversaciones tras las puertas no se
correspondía con el comportamiento que debía exhibir una dama. En este punto
volvió a recordar a Dylan y sus irritantes lecciones de buen comportamiento, y
se enfureció aun más.
Abandonó la habitación de Brian y caminó
con decisión hacia la suya, y por fortuna ya las doncellas la habían
abandonado. Después que se hubo cambiado y cuando estaba a punto de ir a la
habitación de Derek, llamaron a la puerta.
-
Mi
lady, Lord Saint-Claire acaba de llegar
-- le informó la doncella
-
Gracias,
enseguida bajo
Sophie se extrañó por la hora, ya que su
padre había quedado con ella que vendría para la cena, pero como no era la
primera vez que llegaba mucho más temprano solo para alborotar con los niños,
no le dio mayor importancia. Sin embargo, apenas lo vio supo que algo iba muy
mal.
-
¿Papá?
-
Sophie… --
aquella vacilación hizo que Sophie se alarmase de veras --
recibí carta de Francia
Sophie sintió que el mundo comenzaba a
girar a velocidades inusitadas, y pensó ¿Tío Maurice… Madeleine…
-
Sophie,
Jacques…
-
¡No!
Phillipe reaccionó con rapidez para
detener la caída de su hija, que aunque no llegó a perder el sentido, sus
piernas se habían negado a sostenerla. Después que estuvo sentada, Phillipe
procedió a contarle lo sucedido, o al menos parte de ello. Sophie sentía una
terrible opresión en el pecho, no solo porque Jacques había sido el hermano que no había
tenido, sino porque no se imaginaba a Madeleine sin él. Pasó mucho tiempo antes
de que lograse recuperar la compostura.
-
Salgo
para Francia mañana Sophie, espero que lo comprendas
-
Por
supuesto papá y créeme que me gustaría mucho poder acompañarte, Madeleine debe
estar… -- pero las lágrimas volvieron a ahogarla
Phillipe tuvo verdaderas dificultades
para calmarla, sobre todo porque él mismo aun no asimilaba del todo el asunto,
pero finalmente ella se tranquilizó y él consideró más prudente ser él quien le
diese la triste noticia a los niños, porque ella no iba a poder sin venirse
debajo de nuevo. Después de hablar con ellos, algo que tampoco resultó sencillo
porque estaban muy encariñados con el tío Jacques, sobre todo Derek, se
despidió de ellos y se marchó. Se iba con el corazón roto, tanto por el motivo
del viaje como por tener que dejar a su hija y a sus nietos en aquellas condiciones,
pero no tenía alternativa. No le había dicho a Sophie que Maurice también había
resultado herido porque aunque ya estaba mejor, eso solo habría alterado más a
su hija. Así como tampoco había mencionado el importante asunto que su sobrina le había dicho que necesitaba
urgente atención.
Ellos habían llegado al acuerdo de no
decir nada a Sophie acerca de sus investigaciones y posterior descubrimiento,
porque siendo que Sophie había hecho a un lado su preparación por dedicarse a
su familia, consideraban que de momento era mejor que no supiese nada. Sin
embargo, pronto descubrirían que eso había sido un error.
Después que Istvan le había dicho a
Iziaslav que Madeleine Saint-Claire estaba al tanto de su existencia, procedió
a informarle que no solo sabía eso, sino que sabía que todos los que llevasen
su sangre resultarían letales para ellos. Del mismo modo le dijo que Phillipe
Saint-Claire estaba en posesión de esa información al igual que lo había estado
el difunto Jacques Germain.
-
¿Serán
un problema? -- preguntó
-
Ella
no estoy muy seguro aún, sabes que no tenemos mucho éxito con las mentes de los
Saint-Claire, y en el caso de Phillipe, no tengo ni la más mínima idea. Solo sé
que es un sujeto volátil y considerado peligroso en su sociedad.
-
Y
lo es --
dijo Luciano sorprendiéndolos
-- el día de la boda de su hija,
fui testigo de cómo acababa con varios individuos él solo. Posee instinto, es
rápido y sumamente letal con cualquier objeto cortante.
-
Lucien
tiene razón Sozdatel’, yo sí conozco bien su historia y al sujeto en sí mismo,
de modo que sí, sí lo es -- aseguró Edin
Y lo que acaba de decir no solo era
cierto por el hecho de que Edin era francés, sino porque había estado presente
el día de la boda de Sophie y Kendall, ya que Luciano estaba allí aunque el
sizvitel no lo había sabido, había sido testigo y había colaborado en forma
silenciosa a que la catástrofe no fuese de mayores dimensiones
-
Sozdatel’ estamos haciendo todo lo que podemos, como
recordarás desde el episodio con Stella, ordené que todos los Saint-Claire fuesen
vigilados -- dijo Istvan
-
¿Quiénes
lo están haciendo?
-
Adrian
Brander vigila a Phillipe, Mijail Diatlov a Maurice y Andrew Hill a Louis --
informó Istvan, pero omitió de momento decir que Istval también había
estado al tanto de lo que hacía Phillipe a raíz de la noticia de la boda de
Brian y Victoria
-
¿Y
a ellas? -- preguntó Luciano
-
Es
imposible Lucien, son vidmagys y lo notarían
-- dijo Yvaylo que recordaba su
propia experiencia en el asunto cuando lo habían enviado en oportunidad del
viaje de Lucien y Dylan a Inglaterra
-
¿Y
si esa vigilancia está en marcha, cómo es posible que haya sucedido esto? --
preguntó Iyul
-
De
no haber sido por esa vigilancia, las cosas habrían podido ser peor sarì --
dijo Edin
-
¿Peor? -- preguntó
asombrado
-
La
pasada noche los Saint-Claire estaban en una velada y Pierre Chifflet tuvo la
mala idea de acercarse a Madeleine Saint-Claire y por supuesto ella lo
reconoció.
-
¿Y
por qué hizo algo tan estúpido? -- preguntó Iyul
-
En
opinión de Patrick, al ver que los Saint-Claire hablaban con Lord Danworth y
con…
-
Conmigo -- lo
interrumpió Luciano -- ¿Quieres decir que esto es nuestra culpa?
-
No
sarì, por supuesto que no. Todos sabemos que a Pierre le gusta molestar, solo
que esta vez llegó demasiado lejos --
dijo Edin y luego prosiguió -- Cuando
Patrick me informó de lo sucedido, ordené que se reforzase la vigilancia en la
propiedad de los Saint-Claire y aunque confieso que pensaba que no serían tan
estúpidos como para intentar nada en contra de ellos, aun así decidí tomar
precauciones. Sin embargo, no los atacaron a ellos en primera instancia, sino
que iniciaron el fuego en los jardines, lo que obligó a los sirvientes a salir
para intentar controlarlo, lo que no se imaginaron los Lovets fue que Jacques
Germain saldría también, de modo que no pudieron evitar que fuese atacado.
Henry y Peter aprovecharon la confusión y no sé si es que no teniendo
demasiados años consideraban la información acerca de los Saint-Claire una mera
leyenda o simplemente eran demasiado imbéciles, por lo que decidieron entrar y bueno,
lo pagaron con sus vidas -- finalizó Edin
-
Pero
esto sigue sin tener sentido, porque si bien ellos no tenían muchos años y
pudiesen haberlo considerado solo una leyenda, ciertamente no es el caso de
Pirre, porque él sí sabe perfectamente que es algo real y no me cabe en la
cabeza que fuesen en contra de los Saint-Claire solo por fastidiarnos a Dylan y
a mí --
dijo Luciano
-
Es
mucho más que eso -- intervino Istval
-
¿A
qué te refieres? -- preguntó Iziaslav
-
Lo
tengo en Zatvor sarì, y tuve oportunidad de interrogarlo. Todo esto obedecía a
un plan ya en marcha y solo aprovecharon la amistad que vio que existía entre
Dylan y los Saint-Claire para atraerlo a una trampa. No es que él les interesase
de manera especial, pero dedujeron correctamente que Lucien también iría, lo
que no esperaban era que nosotros estuviésemos allí y menos aún que Iyul y tú
se presentaran.
La expresión de Iziaslav varió
sensiblemente, porque antes solo había sido de extrañeza y cierta preocupación,
pero ahora era una máscara de odio.
-
Es
decir que querían matar a Lucien
-
Ak
sarì, y deduzco que al verlos allí, simplemente juzgaron oportuno intentarlo
con ustedes también, pero aunque sé que no debí proceder de esa manera, no me
detuve a pensar y simplemente maté al que intentaba llegar a Iyul y
seguidamente al que hirió a Dylan y que de no haber sido por su intervención,
te habría alcanzado a ti como sin duda era su intención.
-
¡Voy
a matar a ese desgraciado! -- exclamó Luciano poniéndose de pie y
desapareciendo
Istvan miró a Iziaslav pidiendo
autorización y era evidente el conflicto interno que tenía el hombre.
-
Sarì
necesitamos saber quién esta detrás de todo esto --
dijo con urgencia
-
¿Quién
va a ser Istvan? -- preguntó Iyul con ira
-
Deténganlo --
dijo Iziaslav e Iyul lo miró con incredulidad
Iziaslav no había terminado de dar al
orden y ya Yvaylo, Itlar e Istval habían salido en busca de Luciano. Unos
minutos después regresaron con un Luciano furioso.
-
¡Suéltenme! --
venía vociferando aparte de una buena cantidad de cosas más y luego miró
a Iziaslav -- ¡Voy a matar a ese mal nacido y no podrás
evitarlo!
Los ojos de Luciano brillaban como dos
rubíes y su expresión era decididamente asesina, y a nadie le cabía la menor
duda que cumpliría su amenaza, porque si bien era cierto que todos estaban más
o menos acostumbrados a sus ataques de furia, dependiendo del caso solo eran
eso, ataques de ira o de pura malcriadez que solían acabar con unas cuantas
cosas destrozadas y nada más. Pero en muy raras ocasiones su ira llegaba a los
niveles a los que había llegado en las últimas horas y que hacía brillar sus
ojos de aquella manera. Aparte de eso, todo sabían que la estabilidad mental de
Lucien era precaria y una vez perdido el control, no había manera de detenerlo.
Aunque Iyul estaba furioso también,
después de los acontecimientos recientes tenía sujetas sus emociones, pero en
ese momento pensó algo absurdamente que le gustaría que su hermano pudiese
verse en un espejo y se atreviese a decir que no era exactamente igual a su
progenitor, porque sin en algún momento era más evidente el parecido, era en
momentos como aquel.
-
Tranquilízate
Lucien -- le dijo Iziaslav con la mayor calma posible
-
¡No
se me da la gana! -- le gritó él
Pero siendo que aun lo tenían bien
sujeto, lo único que podía hacer era seguir gritando. Sin embargo, Itlar decidió ponerle punto final al asunto
con autorización de Iziaslav por supuesto.
-
Istvan
tiene razón Lucien -- le dijo una vez que se hubo
tranquilizado -- Es necesario saber quién está detrás de todo
esto
-
Sabemos
perfectamente quién es -- dijo él pensando del mismo modo que su
hermano
-
Es
posible que así lo creamos, pero necesitamos estar seguros --
hizo una pausa y luego se levantó y caminó hacia él -- Syn
si te dejo hacer esto, luego vas a hostigarte tú mismo hasta la saciedad. Ya he
contribuido mucho a tu desdicha y no pienso seguir haciéndolo. Te aseguro que
los culpables van a pagar por lo que hicieron, pero lo haremos bien.
-
Hay
otro asunto del que debemos ocuparnos sarì
-- dijo Istvan cuando todo volvió
a la calma
-
¿Cuál? --
preguntó Iziaslav con cansancio
-
Swaney
pretende casar a Victoria con el hijo mayor de Lord Arlingthon
-
¿Qué? --
preguntaron los tres Yaroslávich
Si bien era cierto que Luciano nunca
había profesado mucha simpatía a Kendall Arlingthon, estaba muy lejos de querer
semejante desagracia para su familia.
-
¿Qué
hizo esa estúpida criatura como para que quiera sacrificarla? --
preguntó Iziaslav
-
El
hijo mayor de Arlingthon no es un Saint-Claire
-- dijo Luciano en forma
automática
-
Posiblemente
pero eso no hace el asunto menos peligroso, porque igual estará demasiado cerca
de otros tres que sí lo son, y eso en cualquier momento le causará la muerte -- agregó
Iziaslav
Pero a Luciano le importaba en realidad
muy poco la suerte de Victoria, aquella era una criatura de naturaleza cruel y
ya había matado a varios maridos antes, de modo que no estaba para nada
inclinado a sentir pena por ella, en cambio sí por el desdichado con el que
pretendían casarla.
-
¿Nos
das tu autorización para impedirlo?
-
Háganlo,
pero asegúrense de que lo entiende y no como Stella
-
Ak
sarì, yo mismo me encargaré del asunto
-- dijo Istvan
-
Bien,
pero conociendo a Swaney, hazlo ya, antes de que el caballerito se sienta obligado a casarse
-
Entonces
si me autorizas salgo de forma inmediata
-
No,
porque primero hay que resolver lo de Pierre
-- dijo con voz fría --
Envía a Patrick y que mantenga a raya a Victoria, que no la deje en
ningún momento y por supuesto que impida por cualquier medio que se acerque en
demasía al kicyk Lord Arlingthon.
-
De
acuerdo
-
¿Tenemos
algo más?
-
Voch
sarì, nada más
-
Bien,
pero ahora presta atención y todos ustedes también --
dijo mirando a los demás Lovets
-- El de hoy fue un acto de
extrema lealtad por parte del Rybik, arriesgó su vida para salvar la de Iyul y
la mía, de modo que a partir de hoy encárguense de que todos los Devrigs se
enteren que Dylan Danworth tendrá el mismo estatus de Janos en esta familia, con
los mismos derechos y prerrogativas de un Yaroslávich de sangre, y que quien
cometa cualquier falta en su contra o se atreva a atentar contra su vida,
estará incurriendo en un crimen contra la casa real y lo pagará con su vida.
La boca de Luciano era una perfectísima
“O” mientras que Iyul no podía estar más satisfecho. Y en el caso de los Lovets
si bien esperaban que Iziaslav expresase su agradecimiento de alguna forma
extravagante, estaban muy sorprendidos, porque aquello solo se le había
concedido con anterioridad a Janos Dvòrak
y todos sabían las razones, pero en ningún caso habrían supuesto que
exhibiese una tan desmedida muestra de gratitud, aunque Istvan sospechaba ya
desde hacía mucho tiempo que Iziaslav le tenía verdadero afecto al Rybik y que
esto no obedecía a simple gratitud, sino que los recientes acontecimientos solo habían
acelerado un proceso ya en marcha. Pero mientras ellos pensaban aquello, un
mensaje les fue dado a los Lovets.
-
En vista de lo que acabo de decirles y
que espero haya quedado suficientemente claro, él también es acreedor de una
guardia apropiada, de modo que Yvaylo será el encargado de su seguridad de
ahora en adelante
Como evidentemente no les estaban
pidiendo opinión, se limitaron a asentir y luego se retiraron.
-
Espero
que ustedes estén de acuerdo -- le dijo a sus hijos cuando estuvieron solos
-
Yo
no podría estar más de acuerdo Svaralnik
-- dijo Iyul y ambos miraron a
Luciano
-
No
necesitaba de un nombramiento para hacerlo más mi hermano de lo que ya es, pero
te lo agradezco lo mismo -- dijo él en su habitual tono cortante
Sin embargo, tratándose de Lucien y si
Iziaslav estaba involucrado, aquello era casi ser amable, de modo que se dieron
por satisfechos.
-
¿Puedo
retirarme? -- preguntó
-
Claro
syn, pero él está en buenas manos y tú deberías descansar un rato
-
Ya
descansé lo suficiente -- dijo mientras se dirigía a la puerta
-
Sabes
que siempre será el mismo malcriado, arrogante y terco ¿no? -- preguntó Iyul con una media sonrisa
-
Lo
sé, y no quiero que sea de otra forma o no sería él -- le
contestó Iziaslav mientras veía la puerta cerrarse, y luego miró a Iyul -- Igual que tú no serías tú si no intentaras
encubrirlo y protegerlo aunque él no lo sepa o aunque te ganes sus insultos por
ello. Y los amo a los dos tal y como son
Iziaslav Yaroslávich podía ser muchas
cosas y no todas buenas, entre ellas el ser duro y a veces muy seco, pero sin
lugar a dudas amaba a sus hijos como cualquier padre ama a los suyos, con el
posible agravante de que en su caso, se veía imposibilitado de expresar ese
amor a uno de ellos. Sin embargo, y como no era la situación de Iyul, hizo algo
que hacía con poquísima frecuencia, se acercó y abrazó a su hijo mayor como no
lo hacía desde que era un niño.
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