Bodas de Sangre

Bodas de Sangre
Una vez superados los obstáculos ayudado en su mayor parte por Dylan, Kendall logró finalmente contraer matrimonio con Sophie. Después de la boda, Dylan emprenderá un nuevo, inesperado e insólito camino a través de un mundo del que no tenía ni idea de su existencia, mientras que la nueva pareja parte rumbo a Inglaterra para dar comienzo a un matrimonio que todos se preguntan cómo va a terminar siendo que dio inicio con unas Bodas de Sangre

miércoles, 23 de julio de 2014

Cap. 38 Después del Funeral…



En Inglaterra el mal tiempo era lo normal, por lo tanto cuando el cortejo salió a dar sepultura al cuerpo de Helen Danworth, caía una fina y helada llovizna que a nadie extrañó.

Dylan permaneció impasible durante el servicio y evitó mirar hacia donde se encontraban los Arlingthon, en cambio Lucien e Iyul que estaban de pie a su lado, no dejaban de mirarlos con atención. Pero mientras Lucien se concentraba en los Arlingthon padre e hijo,  Iyul lo hacía en Sophie y en los dos chicos. Ambos niños estaban aburridos y querían irse de una vez, pero uno lo disimulaba con mucho más éxito que el otro, y en el caso de Sophie estaba nerviosa y también quería irse pero por distinto motivo.

En un momento determinado ella elevó los ojos y se cruzó con la mirada de Iyul. Él por efectos de la costumbre, cerró sus pensamientos aunque no había posibilidad de que ella los invadiese, pero con esto también vaciaba su mirada de cualquier expresión. Sophie recordaba vagamente al Conde de Cagliari, pero siendo que lo había visto muy brevemente y de esto hacía dieciséis años, no tenía un recuerdo muy claro de él y en ese momento no estaba segura de cuál de los dos hombres que estaban al lado de Dylan era el que había conocido el día de su boda, aunque supuso equivocadamente que era el que la estaba viendo en ese instante, pero de lo que sí estuvo segura fue de que tenía la misma mirada vacía de Dylan y que le provocaba un malestar de origen desconocido. No era antipatía exactamente, pero sí un inexplicable rechazo al que no le encontraba ningún sentido.

Una vez finalizada la inhumación, Dylan dio la espalda y comenzó a alejarse. Kendall lo alcanzó poco antes de llegar a los carruajes.

-         Dylan  --  lo detuvo sujetando su brazo  --  No me dijiste cuánto tiempo piensas quedarte en Livingstone pero espero que vengas a Darnley antes de marcharte

-         No pensaba quedarme mucho pero hay algunos asuntos que debo atender y que me tomarán más tiempo del que había imaginado,  así que no me marcharé de forma inmediata  --  dijo ignorando las miradas de Lucien e Iyul  --  Aunque no se si tenga oportunidad de visitarte sabes que puedes venir a Livingstone siempre que lo desees

Después de eso se despidieron a toda prisa, Dylan en verdad tenía urgencia por alejarse de allí.

Istvan e Iziaslav también se marcharon en cuanto el segundo vio que Dylan y sus hijos se subían al carruaje, y ahora una vez en Illir miró a Istvan.

-         No sarì, no todas han guardado ese parecido  --  contestó el Levjaner a la pregunta no hecha de su señor

-         Istvan es que no es solo…

-         Sarì no te atormentes -- lo interrumpió Istvan  -- como ya te lo dije es muy parecida pero no es ella.

-         ¿Cómo puedes estar tan seguro?

En la pregunta iba implícita una ansiedad de la que solo Istvan conocía su origen, pero del mismo modo estaba seguro que no había nada que la justificase, al menos no de momento. De modo que puso en práctica todos sus conocimientos y su considerable experiencia al servicio de tranquilizar a Iziaslav y mucho rato después tocaron de nuevo el punto que los había llevado originalmente a Inglaterra.

-         Estuve tan cerca de él como lo estoy ahora de ti y no logre percibir nada extraño ni que sugiera de ninguna manera que pudiese suponer un peligro para Lucien. Fuera de eso es un humano normal, lo que de entrada descarta que en realidad pudiese ser una amenaza. No obstante, he ordenado que sean vigilados todos y cada uno de sus movimientos, a dónde va y con quién se reúne, porque siempre es posible que Swaney intente utilizarlo de alguna manera.

-         De acuerdo, pero intenta hablar con Lucien

-         Ya le dije a Itlar…

-         No  --  lo interrumpió Iziaslav  --  hazlo tú mismo, Itlar es un excelente Levjaner pero no eres tú.

-         Sarì, sabes perfectamente que si yo intento hablar con Lucien, sabrá por descontado que voy de parte tuya, y lamento decirlo pero sabes igualmente que con ese conocimiento cualquier posibilidad de obtener algo es nula.

Aunque no era una idea que lo hiciese especialmente feliz, Iziaslav se veía obligado a aceptar la veracidad de la misma. De modo que tuvo que conformarse con lo que Istvan había dispuesto y esperar lo mejor.


Entre tanto en Livingstone y una vez que habían llegado de nuevo al castillo, Luciano iba a hablar con Dylan pero Iyul lo detuvo.

-         Déjalo Lucien, no es el mejor momento

-         Lo escuchaste ¿no?

-         Sí, lo escuché tan bien como tú, pero en este momento está alterado, deja que Yvaylo se encargue y cuando esté más tranquilo intentaremos razonar con él.

Sin embargo, el resto del día Dylan estuvo encerrado en su habitación, no bajó a comer y para la medianoche ya Iyul compartía la misma preocupación con su hermano y la conversación que sostuvieron con Yvaylo no contribuyó a que se sintieran mejor.

-         Sus emociones ya están equilibradas pero se siente miserable y es algo por lo que nadie puede hacer nada

-         ¡Maldita mujer!  --  exclamó Lucien con ira

-         No es su culpa Lucien  --  dijo Iyul

-         ¿No es su culpa?  --  preguntó él a su vez con tono de incredulidad  --  ¿Has olvidado la razón por la que NO tenemos madre? ¿Has olvidado las razones por las que Mika y Andrei están muertos? ¡Todas las Saint-Claire son una desgracia para nuestra familia!

A medida que hablaba su voz había ido adquiriendo volumen hasta finalizar muchos decibeles por encima de lo normal.

-         Lucien, haremos todo lo necesario para protegerlo, además Dylan no es realidad un Yaroslávich de…

Sin duda la intención de Yvaylo era la mejor, pero no pudo escoger decir nada peor y a quién decírselo, porque a continuación se vio estampado contra la pared y con el Dykari de Lucien apuntando peligrosamente a su cuello.

-         Escúchame imbécil, también se suponía que protegían a mis hermanos y aun así están ¡muertos! Ninguno de ustedes pudo evitar que las malditas Saint-Claire los mataran. Así que no me pidas que confíe en ustedes y…

-         Lucien…  --  intentó Iyul, pero obviamente fue ignorado

-         … y no vuelvas a decir que Dylan no es un Yaroslávich, porque ciertamente lo es mucho más que tú,  ya que es MI sangre la que lleva en sus venas, infeliz.

-         ¡Lucien basta!

-         Vycenniani larsèvirier --  se disculpó Yvaylo

Aunque los ojos de Lucien aun brillaban en forma peligrosa, soltó a Yvaylo pero antes de marcharse le hizo una última advertencia.

-         Si algo llegase a sucederle será el último día de tu vida Sesviatsky, no lo olvides  --  dicho esto abandonó la estancia en forma precipitada

Los Lovets y específicamente los Levjaner, eran individuos muy especiales, pero sobre todo amaban a sus soberanos y su único objetivo en la vida era servirlos y protegerlos, de modo que aunque estaban perfectamente entrenados para defenderse de casi cualquier ataque, ninguno de los presentes habría movido un solo dedo si Lucien hubiese decidido matar a Yvaylo en aquel momento.

Istval, Itlar e Yvaylo habían formado parte del círculo más cercano a Lucien, y si había personas en el mundo de los Devrigs que pudiesen considerarse amigos de aquel volátil individuo eran ellos tres. Sin embargo, todos estaban al tanto que ser amigo de un príncipe y más si el susodicho era tan temperamental como aquel, era más un peligro que una ventaja, ya que con la misma facilidad con la que departían, bebían o echaban una partida de cartas, su ánimo podía variar en forma violenta y emprenderla en contra de aquellos a los que tuviese más cerca.
Iyul por su parte, aunque sabía que su hermano había actuado injustamente con Yvaylo, él también era un príncipe y los príncipes no se disculpan, de modo que nadie esperaba que lo hiciese y de hecho les habría sentado muy mal si hubiese ocurrido, porque lo habrían considerado inapropiado. Así que Iyul simplemente abandonó la estancia al igual que su hermano aunque de forma más pausada.

-         Yvaylo…

-         Olvídalo Itlar, conocemos a Lucien de toda la vida y fui yo quien cometió un estúpido error. Por supuesto él tiene razón, el Rybik es tan Yaroslávich como el que más, porque es su Djali, así que no debí decir lo que dije.

-         Pero aun así fue injusto, casi pierdes la vida intentando proteger la de Mika  --  dijo Misha

-         ¡Cierra la boca Misha! Lo que estás diciendo es traición, y en todo caso debí morir en esa oportunidad porque no pude salvar al sizvitel.

-         Ya basta  --  intervino Itlar  --  esto no nos conduce a ninguna parte y lo único importante ahora es evitar más desgracias. Istvan fue bastante claro, nuestro objetivo es mantenerlos fuera del alcance de Lothian, la vidmagy es un asunto que se escapa de nuestras manos, porque ninguno de nosotros tiene el poder para enfrentarla si decide ir en contra del Rybik  --  hizo una pausa y luego miró a Yvaylo  -- De veras lamento que te hayan colocado en esta posición de nuevo pero todos sabemos que nada podemos hacer.

-         Pero te juro que si esta vez vuelve a suceder y como de ser así moriré de cualquier modo, me aseguraré de matarla con mis propias manos.

No era una perspectiva que ni Itlar ni Misha encontrasen especialmente alentadora, pero sabiendo que nada podían hacer, dejaron de discutir el asunto.


A la mañana siguiente cuando Dylan entró a las caballerizas se encontró con Lucien allí.

-         ¿No es algo temprano para ti?

-         No puede decirse que ayer trasnochara mucho

-         Incluso así  --  dijo él mientras tomaba las riendas de su caballo de manos del mozo

Subió a su montura y sin decir nada más salió a escape. Dylan era un buen jinete, después de todo era algo en lo que instruían a los jóvenes caballeros desde muy temprana edad, y aparte de ello era una actividad de la que disfrutaba de manera especial y en la que había adquirido gran destreza. Sin embargo, Lucien no era Kendall a quien podía dejar atrás e incluso perder si así se le antojaba, porque quizá Dylan lo hubiese olvidado pero aquel sujeto venía de una época en la que el hombre y su montura eran casi lo mismo, y aunque aquel no era uno de sus caballos, los muchos años de experiencia hacían que obtuviese tan buenos resultados con los suyos como con cualquier otro animal. De modo que por mucho que Dylan se esforzó, no logró perder a Lucien.

No hablaron durante el camino de regreso pero no era necesario, porque aunque Dylan ya era lo bastante hábil como para aislarse, ya sabía que con Lucien aquello no funcionaba, de modo que ni siquiera lo intentó.

Cuando entraron al comedor Iyul conversaba con Misha pero al verlos el Levjaner se excusó y se retiró.

-         Sabes que es mala idea ¿no?  --  dijo Lucien en cuanto se sentaron e Iyul los miró

-         ¿Qué es mala idea?

-         Tengo asuntos que atender, así que les sugiero regresar sin mí

Por un momento se hizo un pesado silencio en el que Iyul pensó en diversos cursos de acción, pero Dylan no era un bebe y no podían obligarlo a nada, de modo que recurrió a la diplomacia.

-         Dylan posiblemente entienda tus motivos, porque conozco de primera mano tu lealtad hacia tus amigos, ¿pero qué crees que puedes lograr quedándote? Si como es lógico te preocupa su seguridad, podemos asignarle la mejor y lo sabes

-         No Iyul. En primer lugar no harán otros lo que me corresponde hacer a mí, y en segundo…  --  hizo una pausa mientras Luciano cerraba los ojos sabiendo lo que venía  --  Swaney Lothian no los quiere a ellos, me quiere a mí y es justamente lo que voy a darle.

-         ¿Qué?  --  preguntó Iyul con evidente alarma

-         Lo que acabo de decir, si Lothian me quiere a mí, entonces me tendrá

Iyul no estaba muy seguro de estar entendiendo y lo que estaba diciendo Dylan no encontraba una imagen correspondiente en su cabeza. Pero siendo mucho más ecuánime que su hermano, trató de tranquilizar sus pensamientos que corrían desbocados en todas direcciones, e intentó de nuevo.

-         Veamos Dylan, cuando dices…

-         Iyul  --  lo detuvo Dylan  --  Pienso ir a ver a Lothian, intentaré averiguar qué demonios es lo que quiere y…

-         ¿Lo que quiere?  --  lo interrumpió Iyul  --  Sabemos lo que quiere, todo lo que quiere ese mal nacido es fastidiarnos.

-         Pues bien, si el precio por sus vidas es mi cabeza, entonces que así sea  --  dijo poniéndose de pie

-         ¡Dylan!  --  dijo poniéndose de pie también  --  Estás al corriente de que no puedes desobedecer una orden de Iziaslav ¿no?

Lucien pensó que aquel era un mal camino, porque si había algo que Dylan toleraba muy mal era que le dijeran qué hacer y aunque se había adaptado bien a su nuevo mundo y a las costumbres y reglas de éste, seguía siendo él y con el posible agravante de lo que el propio Lucien le había transferido de sí mismo. De modo que lo vio detenerse, girarse y caminar hacia Iyul.

-         Cuando era un ser humano normal y como súbito inglés, le debía obediencia a la corona inglesa. Cuando dejé de serlo y pasé a formar parte de un mundo al que aun intento habituarme, acepté que debía obediencia a Iziaslav, pero en ninguno de los dos casos esa obediencia estuvo, está o estará por encima de mi propia consciencia. Humano o Devirg, mi vida es mía y hago con ella lo que se me da la gana, y si en este caso sirve para salvar la de Kendall y su familia, nadie me lo va a impedir

Dicho esto abandonó el comedor con la mayor de las calmas, mientras que Iyul caía sobre la silla como si lo hubiesen golpeado. Miró a su hermano y éste se sostenía la cabeza con las manos como si ésta estuviese a punto de caer dentro de la taza que tenía en frente.

-         ¡Misha!  --  llamó Iyul luego de unos segundos

-         ¿Sarì?

-         Envía a alguien a Levzheir y que venga Istvan de inmediato

-         Iyul… --  dijo Itlar

-         ¿Sker?  --  preguntó, pero más que una pregunta parecía un golpe

-         Creo que sería inútil hacer venir a Istvan

-         ¡No estoy pidiendo tu opinión!  --  le gritó a Itlar y miró a Misha  --  ¡Te di una orden! ¿Qué estás esperando para obedecerla?

-         Itlar tiene razón  --  dijo Lucien para sorpresa de Iyul  --  nadie va a convencerlo de no hacerlo

-         ¿Y entonces qué? ¿Vamos a dejar que simplemente vaya a que el desgraciado de Lothian lo mate? Porque ciertamente él no es nuestro padre que juró que si alguna vez decidíamos tener un Djali respetaría su vida a menos que fuese incontrolable.

-         Iyul si lo analizas con cuidado, notarás que si bien el Rybik no conseguirá nada con esa visita, tampoco su vida corre un riesgo inmediato, porque por muy estúpido que sea Swaney, no va a matarlo en su propia casa y sabiendo como seguramente sabe, que siendo quien es no estará solo. De modo que con toda seguridad tiene claro que en el momento que lo toque, al minuto siguiente tendrá un Dykari clavado en su cuello y sin necesidad de ningún otro trámite, porque habría cometido un crimen contra la casa real.

Aun Iyul no estaba del todo convencido, era posible que ellos tuviesen razón pero también era absolutamente cierto que Swaney Lothian estaba loco y veía muy poco conveniente que Dylan fuese a meterse directo en el ojo del huracán. Sin embargo, la conversación quedó suspendida cuando Misha anunció que Lord Arlingthon se acercaba y efectivamente unos minutos después escucharon al mayordomo que le anunciaba su visita a Dylan.

Aunque ninguno de los dos Yaroslávich estaba del mejor humor ese día, esto no impidió que desplegaran el mayor encanto a la hora del almuerzo, especialmente en el caso de Iyul que había recordado que estaba muy interesado en hablar con aquel individuo después de enterarse de la antipatía que sentía su hermano por él. El día anterior no había sido posible ya que estaban en el funeral, pero ahora estaba decidido a averiguar la razón de aquella extraña aversión.

-         Kendall, ayer no tuve ocasión de presentarte a Giulio, el hermano de Luciano

-         Es un placer milord  --  dijo Iyul extendiendo su mano y mirando con atención a Kendall

-         Bienvenido a Inglaterra  --  dijo Kendall, y luego agregó  --  Mi hijo estaba muy impresionado ayer, pues nunca había visto a unos gemelos

Luciano disimuló su sonrisa mientras Dylan lo miraba con sorpresa preguntándose primero por qué no habían desmentido aquello, y segundo de dónde lo sacaba Kendall, porque si bien era cierto que el parecido era extraordinario, bastaba con… detuvo sus pensamientos bruscamente y éstos cambiaron de dirección pensando ahora que tal vez los Lovets tuviesen que ver en aquello haciendo que los viesen aun más parecidos de lo que eran en realidad, pero con qué fin. Sin embargo, unos segundos después pensó en que quizá no era así y simplemente para el ojo humano común, aquellos individuos podían ser indistinguibles, lo que sucedía era que él había conocido a Iyul después de su transformación y ya sabía que aunque hubiesen sido gemelos, él habría podido establecer las diferencias, porque en el caso de los Korsacov que sí lo eran, cualquier Devrig sabría quien era quien debido a su energía.

Tanto Dylan como Lucien contribuyeron más bien poco a la conversación, y el peso de la misma recayó sobre Iyul quien demostró ser tan hábil como su hermano para sostener una conversación que hablase de todo y nada al mismo tiempo, algo para lo que Dylan definitivamente nunca había tenido talento, y al final de la comida, Iyul y Kendall eran los mejores amigos.

-         Te espero mañana entonces para que le eches un vistazo a esos pura sangre de los que te hablé Giulio  --  dijo Kendall antes despedirse

-         Por supuesto, no me lo perdería por nada del mundo  --  aceptó él

No obstante, una vez solos Lucien lo miró con diversión mientras los Lovets lo hacían con preocupación.

-         Es mal asunto Iyul  --  dijo Itlar

-         ¿Por qué?

-         No deben acercarse a la vidmagy

-         Vamos Itlar  --  dijo Lucien  -- va a ver a sus caballos no a su mujer, y a menos que ésta fuera uno y sabemos que no lo es, entonces no veo el peligro  --  e Iyul rió con regocijo


Itlar suspiró con resignación pensando que Lucien ya era un problema en sí mismo, pero si ahora iba a sumársele el juicioso Iyul y encima debían cuidar que el Rybik no hiciese tonterías, su vida iba a convertirse en una cuestión muy difícil y las posibilidades de perder la cabeza aumentaban en forma alarmante.

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