En Inglaterra el mal tiempo era lo
normal, por lo tanto cuando el cortejo salió a dar sepultura al cuerpo de Helen
Danworth, caía una fina y helada llovizna que a nadie extrañó.
Dylan permaneció impasible durante el
servicio y evitó mirar hacia donde se encontraban los Arlingthon, en cambio Lucien
e Iyul que estaban de pie a su lado, no dejaban de mirarlos con atención. Pero
mientras Lucien se concentraba en los Arlingthon padre e hijo, Iyul lo hacía en Sophie y en los dos chicos.
Ambos niños estaban aburridos y querían irse de una vez, pero uno lo disimulaba
con mucho más éxito que el otro, y en el caso de Sophie estaba nerviosa y
también quería irse pero por distinto motivo.
En un momento determinado ella elevó los
ojos y se cruzó con la mirada de Iyul. Él por efectos de la costumbre, cerró
sus pensamientos aunque no había posibilidad de que ella los invadiese, pero
con esto también vaciaba su mirada de cualquier expresión. Sophie recordaba
vagamente al Conde de Cagliari, pero siendo que lo había visto muy brevemente y
de esto hacía dieciséis años, no tenía un recuerdo muy claro de él y en ese
momento no estaba segura de cuál de los dos hombres que estaban al lado de
Dylan era el que había conocido el día de su boda, aunque supuso
equivocadamente que era el que la estaba viendo en ese instante, pero de lo que
sí estuvo segura fue de que tenía la misma mirada vacía de Dylan y que le
provocaba un malestar de origen desconocido. No era antipatía exactamente, pero
sí un inexplicable rechazo al que no le encontraba ningún sentido.
Una vez finalizada la inhumación, Dylan
dio la espalda y comenzó a alejarse. Kendall lo alcanzó poco antes de llegar a
los carruajes.
-
Dylan -- lo
detuvo sujetando su brazo -- No me dijiste cuánto tiempo piensas quedarte
en Livingstone pero espero que vengas a Darnley antes de marcharte
-
No
pensaba quedarme mucho pero hay algunos asuntos que debo atender y que me
tomarán más tiempo del que había imaginado, así que no me marcharé de forma inmediata --
dijo ignorando las miradas de Lucien e Iyul --
Aunque no se si tenga oportunidad de visitarte sabes que puedes venir a
Livingstone siempre que lo desees
Después de eso se despidieron a toda
prisa, Dylan en verdad tenía urgencia por alejarse de allí.
Istvan e Iziaslav también se marcharon
en cuanto el segundo vio que Dylan y sus hijos se subían al carruaje, y ahora
una vez en Illir miró a Istvan.
-
No
sarì, no todas han guardado ese parecido
-- contestó el Levjaner a la
pregunta no hecha de su señor
-
Istvan
es que no es solo…
-
Sarì
no te atormentes -- lo interrumpió Istvan
-- como ya te lo dije es muy parecida pero no es ella.
-
¿Cómo
puedes estar tan seguro?
En la pregunta iba implícita una
ansiedad de la que solo Istvan conocía su origen, pero del mismo modo estaba
seguro que no había nada que la justificase, al menos no de momento. De modo
que puso en práctica todos sus conocimientos y su considerable experiencia al
servicio de tranquilizar a Iziaslav y mucho rato después tocaron de nuevo el
punto que los había llevado originalmente a Inglaterra.
-
Estuve
tan cerca de él como lo estoy ahora de ti y no logre percibir nada extraño ni
que sugiera de ninguna manera que pudiese suponer un peligro para Lucien. Fuera
de eso es un humano normal, lo que de entrada descarta que en realidad pudiese
ser una amenaza. No obstante, he ordenado que sean vigilados todos y cada uno
de sus movimientos, a dónde va y con quién se reúne, porque siempre es posible
que Swaney intente utilizarlo de alguna manera.
-
De
acuerdo, pero intenta hablar con Lucien
-
Ya
le dije a Itlar…
-
No -- lo
interrumpió Iziaslav -- hazlo tú mismo, Itlar es un excelente
Levjaner pero no eres tú.
-
Sarì,
sabes perfectamente que si yo intento hablar con Lucien, sabrá por descontado
que voy de parte tuya, y lamento decirlo pero sabes igualmente que con ese
conocimiento cualquier posibilidad de obtener algo es nula.
Aunque no era una idea que lo hiciese
especialmente feliz, Iziaslav se veía obligado a aceptar la veracidad de la
misma. De modo que tuvo que conformarse con lo que Istvan había dispuesto y
esperar lo mejor.
Entre tanto en Livingstone y una vez que
habían llegado de nuevo al castillo, Luciano iba a hablar con Dylan pero Iyul
lo detuvo.
-
Déjalo
Lucien, no es el mejor momento
-
Lo
escuchaste ¿no?
-
Sí,
lo escuché tan bien como tú, pero en este momento está alterado, deja que
Yvaylo se encargue y cuando esté más tranquilo intentaremos razonar con él.
Sin embargo, el resto del día Dylan
estuvo encerrado en su habitación, no bajó a comer y para la medianoche ya Iyul
compartía la misma preocupación con su hermano y la conversación que
sostuvieron con Yvaylo no contribuyó a que se sintieran mejor.
-
Sus
emociones ya están equilibradas pero se siente miserable y es algo por lo que
nadie puede hacer nada
-
¡Maldita
mujer! -- exclamó Lucien con ira
-
No
es su culpa Lucien -- dijo Iyul
-
¿No
es su culpa? -- preguntó él a su vez con tono de
incredulidad -- ¿Has olvidado la razón por la que NO tenemos
madre? ¿Has olvidado las razones por las que Mika y Andrei están muertos?
¡Todas las Saint-Claire son una desgracia para nuestra familia!
A medida que hablaba su voz había ido
adquiriendo volumen hasta finalizar muchos decibeles por encima de lo normal.
-
Lucien,
haremos todo lo necesario para protegerlo, además Dylan no es realidad un
Yaroslávich de…
Sin duda la intención de Yvaylo era la
mejor, pero no pudo escoger decir nada peor y a quién decírselo, porque a continuación se vio estampado contra la
pared y con el Dykari de Lucien apuntando peligrosamente a su cuello.
-
Escúchame
imbécil, también se suponía que protegían a mis hermanos y aun así están
¡muertos! Ninguno de ustedes pudo evitar que las malditas Saint-Claire los
mataran. Así que no me pidas que confíe en ustedes y…
-
Lucien… --
intentó Iyul, pero obviamente fue ignorado
-
… y
no vuelvas a decir que Dylan no es un Yaroslávich, porque ciertamente lo es
mucho más que tú, ya que es MI sangre la que lleva en sus venas,
infeliz.
-
¡Lucien
basta!
-
Vycenniani
larsèvirier -- se disculpó Yvaylo
Aunque los ojos de Lucien aun brillaban
en forma peligrosa, soltó a Yvaylo pero antes de marcharse le hizo una última
advertencia.
-
Si
algo llegase a sucederle será el último día de tu vida Sesviatsky, no lo
olvides -- dicho esto abandonó la estancia en forma precipitada
Los Lovets y específicamente los
Levjaner, eran individuos muy especiales, pero sobre todo amaban a sus
soberanos y su único objetivo en la vida era servirlos y protegerlos, de modo
que aunque estaban perfectamente entrenados para defenderse de casi cualquier
ataque, ninguno de los presentes habría movido un solo dedo si Lucien hubiese
decidido matar a Yvaylo en aquel momento.
Istval, Itlar e Yvaylo habían formado
parte del círculo más cercano a Lucien, y si había personas en el mundo de los
Devrigs que pudiesen considerarse amigos de aquel volátil individuo eran ellos
tres. Sin embargo, todos estaban al tanto que ser amigo de un príncipe y más si
el susodicho era tan temperamental como aquel, era más un peligro que una
ventaja, ya que con la misma facilidad con la que departían, bebían o echaban
una partida de cartas, su ánimo podía variar en forma violenta y emprenderla en
contra de aquellos a los que tuviese más cerca.
Iyul por su parte, aunque sabía que su
hermano había actuado injustamente con Yvaylo, él también era un príncipe y los
príncipes no se disculpan, de modo que nadie esperaba que lo hiciese y de hecho
les habría sentado muy mal si hubiese ocurrido, porque lo habrían considerado
inapropiado. Así que Iyul simplemente abandonó la estancia al igual que su
hermano aunque de forma más pausada.
-
Yvaylo…
-
Olvídalo
Itlar, conocemos a Lucien de toda la vida y fui yo quien cometió un estúpido
error. Por supuesto él tiene razón, el Rybik es tan Yaroslávich como el que más,
porque es su Djali, así que no debí decir lo que dije.
-
Pero
aun así fue injusto, casi pierdes la vida intentando proteger la de Mika --
dijo Misha
-
¡Cierra
la boca Misha! Lo que estás diciendo es traición, y en todo caso debí morir en
esa oportunidad porque no pude salvar al sizvitel.
-
Ya
basta --
intervino Itlar -- esto no nos conduce a ninguna parte y lo
único importante ahora es evitar más desgracias. Istvan fue bastante claro,
nuestro objetivo es mantenerlos fuera del alcance de Lothian, la vidmagy es un
asunto que se escapa de nuestras manos, porque ninguno de nosotros tiene el
poder para enfrentarla si decide ir en contra del Rybik --
hizo una pausa y luego miró a Yvaylo
-- De veras lamento que te hayan colocado en esta posición de nuevo pero
todos sabemos que nada podemos hacer.
-
Pero
te juro que si esta vez vuelve a suceder y como de ser así moriré de cualquier
modo, me aseguraré de matarla con mis propias manos.
No era una perspectiva que ni Itlar ni
Misha encontrasen especialmente alentadora, pero sabiendo que nada podían
hacer, dejaron de discutir el asunto.
A la mañana siguiente cuando Dylan entró
a las caballerizas se encontró con Lucien allí.
-
¿No
es algo temprano para ti?
-
No
puede decirse que ayer trasnochara mucho
-
Incluso
así --
dijo él mientras tomaba las riendas de su caballo de manos del mozo
Subió a su montura y sin decir nada más
salió a escape. Dylan era un buen jinete, después de todo era algo en lo que
instruían a los jóvenes caballeros desde muy temprana edad, y aparte de ello
era una actividad de la que disfrutaba de manera especial y en la que había
adquirido gran destreza. Sin embargo, Lucien no era Kendall a quien podía dejar
atrás e incluso perder si así se le antojaba, porque quizá Dylan lo hubiese
olvidado pero aquel sujeto venía de una época en la que el hombre y su montura
eran casi lo mismo, y aunque aquel no era uno de sus caballos, los muchos años
de experiencia hacían que obtuviese tan buenos resultados con los suyos como
con cualquier otro animal. De modo que por mucho que Dylan se esforzó, no logró
perder a Lucien.
No hablaron durante el camino de regreso
pero no era necesario, porque aunque Dylan ya era lo bastante hábil como para
aislarse, ya sabía que con Lucien aquello no funcionaba, de modo que ni
siquiera lo intentó.
Cuando entraron al comedor Iyul
conversaba con Misha pero al verlos el Levjaner se excusó y se retiró.
-
Sabes
que es mala idea ¿no? -- dijo Lucien en cuanto se sentaron e Iyul los
miró
-
¿Qué
es mala idea?
-
Tengo
asuntos que atender, así que les sugiero regresar sin mí
Por un momento se hizo un pesado
silencio en el que Iyul pensó en diversos cursos de acción, pero Dylan no era
un bebe y no podían obligarlo a nada, de modo que recurrió a la diplomacia.
-
Dylan
posiblemente entienda tus motivos, porque conozco de primera mano tu lealtad
hacia tus amigos, ¿pero qué crees que puedes lograr quedándote? Si como es
lógico te preocupa su seguridad, podemos asignarle la mejor y lo sabes
-
No
Iyul. En primer lugar no harán otros lo que me corresponde hacer a mí, y en segundo… --
hizo una pausa mientras Luciano cerraba los ojos sabiendo lo que
venía --
Swaney Lothian no los quiere a ellos, me quiere a mí y es justamente lo
que voy a darle.
-
¿Qué? --
preguntó Iyul con evidente alarma
-
Lo
que acabo de decir, si Lothian me quiere a mí, entonces me tendrá
Iyul no estaba muy seguro de estar
entendiendo y lo que estaba diciendo Dylan no encontraba una imagen
correspondiente en su cabeza. Pero siendo mucho más ecuánime que su hermano,
trató de tranquilizar sus pensamientos que corrían desbocados en todas
direcciones, e intentó de nuevo.
-
Veamos
Dylan, cuando dices…
-
Iyul -- lo
detuvo Dylan -- Pienso ir a ver a Lothian, intentaré
averiguar qué demonios es lo que quiere y…
-
¿Lo
que quiere? -- lo interrumpió Iyul -- Sabemos
lo que quiere, todo lo que quiere ese mal nacido es fastidiarnos.
-
Pues
bien, si el precio por sus vidas es mi cabeza, entonces que así sea --
dijo poniéndose de pie
-
¡Dylan! --
dijo poniéndose de pie también
-- Estás al corriente de que no puedes
desobedecer una orden de Iziaslav ¿no?
Lucien pensó que aquel era un mal
camino, porque si había algo que Dylan toleraba muy mal era que le dijeran qué
hacer y aunque se había adaptado bien a su nuevo mundo y a las costumbres y
reglas de éste, seguía siendo él y con el posible agravante de lo que el propio
Lucien le había transferido de sí mismo. De modo que lo vio detenerse, girarse
y caminar hacia Iyul.
-
Cuando
era un ser humano normal y como súbito inglés, le debía obediencia a la corona
inglesa. Cuando dejé de serlo y pasé a formar parte de un mundo al que aun
intento habituarme, acepté que debía obediencia a Iziaslav, pero en ninguno de
los dos casos esa obediencia estuvo, está o estará por encima de mi propia
consciencia. Humano o Devirg, mi vida es mía y hago con ella lo que se me da la
gana, y si en este caso sirve para salvar la de Kendall y su familia, nadie me
lo va a impedir
Dicho esto abandonó el comedor con la
mayor de las calmas, mientras que Iyul caía sobre la silla como si lo hubiesen
golpeado. Miró a su hermano y éste se sostenía la cabeza con las manos como si
ésta estuviese a punto de caer dentro de la taza que tenía en frente.
-
¡Misha! --
llamó Iyul luego de unos segundos
-
¿Sarì?
-
Envía
a alguien a Levzheir y que venga Istvan de inmediato
-
Iyul…
-- dijo Itlar
-
¿Sker? --
preguntó, pero más que una pregunta parecía un golpe
-
Creo
que sería inútil hacer venir a Istvan
-
¡No
estoy pidiendo tu opinión! -- le gritó a Itlar y miró a Misha -- ¡Te
di una orden! ¿Qué estás esperando para obedecerla?
-
Itlar
tiene razón -- dijo Lucien para sorpresa de Iyul --
nadie va a convencerlo de no hacerlo
-
¿Y
entonces qué? ¿Vamos a dejar que simplemente vaya a que el desgraciado de
Lothian lo mate? Porque ciertamente él no es nuestro padre que juró que si
alguna vez decidíamos tener un Djali respetaría su vida a menos que fuese
incontrolable.
-
Iyul
si lo analizas con cuidado, notarás que si bien el Rybik no conseguirá nada con
esa visita, tampoco su vida corre un riesgo inmediato, porque por muy estúpido
que sea Swaney, no va a matarlo en su propia casa y sabiendo como seguramente
sabe, que siendo quien es no estará solo. De modo que con toda seguridad tiene
claro que en el momento que lo toque, al minuto siguiente tendrá un Dykari clavado
en su cuello y sin necesidad de ningún otro trámite, porque habría cometido un
crimen contra la casa real.
Aun Iyul no estaba del todo convencido,
era posible que ellos tuviesen razón pero también era absolutamente cierto que
Swaney Lothian estaba loco y veía muy poco conveniente que Dylan fuese a
meterse directo en el ojo del huracán. Sin embargo, la conversación quedó
suspendida cuando Misha anunció que Lord Arlingthon se acercaba y efectivamente
unos minutos después escucharon al mayordomo que le anunciaba su visita a
Dylan.
Aunque ninguno de los dos Yaroslávich
estaba del mejor humor ese día, esto no impidió que desplegaran el mayor
encanto a la hora del almuerzo, especialmente en el caso de Iyul que había
recordado que estaba muy interesado en hablar
con aquel individuo después de enterarse de la antipatía que sentía su hermano
por él. El día anterior no había sido posible ya que estaban en el funeral,
pero ahora estaba decidido a averiguar la razón de aquella extraña aversión.
-
Kendall,
ayer no tuve ocasión de presentarte a Giulio, el hermano de Luciano
-
Es
un placer milord -- dijo Iyul extendiendo su mano y mirando con
atención a Kendall
-
Bienvenido
a Inglaterra -- dijo Kendall, y luego agregó -- Mi
hijo estaba muy impresionado ayer, pues nunca había visto a unos gemelos
Luciano disimuló su sonrisa mientras
Dylan lo miraba con sorpresa preguntándose primero por qué no habían desmentido
aquello, y segundo de dónde lo sacaba Kendall, porque si bien era cierto que el
parecido era extraordinario, bastaba con… detuvo sus pensamientos bruscamente y
éstos cambiaron de dirección pensando ahora que tal vez los Lovets tuviesen que
ver en aquello haciendo que los viesen aun más parecidos de lo que eran en
realidad, pero con qué fin. Sin embargo, unos segundos después pensó en que
quizá no era así y simplemente para el ojo humano común, aquellos individuos
podían ser indistinguibles, lo que sucedía era que él había conocido a Iyul
después de su transformación y ya sabía que aunque hubiesen sido gemelos, él
habría podido establecer las diferencias, porque en el caso de los Korsacov que
sí lo eran, cualquier Devrig sabría quien era quien debido a su energía.
Tanto Dylan como Lucien contribuyeron
más bien poco a la conversación, y el peso de la misma recayó sobre Iyul quien
demostró ser tan hábil como su hermano para sostener una conversación que
hablase de todo y nada al mismo tiempo, algo para lo que Dylan definitivamente
nunca había tenido talento, y al final de la comida, Iyul y Kendall eran los
mejores amigos.
-
Te
espero mañana entonces para que le eches un vistazo a esos pura sangre de los
que te hablé Giulio -- dijo Kendall antes despedirse
-
Por
supuesto, no me lo perdería por nada del mundo
-- aceptó él
No obstante, una vez solos Lucien lo
miró con diversión mientras los Lovets lo hacían con preocupación.
-
Es
mal asunto Iyul -- dijo Itlar
-
¿Por
qué?
-
No
deben acercarse a la vidmagy
-
Vamos
Itlar --
dijo Lucien -- va a ver a sus
caballos no a su mujer, y a menos que ésta fuera uno y sabemos que no lo es,
entonces no veo el peligro -- e Iyul rió con regocijo
Itlar suspiró con resignación pensando
que Lucien ya era un problema en sí mismo, pero si ahora iba a sumársele el
juicioso Iyul y encima debían cuidar que el Rybik no hiciese tonterías, su vida
iba a convertirse en una cuestión muy difícil y las posibilidades de perder la
cabeza aumentaban en forma alarmante.
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