La relación de Phillipe con
sus otras dos hijas, Rachell y Desiree era prácticamente inexistente desde que
estas se habían casado. En el caso de Desiree, la última vez que la había visto
había sido en el matrimonio de Sophie y aunque él le había seguido escribiendo,
al no recibir respuestas un buen día dejó de hacerlo.
A Rachell la veía en forma
ocasional y más que todo cuando iba a Londres, porque ella nunca mostró deseos
de volver al hogar paterno y ciertamente él no tenía ninguno por visitarla a
ella, especialmente después de una muy desagradable conversación que mantuvo
con su hija y con el marido de ésta el señor Duque de Larmont, en la que
insinuaron de la forma más descarada que debido a la falta de herederos
masculinos, Phillipe debería considerar nombrar sucesor a uno de sus hijos.
Phillipe realmente había
querido a todas sus hijas aun sabiendo que no lo eran, pero eso no le impidió
nunca ver las virtudes y defectos de cada una, y en el caso de Rachell, la
escasez de lo primero y abundancia de lo segundo siempre fue notoria, por lo
que a Phillipe no le sorprendió gran cosa la exhibición de su proverbial
egoísmo, mientras que el descaro de su yerno sí lo hizo mucho y para mal. Sin embargo, en beneficio de su hija había
decidido olvidar el asunto.
Por todo lo anterior, Phillipe no se sintió en lo más mínimo
entusiasmado cuando recibió la invitación a la boda de su nieto menor y futuro
Duque de Lamont, ya que su hermano mayor había fallecido al caer de su caballo
hacía un par de años. Como en realidad ni
Sophie ni él mantenían ninguna relación con ellos y si Phillipe prácticamente
no había conocido a los hijos de Rachell, Sophie no los había conocido en lo
absoluto, difícilmente podría considerarlos o quererlos como a unos sobrinos,
del mismo modo que Phillipe no los sentía sus nietos.
Sin embargo, Sophie había
considerado que sería una grosería no asistir, y tanto fastidió a su padre con
el asunto, hasta que finalmente él había accedido. Pero en último momento los
planes se vieron alterados porque Derek enfermó, y aparte de la desesperación
que eso generó en todos, Phillipe no estaba de ánimo para fiestas. Kendall y
Brian habían regresado a toda prisa en cuanto recibieron la noticia de que
Derek estaba enfermo, pero cuando ellos llegaron, el chico ya estaba mucho
mejor.
Después de ver a su hermano y
asegurarse que estaba bien, Brian le pidió a su madre hablar con ella, de modo
que dejaron al niño en compañía Kendall y de Phillipe que prácticamente no se
había movido de Darnley desde que Derek había caído en cama.
-
Madre, hay algo importante que quiero decirte
Sophie lo supo antes de que
Brian lo dijese, y por una parte se sintió feliz por su hijo y por la otra
sintió un extraño dolor en el corazón.
-
¿Quién es la afortunada?
Brian se extendió en una tan halagadora
descripción de la damita que no le dejó ninguna duda a Sophie de que el chico estaba
verdaderamente enamorado.
-
¿Y tienes mucha competencia?
-
Eso es lo más grandioso mamá, según lo que he podido averiguar, su tutor ha
rechazado todas las propuestas de matrimonio
Sophie lo miró con cierta
preocupación, porque si habían rechazado todas las propuestas de matrimonio,
debía obedecer a algo y no entendía qué era lo que hacía a Brian tan feliz, pero
decidió ser cautelosa.
-
¿Has hablado con tu padre de esto?
-
Iba a hacerlo justamente cuando recibimos tu carta avisando de la
enfermedad de Derek, que por cierto y aunque fuiste bastante suave para darnos
la noticia, papá casi sufre un infarto, nunca lo había visto tan alterado y
ciertamente no recordaba haberlo visto llorar desde el día que murió el abuelo
William.
-
Lo siento mucho hijo, afortunadamente el médico dijo que Derek es muy
fuerte y va a recuperarse, lo único que le preocupa es la proximidad del
invierno, pero ya me las arreglaré para mantenerlo en casa.
Conversaron un rato más y
luego el chico fue a asearse y a descansar un poco, pero Sophie seguía
preocupada por lo que le había dicho. Dudaba mucho que aquella jovencita
estuviese en su misma situación, es decir, que se tuviese en consideración su
opinión a la hora de ser comprometida, de modo que se preguntaba cuáles serían
las razones para que no lo estuviese aún. Como ella no frecuentaba la corte, no
estaba muy al tanto de los jóvenes que podían estar en edad de contraer matrimonio,
razón por la cual le habría resultado muy difícil establecer si era un asunto
de posición. Aunque si se trataba de aquello, sin duda Brian tenía una
inmejorable y estaba segura que Kendall tenía las suficientes influencias como
para obrar a favor de su hijo. Y finalmente hizo una súplica silenciosa para
que la chica en cuestión pudiese corresponderle a Brian con el mismo evidente
interés que él sentía.
Pasaron los días y Derek se
recuperaba pero como la tos persistía, cuando llegó el momento en el que debían
haber partido para Londres a la boda de su sobrino, Sophie decidió quedarse,
aunque insistió en que Phillipe había dado su palabra de asistir y no podía
faltar a ella. De manera que de muy mal humor, Phillipe se marchó en compañía
de Kendall y de Brian.
En opinión de Phillipe, la
boda había estado excesivamente concurrida y aburrida en grado sumo. A pesar de
haber vivido todo su exilio en Inglaterra, Phillipe encontraba a los ingleses
demasiado fríos y poco divertidos en comparación con sus compatriotas, y las
recepciones de este lado del Canal se le antojaban tediosas y sin el brillo y
amenidad de los salones franceses.
Sin embargo, y a pesar de no
haber estado dispuesto a encontrar nada agradable en aquel salón, igualmente
exhibió su natural encanto y en breve estuvo rodeado de un grupo de jóvenes y
no tan jóvenes damas que hacían tristes esfuerzos por llamar su atención en
forma individual, de modo que agradeció cuando su yerno vino a rescatarlo.
-
Gracias -- le dijo cuando se hubieron alejado
-
No me lo agradezcas, mis motivos son totalmente egoístas
-
¿En qué lío estás metido Kendall Arlingthon?
-
En ninguno, pero Brian…
-
¿Qué sucede con Brian? -- preguntó alarmado y mirando a todos lados
buscando a su nieto
-
Pues es el que quiere meterse en uno grande
-- dijo Kendall con sonrisa
burlona y Phillipe se tranquilizó
-
¿Casada?
-
No hombre, pero él quiere que pronto lo esté
Phillipe abrió mucho los ojos
y una enorme sonrisa se dibujó en sus labios.
-
¿Y bien? ¿Quién es la damita?
-
Victoria Collingwood
Phillipe hizo un rápido
registro mental pero no logró colocarle un rostro a ese nombre, algo que no era
inusual si se trataba de una debutante, pero el apellido tampoco le resultaba
conocido, de modo que comenzó a preocuparse.
-
Kendall, no quiero ser pesado pero ¿quién es la ilustre desconocida?
-
La ilustre desconocida como la llamas, es la sobrina de Lord Andrew Keith,
de modo que en este momento vas a acompañarme y… --
pero calló al ver la expresión de Phillipe
-
Dime que es una broma, por favor
-- pero como Kendall seguía
mirándolo con extrañeza agregó -- Ese hombre es uno de los individuos más
desagradables que he conocido en mi vida y mira que he conocido a muchos
-
Vamos Phillipe, convengo que no es especialmente simpático pero tampoco es
para tanto, en mi opinión Joseph Danworth era mucho más desagradable y te
llevabas muy bien con él hasta donde puedo recordar.
Sin embargo, Phillipe estaba
en total desacuerdo con Kendall, porque si bien Joseph Danworth no había sido
el sujeto más simpático del mundo, una cosa podía decirse de él y era que si no
te atravesabas en su camino nada tenías que temer. En cambio Andrew Keith era
de la clase que gustaba de fastidiar al prójimo solo para demostrar su poder. Mientras
Joseph había sido frío, directo y brutalmente honesto, Andrew le recordaba en
forma muy desagradable a su hermano Louis, porque empleaban la lisonja con el
fin de agradar para luego clavar el puñal por la espalda.
De modo que por todo lo
anterior no, Andrew Keith no era su clase preferida de persona, porque el
prefería a los enemigos declarados y no a los que venían disfrazados de amigos
sin serlo, y definitivamente este sujeto calificaba en ese renglón. Así que
gimió internamente preguntándose por qué demonios su nieto no podía haberse
fijado en otra criatura.
-
¿Phillipe? -- estaba diciendo Kendall
-
¿Qué? -- preguntó él a su vez
-
De acuerdo, si tan mal te cae el individuo lo haré yo solo
-
No dije que no lo haría, necio
Y ciertamente no tenía
intenciones de dejar a Kendall en manos de ese hombre, porque su yerno era
excesivamente confiado, mientras que él no lo era en lo absoluto. Así que
caminó con resignación hacia el grupo donde se encontraba el susodicho.
Después de los saludos comenzó
el duelo verbal entre aquellos dos y Kendall se cuestionó su buen juicio al
pedir la compañía de Phillipe. Pero sin duda Phillipe tenía habilidad para
aquella clase de situaciones, porque más pronto que tarde, Lord Keith pareció
darse por vencido y lo dejó en paz.
-
Espero que Lady Arlingthon se encuentre bien de salud y que no haya sido
por estar delicada que tuviese que
faltar a la boda de su sobrino -- dijo Lord Keith mirando a Kendall
-
Afortunadamente ella está muy bien mi lord, pero nuestro hijo menor está
convaleciente y ella decidió quedarse con él.
-
Una dama virtuosa sin duda, lo felicito lord Arlingthon, no todos tienen la
misma suerte -- dijo mirando en forma maligna a Phillipe
Pero se necesitaba mucho más
que eso para molestar a Phillipe que había vivido demasiados años teniendo que
lidiar con el muy cuestionable honor de su difunta esposa, de modo que no se
dio por aludido. Unos minutos después, tal y como le había indicado su padre,
Brian se acercó al grupo.
-
Lord Keith, hay un asunto personal que me gustaría tratar con usted -- dijo
Kendall después de las presentaciones y el intercambio de preguntas y
respuestas habituales
Aunque aun no conocía a la
joven dama por la que su nieto estaba tan interesado, Phillipe estaba rogando
que aquel desgraciado dijese que la chica ya estaba prometida o pusiese
cualquier otra objeción, pero una vocecita interior le advirtió que eso sería
inútil, porque a pesar de que Brian no era su nieto de sangre, él lo amaba lo
mismo y haría todo cuanto fuese necesario para conseguirle la felicidad a
cualquier precio. Sin embargo, lo que el sujeto dijo a continuación los
sorprendió a todos incluido Phillipe.
-
No sabe lo mucho que me complace su planteamiento Lord Arlingthon, porque a
decir verdad, me estaba preguntando si sería prudente que lo hiciese yo
Antes de continuar, Lord Keith
evaluó sus opciones. Arlingthon no era un problema en ningún sentido, pero
Phillipe sí. Él había intentado por todos los medios que abandonase la escena,
pero a aquel sujeto no era sencillo manejarlo, era un Saint-Claire y eso él lo
tenía muy presente. No obstante, no iba a permitir que el muy cretino le
arruinase los planes. De modo que decidió no decir más de lo estrictamente
necesario y en una próxima oportunidad en la que no tuviese que vérselas con
Phillipe Saint- Claire se ocuparía de los detalles.
Kendall por su parte no podía
estar más satisfecho, y no había que ser
un genio para notar que Brian estaba cercano a ponerse a dar saltos de alegría,
pero Phillipe había superado con celeridad la sorpresa y ahora se preguntaba
qué se traía aquel miserable entre manos, porque sí de algo estaba seguro, era
de que aquella inusitada alegría escondía otros fines y con toda probabilidad
inconfesables.
Mientras Keith hablaba, la
mente de Phillipe trabajaba a toda marcha. Estaban a final de temporada, por
tanto y suponiendo que la chica fuese agraciada algo de lo que le cabían pocas
dudas o Brian no estaría tan interesado ya que conocía la afición de su nieto
por la belleza extrema, le resultaba muy poco probable que a esas alturas Keith
no hubiese recibido peticiones de matrimonio teniendo en cuenta su desatacada
posición. De manera que a menos que no hubiese apellidos de suficiente
importancia en la lista de los que buscaban esposa aquel año, a Phillipe le
resultaba inconcebible que la joven no estuviese comprometida aun. Sin embargo,
eso sería algo que tendría que averiguar por otros medios, ya que aquel infeliz
no mostraría su juego abiertamente y no valía la pena mortificar a Kendall con
aquello.
A unos cuantos metros de la
escena anteriormente descrita, un sujeto maldijo por lo bajo y enseguida llamó
a otro.
-
Hazte cargo
-
Ak lavny
El hombre abandonó el salón a
toda prisa y unos minutos después, se detenía en un Chateau francés.
-
Bonne nuit Edin
-
¡Adrian! -- exclamó Edin
-- ¿Qué demonios haces aquí? Se
supone que…
Adrian Brander era el Lovet
asignado a Phillipe Saint-Claire desde que Istvan había dado la orden de que
todo Saint-Claire de esta generación fuese vigilado hasta el momento de su
muerte, y una vez que le informó a Edin el motivo de su presencia, éste lo
envió de vuelta y salió a toda prisa hacia Levzheir.
-
Kasny dunheit Istvan
-
Zdravi Edin -- lo saludó él
-- ¿Noche libre?
-
No, y tenemos problemas
-
¿Cuándo no los tenemos? -- preguntó Istvan -- ¿De
qué clase son ahora?
-
De la clase que menos te gusta y que se apellida Saint-Claire
Istvan se llevó la mano a la
sien y pensó injustamente que se trataba de Dylan.
-
¿Volvió a Inglaterra?
-
No se trata de él. Swaney pretende casar a Victoria con uno de los hijos de
Lord Arlingthon
Aunque Istvan se podría haber
esperado muchas cosas, en ningún caso una barbaridad como aquella.
-
¿No sería más piadoso que le clavase un Dykari en el cuello? --
preguntó Istval a quien Edin no había visto --
Digo, si lo que quiere es deshacerse de Victoria eso sería menos cruel
-
¡Cállate Istval, esto es serio!
-- dijo su hermano
-
Sin duda, la infeliz estará muerta en breve y…
-
Dudo mucho que esas sean sus intenciones, pero tenemos que averiguar cuáles
son realmente -- después de decir aquello, Istvan guardó
silencio algunos minutos al término de los cuales apareció Yvaylo
-
¿Sker advajèvka? [1]
-
¿Sabemos si Victoria Collingwood ha hecho alguna tontería como para que
Swaney quiera castigarla?
-
Voch -- contestó de inmediato, y luego agregó --
Pero todos aquí sabemos que Swaney Lothian es un sádico que no necesita
un motivo para deshacerse de cualquiera, sino que lo hace por pura diversión
-
Sí, pero en este caso no creo que se trate de pura diversión
-
¿Cuál es el caso exactamente?
-
Pretende casar a Victoria con un hijo de Lord Arlingthon --
pero a Yvaylo eso no pareció causarle la misma alarma que a los demás
-
¿Y por qué piensas que es un castigo?
-- le preguntó a Istvan --
Hace mucho que perdí la cuenta de cuántas veces se ha casado Victoria,
así que… -- se detuvo al ver la extrañeza en los ojos de
los demás -- ¿Qué?
-
Sabes perfectamente que eso es una sentencia de muerte --
dijo Edin, y en ese momento Yvaylo entendió
-
Esperen, eso sería así si se tratase de un hijo de Lord Arlingthon y su
actual esposa, pero eso sería del todo imposible porque si mis cuentas no me
fallan ninguno de los dos está en edad de contraer matrimonio de forma
inmediata, y a menos que la esté comprometiendo a futuro y no creo, debe
tratarse del otro hijo.
Istvan miró a Edin y este
respondió enseguida.
-
Brian Arlingthon
-
No, ese no es hijo de la actual Lady Arlingthon, sino de la primera esposa,
así que como dije, no es una sentencia, al menos no para Victoria
-
Bueno hermano -- dijo Istval bajando los pies de la mesa y
poniéndose de pie -- creo que ahora sí tienes razón y habrá que
averiguar qué se trae Swaney esta vez.
-
Y algo me dice que esto tiene que ver con nuestro propio Lord -- agregó Yvaylo
-
Edin vuelve a Francia y mantente alerta, Yvaylo envía a alguien para
reforzar la seguridad del Rybik, Istval…
-
Sí, ya sé. Inglaterra no es uno de mis lugares preferidos ¿sabías? Aparte
de que Phillipe es extraordinariamente parecido a Armand Saint-Claire y deben
recordar todos los dolores de cabeza que nos dio --
pero al segundo siguiente de
haber expuesto su queja ya no estaba
-
Yo voy a informar a Iziaslav que este misbar está fastidiando de nuevo --
dijo Istvan
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