Bodas de Sangre

Bodas de Sangre
Una vez superados los obstáculos ayudado en su mayor parte por Dylan, Kendall logró finalmente contraer matrimonio con Sophie. Después de la boda, Dylan emprenderá un nuevo, inesperado e insólito camino a través de un mundo del que no tenía ni idea de su existencia, mientras que la nueva pareja parte rumbo a Inglaterra para dar comienzo a un matrimonio que todos se preguntan cómo va a terminar siendo que dio inicio con unas Bodas de Sangre

sábado, 26 de julio de 2014

Cap. 46 Desaparecido…



Itlar llegó a Levzheir pero no encontró a Istvan en su despacho, de modo que volvió sobre sus pasos para preguntarle a los Havariks de guardia pero éstos le dijeron que el Lavny había salido sin notificar su paradero. Itlar volvió al despacho y concentró toda su energía en transmitir entonces a Istvan su urgente necesidad de comunicarse con él y transcurridos algunos minutos el Levjaner hizo acto de presencia.

-         Itlar  --  dijo mirándolo con preocupación  --  ¿Lucien está bien?

-         Tanto como bien no, pero no es nada serio lo que lo aqueja y Haris ya se está ocupando  --  escuchar aquello no tranquilizó de manera especial a Istvan, pero ya Itlar estaba hablando de nuevo  --  Estoy aquí por el Rybik

Istvan se llevó la mano a la frente, sin duda entre Lucien y Dylan le estaban dando muchos dolores de cabeza, por no mencionar a los Saint-Claire de esta generación.

-         Istvan no puedo explicarlo pero el Rybik y la vidmagy Saint-Claire…  --  comenzó Itlar a rendir un rápido informe de lo sucedido

Sin embargo, por primera vez desde que Itlar podía recordar en muchísimos años, Istvan perdió el color y cayó sentado en el sillón antes de que Itlar hubiese terminado. Un millón de cosas pasaron a toda velocidad por la mente de Istvan, incluido el hecho de que Iziaslav querría la cabeza de Yvaylo suponiendo que Lucien no hubiese prescindido de ella ya, y en ese momento elevó la suya mirando con horror a Itlar, porque al pensar en eso, la absurda idea de que Yvaylo hubiese intentado defenderse y que Lucien hubiese salido lastimado lo que justificaría que estuviese al cuidado de Haris, invadió su mente.

-         Istvan cálmate, las cosas no son así  --  dijo Itlar

Sin embargo, como Istvan había asumido que Dylan estaba muerto, las implicaciones de aquello no le permitían tranquilizarse. Otro Yaroslávich muerto por causa de una Saint-Claire no era la clase de noticia que quisiese dar a Iziaslav.

-         Ese es el punto Istvan, el Rybik NO está muerto

Ahora la expresión de Istvan era de total y absoluta incredulidad, pero entendió la necesidad de tranquilizarse y escuchar los detalles de todo esto, porque tal vez simplemente había interpretado muy mal todo el asunto. De modo que escuchó con calma el relato de Itlar, después de lo cual se puso de pie y caminó hacia la ventana por donde se perdió su mirada.

-         ¿Crees que…?  --  comenzó Itlar

-         Dhazshliv asly [1]  --  dijo más para sí mismo que para Itlar

-         Istvan pero él no es…

-         Por supuesto que lo es, porque es el Djali de Lucien

-         Pero… después de lo sucedido con Mika y Andrei ya habíamos descartado que eso pudiese ser cierto, y en el improbable caso de que lo fuese, tenía por fuerza que tratarse de Iziaslav.

-         Quizá tú lo hayas hecho pero yo no. Tarde o temprano los designios de Maikata Priroda se cumplen y Seren era una Alhidbranyy [2] de modo que todas sus Gemberlyks [3] podemos considerarlas un hecho, algo que no deberíamos olvidar, ya que hasta ahora todas se han cumplido  --  Istvan había cerrado los ojos con cansancio y después de un momento los abrió y se giró hacia Itlar  --  Debo hablar con el Rybik seguramente está…

-         Está desaparecido  --  lo interrumpió Itlar  --  Yvaylo está llegando  --  y en ese momento entró el Levjaner

-         Dum horiani sarì advi… dum illiakerì [4]

Ambos lo miraron con incredulidad pero un segundo después los ojos de Istvan adquirieron el conocido color de los rubíes. Esto era algo inusual pero dadas las circunstancias era entendible.

-         ¿Dev advejèry ed? [5]  --  preguntó en tono amenazante

-         Soy culpable Istvan  --  dijo Yvaylo doblando una rodilla ante él y bajando la cabeza 

-         ¡Levántate y dame una explicación medianamente razonable! --  ordenó Istvan y él obedeció

-         Me confié sarì, de modo que me percaté que había salido con unos minutos de retraso

-         Pero eres un Levjaner y llevas más de un año a su lado ¿Cómo es que no pudiste rastrearlo?

-         Lo hice hasta el Ben Lawers [6] en Escocia, pero ahí se pierde el rastro

-         Yvaylo, nadie se desvanece en el aire, tiene que estar…  --  pero se detuvo con una exclamación  --  ¡Sclaviacik! [7] ¿Tienes a alguien rastreando el Loch Tay?

-         Ak sarì, pero hasta que vine hacia acá no habían hallado nada y sí es allí donde lo encontramos, sin duda alguna lo sacaremos con una pulmonía

-         Prefiero decirle a Iziaslav que está tirado en una cama con una pulmonía y no que NO sabemos dónde está, especialmente después de lo sucedido.


Los días siguientes fueron un auténtico infierno para Istvan y para todos los miembros de su organización implicados en aquel espinoso asunto. Como era de suponerse Iziaslav montó en cólera y eso casi le cuesta la vida a Yvaylo, ya que luego de descargar su ira con la violencia característica, estuvo a solo un paso de arrancarle la cabeza al individuo.

-         Sarì  --  había intervenido Istvan  --  Es un Levjaner y te ha servido con honestidad, entrega y valor fiel a su juramento y a la sangre que corre por sus venas

Si bien Iziaslav se detuvo, eso no salvó a Yvaylo de ir a parar a uno de los calabozos del Laki en Levzheir y dieron inmediato aviso al padre del chico. Después de ser atendido por uno de los lijenik, Itlar y Misha fueron a verlo encontrándose no solo con el padre de Yvaylo sino en el caso de Itlar también con el suyo. Sin embargo, luego de un rápido saludo se giraron hacia Yvaylo y les dolió encontrarlo en aquellas condiciones. Tenía la cara hecha una pena, ambos brazos rotos y varias costillas habían perforado sus pulmones. Todos los presentes pensaron que parecía que el destino de Yvaylo estaba irremediablemente ligado a eventos como aquel, primero Mika y ahora Dylan, la buena noticia era que este último aun estaba vivo o de lo contrario el que no lo estaría sería Yvaylo, porque ni siquiera Istvan habría podido detener a Iziaslav, ya que si le había perdonado la vida la primera vez, con toda seguridad eso no iba a repetirse. No obstante y a pesar de que ninguno de ellos contravendría una orden de Iziaslav, estaban en total desacuerdo con el castigo y cinco años de encierro les parecía excesivo.

-         No te preocupes Yvaylo  --  estaba diciendo Itlar  -- Istvan va a hablar con él cuando todo esto se calme  y saldrás de aquí antes de…

-         Olvídalo… Itlar  --  dijo a duras penas, ya que era obvio que le costaba un enorme esfuerzo hasta respirar

-         No hables syn  --  dijo Iván pero Yvaylo no le prestó atención

-         Me… merezco el castigo porque… fui descuidado, el Rybik pudo haber muerto y… habría sido mi culpa.

Decidieron no discutir con él dadas las condiciones en las que se encontraba y porque apenas si podía hablar con corrección, y sabían tan bien como él que ese castigo no se debía a que Dylan estuviese desaparecido, porque tarde o temprano iban a encontrarlo, sino por lo sucedido con la vidmagy. Pero igualmente confiaban que en cuanto encontrasen al Rybik, Istvan podría convencer a Iziaslav de que dejase en libertad a Yvaylo.

Iván Sesviatsky – el padre de Yvaylo – era un Devrig primigenio y uno particularmente peligroso, ya que en opinión de todos los que lo conocían, estaba más cerca de la locura que cualquier otra persona y teniendo en cuenta el poder que le había concedido la madre naturaleza, aquel Devrig era directamente mortal. Normalmente se caracterizaba por gastarle bromas tal vez un tanto pesadas a todo el mundo y su única meta en la vida parecía ser divertirse, pero cuando aquel jovial individuo enfurecía era cuando las cosas se ponían realmente feas. Habría sido muy necio esperar que al ver a su único hijo en aquellas condiciones fuese a tomárselo con algo siquiera parecido a la calma, razón por la cual y aunque a Iliar – el padre de Itlar y amigo inseparable de Iván – a la última persona a la que quería tener que decirle que Yvaylo estaba como estaba era a Milorad – el padre de los Korsacov – porque aquel sujeto veía a Yvaylo como a su hijo menor, tuvo que llamarlo con urgencia, porque estaba seguro que Iván iba a cometer una de las mayores locuras de la historia. E forma tan sucinta como pudo, Iliar le explicó la situación a Milorad y aunque como esperaba fue un duro golpe también para él, comprobó que había hecho bien en llamarlo, porque aun entre ambos tuvieron verdaderas dificultades para reducir a Iván.


Otro asunto al que tuvieron que enfrentarse los Levjaners y casi con las mismas consecuencias, fue a los sizvitels. Cuando Iyul se había enterado había corrido a Illir pero aun no tenían noticias, de modo que personalmente quería ir a quitarle la cabeza a Yvaylo, en este caso fueron Misha y Janos quienes lo detuvieron. Por fortuna Iyul siempre había sido más razonable que Lucien y todo lo que le interesaba en ese momento era encontrar a Dylan.

Y como corolario y dado que no podían mantener a Lucien dormido en forma indefinida, fue trasladado a su Villa en Italia y una vez allí Haris suspendió la administración del sedante. En su caso, aparte de Itlar estaban presentes Iyul que fue el encargado de darle la noticia y mandaron a llamar a Istval en previsión de lo que pudiese suceder. Como cabía esperar, la ira de Luciano alcanzó niveles peligrosos a pesar de que Itlar previamente había equilibrado sus puntos de energía, ya que el enfurecido sizvitel destrozó media Villa, después de lo cual y antes de que la echase completamente abajo, intervino Istval.

-         ¡Detente Lucien!  --  dijo sujetándolo  --  Ya permití que desahogaras tu ira, ahora vas a escuchar

-         ¡Suéltame infeliz! ¡Tú no eres quién para decirme qué hacer!
-         Posiblemente pero igual te vas a tranquilizar, porque no puedo perder el tiempo haciendo de niñera tuya cuando debería estar buscando a Dylan

Aquello produjo el efecto deseado y Lucien se tranquilizó algo, escuchó a Iyul que le dijo que se olvidase de Yvaylo porque ya estaba detenido, aunque Lucien no pareció juzgar aquello suficiente castigo, y después le dio el mensaje de Iziaslav que consistía en asegurarle que estaban haciendo todo lo posible por encontrar a Dylan y que no cometiese ninguna necedad que complicase más las cosas y que le obligase a encerrarlo a él también. Ante esto los ojos de Lucien volvieron a encenderse de forma peligrosa.

-         ¿Se atreve a amenazarme cuando él es el único culpable de todo esto?  --  vociferó

-         Lucien ya no eres un niño, así que compórtate como corresponde  --  dijo Iyul ya muy molesto  --  Y sí, él tiene el derecho no solo de amenazarte sino de encerrarte si lo juzga necesario, no solo porque es el sozdatel’ sino porque te guste o no sigue siendo tu padre. De modo que atiende a razones y tranquilízate o yo mismo te conduciré a un calabozo.

Lucien era necio, imprudente y obstinado pero no estúpido, así que sabía que lo que menos le convenía en aquel momento era verse privado de libertad de acción, de manera que se tranquilizó aunque no había manera de que borrase la rebeldía de sus inquietos ojos.

-         Priyatel  --  dijo Istval colocando una mano sobre su hombro  --  sabes que vamos a encontrarlo, es solo cuestión de tiempo

-         Y yo voy a asegurarme de que así sea yendo contigo, así que partimos para Inglaterra en este momento

-         Lucien puede estar en cualquier lugar, así que…

-         Está en su tierra  --  dijo él interrumpiendo a Iyul con absoluta convicción

-         Aún así ese es territorio hostil sarì, y creo que tú no deberías volver  --  dijo Itlar

-         Me trae sin cuidado lo que tú creas  --  y se volvió hacia Istval  --  ¡Vamos!

En vista de que nada más podían hacer, con un suspiro de resignación todos partieron con él. Ciertamente y aunque los Lovets tenían órdenes de buscarlo en sus distintas zonas de actividad, los Korsacov coincidían con Lucien y pensaban que Dylan seguía en su tierra o al menos muy cerca.


Dylan intentó abrir los ojos pero aquello le costaba un enorme esfuerzo, de modo que se fastidió de ello y dejó de intentarlo. No obstante, sus otros sentidos comenzaron a darle información. Se encontraba sobre una cama, aunque estaba seguro que no era la suya dada la incomodidad de la misma. También notó que estaba en un lugar muy frío aunque sentía el crepitar de un fuego cercano, así como detectó el olor a bosque por encima del de la madera que se estaba quemando. Prestó mayor atención pero no escuchaba más que los sonidos propios del campo ¿Dónde demonios estaba?

Un momento después sintió que alguien se acercaba, de manera que intentó abrir los ojos de nuevo en esta ocasión con más éxito, pero en el momento que lo hizo un grito perforó sus sensibles oídos.

-         ¡Madre!

El grito había sido proferido por un niño de unos trece o catorce años que lo miraba con los ojos muy abiertos. A continuación y antes de que pudiese decir nada, entraron una mujer y una jovencita, Dylan dedujo que se trataba de la madre del chico y de la hermana por el parecido.

-         Milord  --  saludó la mujer haciendo una torpe reverencia y luego miró al niño  --  Corre y busca a tu padre

El niño salió en carrera mientras la mujer y la chica lo miraban como si tuviese dos cabezas y a Dylan toda la situación se le antojaba divertida. Intentó incorporarse pero sentía todo el cuerpo rígido y en cuanto intentó decir algo comenzó a toser.

-         Intente no moverse  --  dijo la mujer

Dylan se preguntó la razón para aquella recomendación aunque ciertamente no parecía muy fácil moverse. En ese momento entró un hombre con aspecto de labriego y se acercó con rapidez a la cama.

-         ¿Milord, cómo se siente?  --  preguntó con lo que Dylan identificó como ansiedad

Sin embargo, no contestó en forma inmediata sino que intentó recordar dónde estaba y qué hacía allí. Los recuerdos  comenzaron a llegar de forma progresiva, en tanto que la familia se miraba unos a otros con preocupación. Dylan se aclaró la garganta y miró al hombre.

-         ¿Dónde estoy y quién es usted?  --  preguntó

-         Mi nombre es Thomas Stuart milord, y está en las cercanías de Killin, a orillas del Loch Tay  --  contestó el hombre

-         ¿Y cómo diablos llegué aquí?  --  el chico ahogó la risa y su madre le tiró de una oreja

A partir de ahí, Thomas le hizo un detallado relato. Hacía alredor de quince días y mientras él se encontraba a la orilla del lago junto con su hijo, el niño lo había visto flotando en el agua. En un principio habían pensado que estaba muerto, pero aun así entre los dos lo habían sacado  y al comprobar que aun respiraba lo habían llevado a su casa. Le habían quitado las ropas y lo habían metido en una cama improvisada que instalaron cerca del hogar para mantenerlo lo más caliente posible, ya que según él su piel estaba azulada al momento de sacarlo del agua por efecto de las bajísimas temperaturas. Esa misma noche pensaron que iba a morir, porque comenzó con una fiebre terrible, de modo que habían enviado al chico a buscar al párroco *

-         Lamento decirlo milord, pero durante los próximos días aunque Mary hizo todo cuanto estuvo a su alcance y lo que le indicó el párroco, estuvimos esperando que muriese, pero nuestro señor debe quererlo mucho porque sigue usted vivo  --  finalizó el hombre

-         Bueno gracias  --  dijo Dylan difiriendo un tanto de la opinión del buen hombre

-         Si no lo considera una impertinencia  --  comenzó Thomas -- ¿Podría decirnos su nombre?

-         Mi nombre es Dylan  --  dijo él pero no agregó nada más y Thomas pareció considerar inapropiado insistir

Mary se empeñó en que debía comer algo y solo en atención a la amabilidad de aquellas gentes, Dylan hizo un esfuerzo por tomarse la sopa que le había servido. A pesar de que quería ponerse de pie y marcharse, quedó demostrado que aun no estaba en condiciones de ello y le quedó claro que debía haber estado realmente mal si después de quince días aun seguía sin poder levantarse. Recordó la vez que había enfermado estando en Illir y supuso que debió tratarse de algo parecido, después de todo había estado flotando en un lago helado no tenía idea de por cuánto tiempo, y a eso debía sumarle que había recordado haberse lanzado desde una altura considerable, lo que explicaba el dolor en todo el cuerpo ya que por fuerza debía haberse roto algo.

Esa noche después que los miembros de la pequeña familia se habían retirado a descansar, Dylan que permanecía despierto pensó en Sophie y sintió un terrible dolor en el corazón. Ella no recordaría nada de lo sucedido mientras que él no lo olvidaría mientras viviese, pero no podía volver a acercarse a ella y no por la maldición que había comprobado que no era tal. Por un momento se planteó la posibilidad de llevársela lejos, con seguridad nadie podría encontrarlos pero desechó la idea de inmediato, porque ni sus principios ni los de ella les permitirían hacer algo así, aparte de que en el improbable caso de aceptarlo, eso implicaría separarla de sus hijos y él no podía condenarla a ello. Pensó en Kendall que había sido su amigo toda la vida y en que lo que había hecho ya suponía un supremo acto de traición como para sumarle el arrebatarle a su esposa también. Y finalmente se resignó a que no, aquello no podía ser por ningún lado que lo viese. Sin embargo, aun quedaba algo por resolver, tenía que buscar la forma de que el imbécil de Kendall dejase de hacerla sufrir.

La actividad de aquella familia comenzaba muy temprano según lo que pudo ver Dylan, porque antes de que el sol se asomase ya Mary estaba levantada preparando el desayuno.

-         Buenos días milord  --  saludó la mujer al verlo despierto

-         Buenos días

Un poco después Thomas entró en su línea de visión al igual que la joven, que luego de arrebujarse en un chal abandonó la modesta vivienda y regresó un poco después con una cesta que le entregó a su madre. Unos minutos después a Dylan se le revolvió el estómago al percibir el olor de los huevos que Mary estaba cocinando. Cuando el desayuno estuvo listo, Mary se acercó con una bandeja.

-         No es mucho milord pero debe alimentarse  --  dijo la mujer

-         De veras se lo agradezco mucho pero no debe preocuparse tanto, porque en realidad no tengo hambre y con el café es suficiente  --  dijo mirándola directo a los ojos suprimiendo de aquel modo la posible insistencia

Un momento después vio aparecer al pequeño aun frotándose los ojos y luego de finalizar el desayuno, todos abandonaron la vivienda dejando solo al niño.

-         ¡Oye!  --  dijo Dylan haciéndole una seña para que se acercase  --  ¿Cómo te llamas?

-         Thomas, igual que mi padre pero todos me dicen Tommy

-         Bien Tommy  --  dijo él  --  ¿Podrías decirme que fecha es hoy?  --  el chico lo pensó un momento y luego respondió

-         Creo que es 15 de diciembre

-         ¿Crees?    --  pero al ver la desazón del niño cambió de tema  --  ¿Cuántos años tienes?

-         Pronto cumpliré catorce

-         Trece entonces  --  dijo Dylan sin poder resistirse a fastidiarlo aunque luego se arrepintió de ello

-         ¿Puedo preguntarle algo?

-         Claro, adelante

-         Es usted un Lord ¿verdad?  --  y Dylan sonrió

-         ¿Qué te hace pensar eso?

-         Bueno… llevaba usted muchas joyas, mamá se las quitó porque dice que el metal no es bueno si se está enfermo, no entiendo bien eso pero el asunto es que llevaba varios anillos y una cadena, pero no se preocupe todo esta allí  --  dijo señalando un aparador

-         No estoy preocupado  --  dijo sonriéndole

-         Bueno  --  continuó el chico  --  aparte de eso, su ropa también se veía muy fina y además Elizabeth dice…

-         ¿Elizabeth?

-         Sí, es mi hermana y ella dice que parece usted un príncipe  --  y ahora Dylan no pudo evitar una carcajada y Tommy arrugó el entrecejo  --  Bueno yo le dije que era una tonta por pensar eso, los príncipes no van por ahí…

-         ¡Thomas Stuart!  --  escucharon la voz de la chica que se acercó con rapidez  --  Lo siento mucho milord, disculpe si este necio ha estado molestándolo  --  y agarró al chico por una oreja, con lo que Dylan pensó que a ese paso el pobre Tommy se quedaría sin ella, porque tanto la madre como la hija parecían tener la misma afición

-         ¡Ayyy!  --  se quejó el niño

-         Por favor señorita  --  dijo Dylan  --  no me estaba molestando, fui yo quien lo llamó y la verdad es que me ha resultado muy entretenido

La chica soltó la maltratada oreja de Tommy y haciendo una apresurada reverencia se retiró mientras el niño la miraba malhumorado y le sacaba la lengua. Pero una vez que la chica había desaparecido se volvió hacia Dylan dispuesto a seguir preguntando.

-         ¿Entonces, es o no es?

-         Sí, sí lo soy, pero prefiero que me llames por mi nombre

Durante los próximos tres días Dylan y el pequeño Tommy se hicieron los mejores amigos.

A pesar de que Dylan aun estaba furioso por el engaño, ahora que estaba más calmado comenzaba a echar de menos a Luciano y a los demás, y finalmente se dijo que buenos o malos ellos eran su familia ahora  y en algún momento tendría que volver, y quizá entonces alguien podría darle una explicación a lo que había sucedido.


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* En la antigüedad, los sacerdotes no solo cumplían sus funciones como evangelizadores atendiendo a las necesidades espirituales de sus feligreses, sino que tenían amplios conocimientos en medicina. Cabe destacar como nota aparte, que tenían y aplicaban poco más o menos los mismos conocimientos en medicina natural por los que muchas mujeres fueron enviadas a la hoguera.



[1] Dhazshilv asly: Amor real
[2] Alhidbranyy: Elegida
[3] Gemberlyks: Profecías
[4] Dum illiakerì: Lo perdí
[5] Dev advjèry ed: ¿Cómo sucedió eso?
[6] Ben Lawers: Junto con el Ben Nevis y los Cainrgorms, forma parte de las montañas más altas de Gran Bretaña, ubicado en las Highlands de Escocia
[7] Sclaviacik: Maldición

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