Itlar llegó a Levzheir pero no
encontró a Istvan en su despacho, de modo que volvió sobre sus pasos para
preguntarle a los Havariks de guardia pero éstos le dijeron que el Lavny había
salido sin notificar su paradero. Itlar volvió al despacho y concentró toda su
energía en transmitir entonces a Istvan su urgente necesidad de comunicarse con
él y transcurridos algunos minutos el Levjaner hizo acto de presencia.
-
Itlar -- dijo mirándolo con preocupación --
¿Lucien está bien?
-
Tanto como bien no, pero no es nada serio lo que lo aqueja y Haris ya se
está ocupando -- escuchar aquello no tranquilizó de manera
especial a Istvan, pero ya Itlar estaba hablando de nuevo --
Estoy aquí por el Rybik
Istvan se llevó la mano a la
frente, sin duda entre Lucien y Dylan le estaban dando muchos dolores de
cabeza, por no mencionar a los Saint-Claire de esta generación.
-
Istvan no puedo explicarlo pero el Rybik y la vidmagy Saint-Claire… --
comenzó Itlar a rendir un rápido informe de lo sucedido
Sin embargo, por primera vez
desde que Itlar podía recordar en muchísimos años, Istvan perdió el color y
cayó sentado en el sillón antes de que Itlar hubiese terminado. Un millón de
cosas pasaron a toda velocidad por la mente de Istvan, incluido el hecho de que
Iziaslav querría la cabeza de Yvaylo suponiendo que Lucien no hubiese
prescindido de ella ya, y en ese momento elevó la suya mirando con horror a
Itlar, porque al pensar en eso, la absurda idea de que Yvaylo hubiese intentado
defenderse y que Lucien hubiese salido lastimado lo que justificaría que
estuviese al cuidado de Haris,
invadió su mente.
-
Istvan cálmate, las cosas no son así
-- dijo Itlar
Sin embargo, como Istvan había
asumido que Dylan estaba muerto, las implicaciones de aquello no le permitían
tranquilizarse. Otro Yaroslávich muerto por causa de una Saint-Claire no era la
clase de noticia que quisiese dar a Iziaslav.
-
Ese es el punto Istvan, el Rybik NO
está muerto
Ahora la expresión de Istvan
era de total y absoluta incredulidad, pero entendió la necesidad de
tranquilizarse y escuchar los detalles de todo esto, porque tal vez simplemente
había interpretado muy mal todo el asunto. De modo que escuchó con calma el
relato de Itlar, después de lo cual se puso de pie y caminó hacia la ventana
por donde se perdió su mirada.
-
¿Crees que…? -- comenzó Itlar
-
Istvan pero él no es…
-
Por supuesto que lo es, porque es el Djali de Lucien
-
Pero… después de lo sucedido con Mika y Andrei ya habíamos descartado que eso
pudiese ser cierto, y en el improbable caso de que lo fuese, tenía por fuerza
que tratarse de Iziaslav.
-
Quizá tú lo hayas hecho pero yo no. Tarde o temprano los designios de
Maikata Priroda se cumplen y Seren era una Alhidbranyy
[2]
de modo que todas sus Gemberlyks [3]
podemos considerarlas un hecho, algo que no deberíamos olvidar, ya que hasta
ahora todas se han cumplido -- Istvan había cerrado los ojos con cansancio y
después de un momento los abrió y se giró hacia Itlar --
Debo hablar con el Rybik seguramente está…
-
Está desaparecido -- lo interrumpió Itlar --
Yvaylo está llegando -- y en ese momento entró el Levjaner
Ambos lo miraron con
incredulidad pero un segundo después los ojos de Istvan adquirieron el conocido
color de los rubíes. Esto era algo inusual pero dadas las circunstancias era
entendible.
-
Soy culpable Istvan -- dijo Yvaylo doblando una rodilla ante él y
bajando la cabeza
-
¡Levántate y dame una explicación medianamente razonable! -- ordenó Istvan y él obedeció
-
Me confié sarì, de modo que me percaté que había salido con unos minutos de
retraso
-
Pero eres un Levjaner y llevas más de un año a su lado ¿Cómo es que no
pudiste rastrearlo?
-
Lo hice hasta el Ben Lawers [6]
en Escocia, pero ahí se pierde el rastro
-
Yvaylo, nadie se desvanece en el aire, tiene
que estar… -- pero se detuvo con una exclamación -- ¡Sclaviacik! [7] ¿Tienes
a alguien rastreando el Loch Tay?
-
Ak sarì, pero hasta que vine hacia acá no habían hallado nada y sí es allí
donde lo encontramos, sin duda alguna lo sacaremos con una pulmonía
-
Prefiero decirle a Iziaslav que está tirado en una cama con una pulmonía y
no que NO sabemos dónde está, especialmente
después de lo sucedido.
Los días siguientes fueron un
auténtico infierno para Istvan y para todos los miembros de su organización
implicados en aquel espinoso asunto. Como era de suponerse Iziaslav montó en
cólera y eso casi le cuesta la vida a Yvaylo, ya que luego de descargar su ira
con la violencia característica, estuvo a solo un paso de arrancarle la cabeza
al individuo.
-
Sarì -- había intervenido Istvan -- Es
un Levjaner y te ha servido con honestidad, entrega y valor fiel a su juramento
y a la sangre que corre por sus venas
Si bien Iziaslav se detuvo,
eso no salvó a Yvaylo de ir a parar a uno de los calabozos del Laki en Levzheir
y dieron inmediato aviso al padre del chico. Después de ser atendido por uno de
los lijenik, Itlar y Misha fueron a verlo encontrándose no solo con el padre de
Yvaylo sino en el caso de Itlar también con el suyo. Sin embargo, luego de un
rápido saludo se giraron hacia Yvaylo y les dolió encontrarlo en aquellas
condiciones. Tenía la cara hecha una pena, ambos brazos rotos y varias
costillas habían perforado sus pulmones. Todos los presentes pensaron que parecía
que el destino de Yvaylo estaba irremediablemente ligado a eventos como aquel,
primero Mika y ahora Dylan, la buena noticia era que este último aun estaba vivo
o de lo contrario el que no lo estaría sería Yvaylo, porque ni siquiera Istvan
habría podido detener a Iziaslav, ya que si le había perdonado la vida la
primera vez, con toda seguridad eso no iba a repetirse. No obstante y a pesar
de que ninguno de ellos contravendría una orden de Iziaslav, estaban en total
desacuerdo con el castigo y cinco años de encierro les parecía excesivo.
-
No te preocupes Yvaylo -- estaba diciendo Itlar -- Istvan va a hablar con él cuando todo esto
se calme y saldrás de aquí antes de…
-
Olvídalo… Itlar -- dijo a duras penas, ya que era obvio que le
costaba un enorme esfuerzo hasta respirar
-
No hables syn -- dijo Iván pero Yvaylo no le prestó atención
-
Me… merezco el castigo porque… fui descuidado, el Rybik pudo haber muerto y…
habría sido mi culpa.
Decidieron no discutir con él
dadas las condiciones en las que se encontraba y porque apenas si podía hablar
con corrección, y sabían tan bien como él que ese castigo no se debía a que
Dylan estuviese desaparecido, porque tarde o temprano iban a encontrarlo, sino
por lo sucedido con la vidmagy. Pero igualmente confiaban que en cuanto
encontrasen al Rybik, Istvan podría convencer a Iziaslav de que dejase en
libertad a Yvaylo.
Iván Sesviatsky – el padre de
Yvaylo – era un Devrig primigenio y uno particularmente peligroso, ya que en
opinión de todos los que lo conocían, estaba más cerca de la locura que
cualquier otra persona y teniendo en cuenta el poder que le había concedido la
madre naturaleza, aquel Devrig era directamente mortal. Normalmente se
caracterizaba por gastarle bromas tal vez un tanto pesadas a todo el mundo y su
única meta en la vida parecía ser divertirse, pero cuando aquel jovial
individuo enfurecía era cuando las cosas se ponían realmente feas. Habría sido
muy necio esperar que al ver a su único hijo en aquellas condiciones fuese a
tomárselo con algo siquiera parecido a la calma, razón por la cual y aunque a
Iliar – el padre de Itlar y amigo inseparable de Iván – a la última persona a
la que quería tener que decirle que Yvaylo estaba como estaba era a Milorad –
el padre de los Korsacov – porque aquel sujeto veía a Yvaylo como a su hijo
menor, tuvo que llamarlo con urgencia, porque estaba seguro que Iván iba a
cometer una de las mayores locuras de la historia. E forma tan sucinta como
pudo, Iliar le explicó la situación a Milorad y aunque como esperaba fue un
duro golpe también para él, comprobó que había hecho bien en llamarlo, porque
aun entre ambos tuvieron verdaderas dificultades para reducir a Iván.
Otro asunto al que tuvieron
que enfrentarse los Levjaners y casi con las mismas consecuencias, fue a los
sizvitels. Cuando Iyul se había enterado había corrido a Illir pero aun no
tenían noticias, de modo que personalmente quería ir a quitarle la cabeza a
Yvaylo, en este caso fueron Misha y Janos quienes lo detuvieron. Por fortuna
Iyul siempre había sido más razonable que Lucien y todo lo que le interesaba en
ese momento era encontrar a Dylan.
Y como corolario y dado que no
podían mantener a Lucien dormido en forma indefinida, fue trasladado a su Villa
en Italia y una vez allí Haris suspendió la administración del sedante. En su
caso, aparte de Itlar estaban presentes Iyul que fue el encargado de darle la
noticia y mandaron a llamar a Istval en previsión de lo que pudiese suceder.
Como cabía esperar, la ira de Luciano alcanzó niveles peligrosos a pesar de que
Itlar previamente había equilibrado sus puntos de energía, ya que el enfurecido
sizvitel destrozó media Villa, después de lo cual y antes de que la echase
completamente abajo, intervino Istval.
-
¡Detente Lucien! -- dijo sujetándolo -- Ya
permití que desahogaras tu ira, ahora vas a escuchar
-
¡Suéltame infeliz! ¡Tú no eres quién para decirme qué hacer!
-
Posiblemente pero igual te vas a tranquilizar, porque no puedo perder el
tiempo haciendo de niñera tuya cuando
debería estar buscando a Dylan
Aquello produjo el efecto
deseado y Lucien se tranquilizó algo, escuchó a Iyul que le dijo que se
olvidase de Yvaylo porque ya estaba detenido, aunque Lucien no pareció juzgar
aquello suficiente castigo, y después le dio el mensaje de Iziaslav que
consistía en asegurarle que estaban haciendo todo lo posible por encontrar a
Dylan y que no cometiese ninguna necedad que complicase más las cosas y que le
obligase a encerrarlo a él también. Ante esto los ojos de Lucien volvieron a
encenderse de forma peligrosa.
-
¿Se atreve a amenazarme cuando él es el único culpable de todo esto? --
vociferó
-
Lucien ya no eres un niño, así que compórtate como corresponde --
dijo Iyul ya muy molesto -- Y sí, él tiene el derecho no solo de
amenazarte sino de encerrarte si lo juzga necesario, no solo porque es el
sozdatel’ sino porque te guste o no sigue siendo tu padre. De modo que atiende
a razones y tranquilízate o yo mismo te conduciré a un calabozo.
Lucien era necio, imprudente y
obstinado pero no estúpido, así que sabía que lo que menos le convenía en aquel
momento era verse privado de libertad de acción, de manera que se tranquilizó
aunque no había manera de que borrase la rebeldía de sus inquietos ojos.
-
Priyatel -- dijo Istval colocando una mano sobre su
hombro -- sabes que vamos a encontrarlo, es solo
cuestión de tiempo
-
Y yo voy a asegurarme de que así sea yendo contigo, así que partimos para
Inglaterra en este momento
-
Lucien puede estar en cualquier lugar, así que…
-
Está en su tierra -- dijo él interrumpiendo a Iyul con absoluta
convicción
-
Aún así ese es territorio hostil sarì, y creo que tú no deberías
volver -- dijo Itlar
-
Me trae sin cuidado lo que tú creas
-- y se volvió hacia Istval --
¡Vamos!
En vista de que nada más
podían hacer, con un suspiro de resignación todos partieron con él. Ciertamente
y aunque los Lovets tenían órdenes de buscarlo en sus distintas zonas de
actividad, los Korsacov coincidían con Lucien y pensaban que Dylan seguía en su
tierra o al menos muy cerca.
Dylan intentó abrir los ojos
pero aquello le costaba un enorme esfuerzo, de modo que se fastidió de ello y
dejó de intentarlo. No obstante, sus otros sentidos comenzaron a darle
información. Se encontraba sobre una cama, aunque estaba seguro que no era la
suya dada la incomodidad de la misma. También notó que estaba en un lugar muy
frío aunque sentía el crepitar de un fuego cercano, así como detectó el olor a
bosque por encima del de la madera que se estaba quemando. Prestó mayor
atención pero no escuchaba más que los sonidos propios del campo ¿Dónde
demonios estaba?
Un momento después sintió que
alguien se acercaba, de manera que intentó abrir los ojos de nuevo en esta
ocasión con más éxito, pero en el momento que lo hizo un grito perforó sus
sensibles oídos.
-
¡Madre!
El grito había sido proferido
por un niño de unos trece o catorce años que lo miraba con los ojos muy
abiertos. A continuación y antes de que pudiese decir nada, entraron una mujer y
una jovencita, Dylan dedujo que se trataba de la madre del chico y de la
hermana por el parecido.
-
Milord -- saludó la mujer haciendo una torpe reverencia
y luego miró al niño -- Corre y busca a tu padre
El niño salió en carrera
mientras la mujer y la chica lo miraban como si tuviese dos cabezas y a Dylan
toda la situación se le antojaba divertida. Intentó incorporarse pero sentía
todo el cuerpo rígido y en cuanto intentó decir algo comenzó a toser.
-
Intente no moverse -- dijo la mujer
Dylan se preguntó la razón
para aquella recomendación aunque ciertamente no parecía muy fácil moverse. En
ese momento entró un hombre con aspecto de labriego y se acercó con rapidez a
la cama.
-
¿Milord, cómo se siente? -- preguntó con lo que Dylan identificó como ansiedad
Sin embargo, no contestó en
forma inmediata sino que intentó recordar
dónde estaba y qué hacía allí. Los recuerdos
comenzaron a llegar de forma progresiva, en tanto que la familia se
miraba unos a otros con preocupación. Dylan se aclaró la garganta y miró al
hombre.
-
¿Dónde estoy y quién es usted?
-- preguntó
-
Mi nombre es Thomas Stuart milord, y está en las cercanías de Killin, a
orillas del Loch Tay -- contestó el hombre
-
¿Y cómo diablos llegué aquí? -- el chico ahogó la risa y su madre le tiró de
una oreja
A partir de ahí, Thomas le
hizo un detallado relato. Hacía alredor de quince días y mientras él se
encontraba a la orilla del lago junto con su hijo, el niño lo había visto
flotando en el agua. En un principio habían pensado que estaba muerto, pero aun
así entre los dos lo habían sacado y al
comprobar que aun respiraba lo habían llevado a su casa. Le habían quitado las
ropas y lo habían metido en una cama improvisada que instalaron cerca del hogar
para mantenerlo lo más caliente posible, ya que según él su piel estaba azulada
al momento de sacarlo del agua por efecto de las bajísimas temperaturas. Esa
misma noche pensaron que iba a morir, porque comenzó con una fiebre terrible,
de modo que habían enviado al chico a buscar al párroco *
-
Lamento decirlo milord, pero durante los próximos días aunque Mary hizo
todo cuanto estuvo a su alcance y lo que le indicó el párroco, estuvimos
esperando que muriese, pero nuestro señor debe quererlo mucho porque sigue
usted vivo -- finalizó el hombre
-
Bueno gracias -- dijo Dylan difiriendo un tanto de la opinión
del buen hombre
-
Si no lo considera una impertinencia
-- comenzó Thomas -- ¿Podría
decirnos su nombre?
-
Mi nombre es Dylan -- dijo él pero no agregó nada más y Thomas
pareció considerar inapropiado insistir
Mary se empeñó en que debía
comer algo y solo en atención a la amabilidad de aquellas gentes, Dylan hizo un
esfuerzo por tomarse la sopa que le había servido. A pesar de que quería
ponerse de pie y marcharse, quedó demostrado que aun no estaba en condiciones
de ello y le quedó claro que debía haber estado realmente mal si después de
quince días aun seguía sin poder levantarse. Recordó la vez que había enfermado
estando en Illir y supuso que debió tratarse de algo parecido, después de todo
había estado flotando en un lago helado no tenía idea de por cuánto tiempo, y a
eso debía sumarle que había recordado haberse lanzado desde una altura
considerable, lo que explicaba el dolor en todo el cuerpo ya que por fuerza
debía haberse roto algo.
Esa noche después que los
miembros de la pequeña familia se habían retirado a descansar, Dylan que
permanecía despierto pensó en Sophie y sintió un terrible dolor en el corazón.
Ella no recordaría nada de lo sucedido mientras que él no lo olvidaría mientras
viviese, pero no podía volver a acercarse a ella y no por la maldición que
había comprobado que no era tal. Por un momento se planteó la posibilidad de
llevársela lejos, con seguridad nadie podría encontrarlos pero desechó la idea
de inmediato, porque ni sus principios ni los de ella les permitirían hacer
algo así, aparte de que en el improbable caso de aceptarlo, eso implicaría
separarla de sus hijos y él no podía condenarla a ello. Pensó en Kendall que
había sido su amigo toda la vida y en que lo que había hecho ya suponía un
supremo acto de traición como para sumarle el arrebatarle a su esposa también.
Y finalmente se resignó a que no, aquello no podía ser por ningún lado que lo
viese. Sin embargo, aun quedaba algo por resolver, tenía que buscar la forma de
que el imbécil de Kendall dejase de hacerla sufrir.
La actividad de aquella
familia comenzaba muy temprano según lo que pudo ver Dylan, porque antes de que
el sol se asomase ya Mary estaba levantada preparando el desayuno.
-
Buenos días milord -- saludó la mujer al verlo despierto
-
Buenos días
Un poco después Thomas entró
en su línea de visión al igual que la joven, que luego de arrebujarse en un
chal abandonó la modesta vivienda y regresó un poco después con una cesta que
le entregó a su madre. Unos minutos después a Dylan se le revolvió el estómago
al percibir el olor de los huevos que Mary estaba cocinando. Cuando el desayuno
estuvo listo, Mary se acercó con una bandeja.
-
No es mucho milord pero debe alimentarse
-- dijo la mujer
-
De veras se lo agradezco mucho pero no debe preocuparse tanto, porque en
realidad no tengo hambre y con el café es suficiente --
dijo mirándola directo a los ojos suprimiendo de aquel modo la posible
insistencia
Un momento después vio
aparecer al pequeño aun frotándose los ojos y luego de finalizar el desayuno,
todos abandonaron la vivienda dejando solo al niño.
-
¡Oye! -- dijo Dylan haciéndole una seña para que se
acercase -- ¿Cómo te llamas?
-
Thomas, igual que mi padre pero todos me dicen Tommy
-
Bien Tommy -- dijo él
-- ¿Podrías decirme que fecha es
hoy? --
el chico lo pensó un momento y luego respondió
-
Creo que es 15 de diciembre
-
¿Crees? -- pero al ver la desazón del niño cambió de
tema --
¿Cuántos años tienes?
-
Pronto cumpliré catorce
-
Trece entonces -- dijo Dylan sin poder resistirse a fastidiarlo
aunque luego se arrepintió de ello
-
¿Puedo preguntarle algo?
-
Claro, adelante
-
Es usted un Lord ¿verdad? -- y Dylan sonrió
-
¿Qué te hace pensar eso?
-
Bueno… llevaba usted muchas joyas, mamá se las quitó porque dice que el
metal no es bueno si se está enfermo, no entiendo bien eso pero el asunto es
que llevaba varios anillos y una cadena, pero no se preocupe todo esta
allí --
dijo señalando un aparador
-
No estoy preocupado -- dijo sonriéndole
-
Bueno -- continuó el chico --
aparte de eso, su ropa también se veía muy fina y además Elizabeth dice…
-
¿Elizabeth?
-
Sí, es mi hermana y ella dice que parece usted un príncipe -- y
ahora Dylan no pudo evitar una carcajada y Tommy arrugó el entrecejo -- Bueno
yo le dije que era una tonta por pensar eso, los príncipes no van por ahí…
-
¡Thomas Stuart! -- escucharon la voz de la chica que se acercó
con rapidez -- Lo siento mucho milord, disculpe si este
necio ha estado molestándolo -- y agarró al chico por una oreja, con lo que
Dylan pensó que a ese paso el pobre Tommy se quedaría sin ella, porque tanto la
madre como la hija parecían tener la misma afición
-
¡Ayyy! -- se quejó el niño
-
Por favor señorita -- dijo Dylan
-- no me estaba molestando, fui yo
quien lo llamó y la verdad es que me ha resultado muy entretenido
La chica soltó la maltratada
oreja de Tommy y haciendo una apresurada reverencia se retiró mientras el niño
la miraba malhumorado y le sacaba la lengua. Pero una vez que la chica había desaparecido
se volvió hacia Dylan dispuesto a seguir preguntando.
-
¿Entonces, es o no es?
-
Sí, sí lo soy, pero prefiero que me llames por mi nombre
Durante los próximos tres días
Dylan y el pequeño Tommy se hicieron los mejores amigos.
A pesar de que Dylan aun
estaba furioso por el engaño, ahora que estaba más calmado comenzaba a echar de
menos a Luciano y a los demás, y finalmente se dijo que buenos o malos ellos
eran su familia ahora y en algún momento
tendría que volver, y quizá entonces alguien podría darle una explicación a lo
que había sucedido.
*****************************
* En la antigüedad, los sacerdotes no solo cumplían sus
funciones como evangelizadores atendiendo a las necesidades espirituales de sus
feligreses, sino que tenían amplios conocimientos en medicina. Cabe destacar
como nota aparte, que tenían y aplicaban poco más o menos los mismos
conocimientos en medicina natural por los que muchas mujeres fueron enviadas a
la hoguera.
[6] Ben Lawers: Junto con el
Ben Nevis y los Cainrgorms, forma parte de las montañas más altas de Gran
Bretaña, ubicado en las Highlands de Escocia
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